Es para estar molesto de toda comprensión, pero no lo estamos, quizás desilusionado de las palabras del Jefe de Estado en contra de mi querido y apreciado conciudadano Guillermo Zuloaga, empresario emprendedor, que se quita un bocado de la boca para dárselo a quien tenga necesidad de ello y, en ese afán de servirle al pueblo ha hecho su fortuna en razón de que todo el que lo conoce trabaja para él –no importa que lo estafen- y, es tanta la consideración que quien rece por los desamparados de corazón lo hace por él, para que el dios padre lo resguarde de los envidiosos que añoran sus bienes, incluyendo las cabezas de animales que como trofeo de caza guarda celosamente en su casa en atención de su compasión por los animales salvajes.
Sentí una emoción tan profunda y lastimera al ver al presidente y dueño de Globovisión replicarle al comandante Presidente como si se tratara de un juego de truco y no sé como ese Éucrate de la confraternidad elevado a la (n – 1) no lloró bajo su emoción de hombre ofendido por las palabras que de acá le llegaron a sus oídos allá en el exilio obligado en que lo tiene el régimen y, no lloró por guapo y apoyado, porque con razón o sin ella él y su familia han sido parte de los Amos del Valle y, recostarle la pelota vivencial de la verdad asusta después de tantos años de sentirse intocable, acariciando la servidumbre de los políticos escuálidos de la IV-R y de la V-R, le trastoca el juicio al más pintado de la rancia oligarquía venezolana y más cuando la ofensa lo cubre despiadadamente de sinvergüenza y ladrón, implica y hace que se pierda el juicio, pero Zuloaga ha demostrado que no le importa un carajo nada de lo que se diga de él y su familia mientras, no le toquen sus empresas, ni a Globovisión que es el canal donde se fraguan todas las mentiras habidas y por haber sobre el país y la revolución y, donde se deshonra el honor del presidente Chávez, siendo masacrado con balas negativas de todo calibre mediático las veinticuatro horas del día.
Exijo con todas las fuerzas que me da la concentración de los medios audiovisuales y periodísticos en mi favor y por las causas injustas que, a mi líder de la conchupancia de la austeridad infinita no se le maltrate con verdades, aunque con mentiras lo acepto, ya que el hombre de por sí es un mentiroso programado, pero ese hombre no, su causa es noble, nos quiere ver comiendo tierra y, más si somos chavistas que eso le revuelve las bacterias y los virus que le engullen las neuronas de sus pretensiones inactivas y la lucidez de su inteligencia se la come Globovisión todos los días, dándole la majestuosidad de un príncipe encantado que tiene el poder de dominar las inquietudes del país y destrozarlo como le venga en ganas que, para ello tiene esa caterva de trastocados en la planta de su canal que le dan la efervescencia que se merece como capitalista al fin de su odisea desastrosa.
Presidente Chávez, Zuloaga es un alma de dios que se traga con toda la consideración del mundo al que le lleve la contraria y usted y la justicia venezolana lo tienen pataparriba, rabioso, deshecho, enojosamente lastimado y no hay perdón posible a su maltrato que le quiebre el reacomodo de estar en Venezuela, escondiendo carros para engordarlos en sus precios, y si a ver vamos eso es con la clase media que goza de todos los medios materiales para serle fiel a sus deseos,
Obsérvese que él no es pichirre al ofrecer la altísima cantidad de cien millones de dólares por mandarlo al otro mundo. Otros como Cisneros o Granier ofrecerían menos. Se da cuenta la diferencia entre pícaros de la misma manada y es que, lo quieren tanto –ellos- que ya están rezando para que no llegue el dos mil siempre, para que no le dé a Globovisión el arraigo de seguir adelante, jodiéndole la paciencia a todo el mundo –al no haber quien le ponga el cascabel al gato- y de eso Zuloaga está más que seguro, no por guapetón sino por apoyado por el imperio y sus lacayos. Aunque el Papa dice que lo que es del cura va para la iglesia.
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