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 Tocaré mui brevemente el tema, porque en parte es una especie de denuncia a Conatel i una opinión personal sobre un programa titulado Consexo, de un colega que siendo psiquiatra i no sexólogo, ni del área de la medicina que trata sobre los aparatos genitales i la reproducción, desde un principio me pareció un poco teatral i no científico, por lo que desde hace mucho tiempo que le “sacaba el cuerpo”. No lo veía; el sábado es el día más flojo en programas, de la VTV.  Sin embargo anoche escuché una entrevista a dos actores de novelas de televisión, de las cuales no puedo opinar con propiedad porque jamás he visto ninguna; pero en los espacios que las promueven, los comentarios de prensa i revistas i otras informaciones, veía trozos que no me agradaban como culebrones; i si puedo seleccionar películas (voi poco al cine actual, lleno de terror i efectos especiales), igualmente podría seleccionar telenovelas. Anoche sin embargo, por ver a una actriz venezolana-uruguaya, atractiva i mostrando sus credenciales, escuché un rato solamente, tocándome escuchar de parte del actor, razonamientos más sensatos i con conocimientos, hasta con citas bíblicas, mientras ella aferrándose al tema de que no debe haber censura alguna, quiere una libertad extrema, llegando a decir como un ejemplo, que si estuviera casada con el actor, e hicieran el amor en su casa, podrían tomar película i proyectarla por la televisión.(¡¡¡), (ya que él había explicado que grabando nada es natural, lleno de gente, reflectores, cortes, templones para corregir, etc.) i ella insistía en que debemos volver a lo natural, que el sexo prácticamente debe ser público i otros disparates, dejando ver que nunca ha leído un texto de moral ni de ética, o tiene mui poca cultura, ya que si se lo recomendamos, sería establecer censura según su criterio. No seguí viendo el programa. El moderador, mi colega, que bien conocí la figura austera i ética de su padre el Rector Bianco, i conocí su campaña electoral de la sexidemocracia, casi no intervino ni para hacerle ver lo exagerada que estaba.

 Empero, lo que tiene viso de denuncia es lo que pasa, en uno de esos canales situados, por lo menos en cable de NETUNO, del 34 en adelante (mientras el 33 es de Playboy, con espectáculos a veces desagradables por vulgares) creo que el 37 ó 38, siempre las “comedias infantiles i de adolescentes sobre todo”, son las mismas situaciones de los adultos: los cachos, las persecuciones  o acosos amorosos, los pleitos porque se robaron al novio o amante, las trampas i los robos de prendas o de dinero, que se hacen con ingenuidad, i especialmente la mímica de las muchachas, casi de cabareteras, así como los maquillajes i las minifaldas.  En algunos días la nieta me hace ver algunas de esas cosas, triviales, con diálogos que dan pena, las bromas que son estrellarle una torta en la cara, romper una falda i mostrar las piernas o la ropa interior, o burlas repetidas, aunque no tan alarmantes con lo que vi creo que anteayer, menos mal que la nieta había salido i dejó mi televisor en el estar, encendido allí. En un vestuario deportivo, las “chicas” hablaban del tamaño del pene de sus compañeros i se burlaban de una que no había tenido relaciones; luego, más adelante se organizó una carrera o la maratón escolar, donde los jovencitos i jovencitas corrían todos desnudos; allí el que había fallado por ser respetuoso con la novia, viendo unos senos bamboleándose en la carrera, se entusiasmó, le dieron instrucciones i finalmente misión cumplida. Esto en un horario como de las 5 de la tarde. ¿Quién me garantiza que mi nieta o cualquier niño o niña no hayan visto programas similares, que en una esquina ponen la figurita del ratoncito Mickey? Posiblemente éste, que es quizá primera vez que lo pasan i que la actriz uruguaya-venezolana lo consiga absolutamente normal i ético, lo repetirán. Procuren verlo, para que vean cómo me quedo corto en la exposición, i que aproveche Conatel, para examinar esos programas.