La Concertación de los partidos políticos chilenos, una mescolanza de ideologías diferentes, luego de veinte años en el poder sufrió la derrota ante el ultra derechista Sebastián Piñera, un hecho previsible tal como se narra en el libro del escritor Gabo Márquez: “Crónica de una muerte anunciada”.
La Concertación gobernó Chile durante veinte años, todos fueron gobiernos “light”, tibios, que continuaron y profundizaron las políticas del dictador demente, ratero y genocida de Pinochet. A lo largo de estos veinte años muchos de sus Ministros, como altos funcionarios de gobierno, fueron acusados de corrupción, aquí las políticas socio-económicas que aplicaban los gobiernos Concertacionistas fueron neoliberales y de un capitalismo salvaje.
Además de las políticas económicas implementadas, se violaron los derechos humanos del pueblo mapuche, promulgaron o reformaron leyes leoninas anti pueblo, entre estas la ley del trabajo, de salud, de educación, además continuaron las privatizaciones acabando con lo poco público que quedaba en Chile. Aunado a esto nunca tuvieron disponibilidad ni vocación política para terminar con el sistema Binominal de las Cámaras, así como, refundar la Carta Magna convocando a una Asamblea Constituyente.
Ante estos hechos el pueblo chileno esperanzado fue defraudado, traicionado, por la gran mayoría de los políticos que componen la Concertación, llámense diputados, senadores o líderes de estos partidos. Con estos resultados el pueblo chileno castigó a la Concertación, votando por el capitalismo salvaje, personalizado por el empresario Sebastián Piñera. Los chilenos pueblo tienen la esperanza de que le serán solucionados al menos los problemas económicos, de salud, de educación y de vivienda, por ende el pueblo chileno cree que tendrá una mejor calidad de vida, situación que quien suscribe considera que nunca pasará, al contrario, Piñera generará un gobierno más expoliador aún que la Concertación.
Pongamos las barbas en remojo con lo que acaba de pasar en Chile, después de veinte años de gobierno el pueblo los castigó. El gobierno bolivariano lleva un poco más de diez años en el poder, no podemos compararlo con el modelo y sistema político y social chileno, porque el gobierno de Chávez si está construyendo el socialismo, si somos soberanos, si refundamos la Carta Magna, si hay justicia social, igualdad, y equidad.
Sin embargo, el pueblo bolivariano está pidiendo a su líder, para blindarnos y curarnos en salud, que: se acabe con la impunidad, la corrupción, el burocratismo, la burocracia, la inseguridad, las improvisaciones; que se haga seguimiento y evaluación a los proyectos que se formulan y ejecutan en los diferentes entes de gobierno; cambio del burócrata ineficiente y negligente, del mimetizado o enquistado que ocupan cargos de dirección y confianza. Creo sin temor a equivocarme que si se cumplen estos pedimentos, la revolución bolivariana se quedará por siempre en esta tierra bendita.
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