Indignados familiares por manipulación política de la muerte de Juan Wilfredo
12 MAYO 2011
Por Freddy Pérez Cabrera
Tal como denunció la Nota Informativa del Gobierno Revolucionario, la
muerte por causas naturales de Juan Wilfredo Soto García, un ciudadano
cubano radicado en Villa Clara, continúa siendo objeto de manipulación
por parte de las transnacionales de la desinformación.
Según relata Rosa Soto García, hermana del fallecido, este padecía
varias enfermedades, entre ellas gota, hipertensión arterial, migraña
y crecimiento del corazón, razón por la cual recibía atención médica
desde hacía muchos años, reconociendo que Juan Wilfredo llevaba una
vida muy desordenada y no cumplía las indicaciones de los galenos.
“Eso de que lo golpearon es una gran mentira. No tenía ninguna marca
de golpeadura, todo es un invento de la propaganda
contrarrevolucionaria. Estamos muy dolidos con esta campaña que se ha
formado, causante de un gran dolor en la familia“, dijo al tiempo que
agradeció la atención médica recibida.
“Fíjese si estamos indignados, que el día del entierro, al hijo de mi
hermano, de solo 14 años, le dio tanto asco la postura de los
‘disidentes’, que les pidió que se fueran del cementerio“, asegura
Rosa.
Madelin Soto, la sobrina de Wilfredo, y a quien este consideraba como
a una hija, también mostró su sorpresa por la maniobra orquestada.
“Fui a verlo al hospital y no observé ninguna señal de violencia.
Además, si le hubieran dado tan solo un arañazo, de seguro él me lo
hubiera dicho porque yo era de su entera confianza”.
El estudiante de derecho Yasmil Pérez Rodríguez, esposo de Madelín,
quien lo condujo al hospital, aseguró que el viernes 6, la hija de
Wilfredo acudió a su casa desesperada, para que acompañara a su papá
al médico. “Cuando llegué tenía sudoraciones, no se sentía los pies, e
incluso tuvimos que bajarlo del cuarto piso en un sillón de ruedas.
Una vez en la consulta del Arnaldo Milián, fue objeto de varios
análisis, recibiendo medicamentos de todo tipo, sin que hubiera una
respuesta favorable de su organismo. Ante su empeoramiento, lo
remitieron a la sala de terapia, donde permaneció ingresado hasta su
deceso”.
Agregó Yasmil que estuvo con el tío de su esposa desde las 9:00 a.m.
del viernes hasta el otro día. Tuvo oportunidad suficiente para
conversar con él, llevarlo al baño, desvestirlo y nunca observó el más
mínimo síntoma de violencia en su cuerpo, y “si fuera verdad lo que
dice esa gente, de seguro él se lo hubiera contado porque entre ellos
dos no había secretos”.
El día de los hechos relacionados con la supuesta golpeadura, Juan
Wilfredo estaba, como de costumbre, desde horas muy tempranas en áreas
del Parque Vidal, según cuentan varios testigos, entre ellos un grupo
de trabajadores por cuenta propia dedicados a la venta de flores en el
lugar, además de otros obreros que laboran en la zona, quienes
accedieron a narrar los acontecimientos ocurridos el día 5, en los
cuales estuvo involucrado el fallecido.
Jorge Álvarez Cabrera, vendedor de flores, relató que cerca de las
9:00 a.m., escuchó a una persona gritando consignas
contrarrevolucionarias y vio que era Wilfredo, a quien conocía por su
habitual presencia en el lugar.
“Observé cuando dos agentes del orden público, uno de ellos mujer, lo
condujeron a la patrulla, sin que hubiera el más mínimo forcejeo, e
incluso, él montó por sí mismo“. Recuerda que al poco rato lo vio
nuevamente en el Parque, y que Wilfredo hasta fue a pedirle “candela”,
a lo que le contestó que no fumaba.
Amado Gómez Rodríguez, quien también labora como florero, aseguró que
ese día Wilfredo mostraba un aspecto normal, con su acostumbrada
fortaleza, sin signos de la supuesta “paliza”, como refieren los
enemigos de la Revolución.
Un rato más tarde se le vio entrar a un establecimiento gastronómico
en los bajos del hotel Santa Clara Libre, donde merendó, según cuentan
el dependiente y el lunchero del establecimiento.
Los serios problemas de salud de Juan Wilfredo Soto no comenzaron ese
día, sino mucho antes, de acuerdo con los criterios del doctor Nestor
Vega Alonso, especialista de Primer Grado en Medicina Interna, quien
desde el 2008 atendía con frecuencia al paciente.
Recordó que ese año Wilfredo ingresó en la sala Medicina C aquejado de
un edema generalizado y de presión arterial elevada. Luego, al
profundizar el estudio, le detectaron una cardiopatía dilatada, algo
muy grave, además de la enfermedad de la gota y diabetes mellitus,
todo lo cual daba un pronóstico reservado de vida.
Precisó que varias veces acudió a su consulta con cuadros de
disfunción ventricular e hipertensión arterial, así como cifras muy
altas de triglicéridos, una de las causas más frecuentes de la
pancreatitis, enfermedad que a la postre provocó su muerte.
De acuerdo con los criterios del médico forense que realizó la
autopsia, doctor Ricardo Rodríguez Jorge, con más de 14 años de
experiencia en la especialidad, la causa de fallecimiento fue una
pancreatitis aguda, con focos hemorrágicos a nivel de cola y cuerpo
pancreáticos, y producto de las patologías anteriores se alteraron
todos los parámetros por descompensación.
Aclaró el especialista que en la necropsia no se apreciaron signos de
violencia a nivel externo, interno, ni en los planos anterior o
posterior. En cuanto al cráneo y cuello, eran normales, y el tórax
presentaba pulmones típicos de un fumador, con un corazón aumentado de
volumen.
Respecto a la versión de la contrarrevolución de que la supuesta
golpiza pudo ser el detonante de la pancreatitis, aseguró que resulta
imposible, y destacó que un trauma, para que llegue al páncreas, tiene
que ser visible. Como se ha reconocido por el personal médico y la
propia familia, Juan Wilfredo no presentaba la más mínima muestra de
contusión.
Ante tantas evidencias irrebatibles, cabría preguntarse cómo es
posible continuar mintiendo. ¿Acaso no basta el aval de la Revolución
de más de cinco décadas sin un solo torturado, desaparecido o
asesinado?
Cuba desprecia la mentira.
(Tomado de redialbolivar_s_@gruposyahoo.com)
Hasta aquí la nota de prensa, que aspiramos contribuya a contrapesar el desbalance que resulta de la avalancha de mentiras propaladas por el imperio en este caso particular.
¡PATRIA SOCIALISTA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!
wiliancastillop@gmail.com