Descaradamente, tanto el chancho de San Cristóbal como el de Maracaibo (César Pérez Vivas y Pablo Pérez) defendían a capa y espada el contrabando de gasolina hacia Colombia. Luego lanzaron el pitazo de que el racionamiento se aplicaría a todo el país. Entonces todas las gallinas escuálidas comenzaron a cacarear horriblemente.
Los medios internacionales cubrían estas alarmas con grandes titulares, sobre todo los medios españoles como los restantes dependientes de la SIP. El Nuevo Herald mantenía todos los días el tema del racionamiento de la gasolina en Venezuela como uno de sus asuntos prioritarios.
Había pues que dar un golpe fulminante y mortal, al sensible asunto de la gasolina y precisamente en los días cercanos a la elección presidencial.
¡Qué momento más preciso y crucial para provocar desconcierto y un gran temor!
Las dimensiones de los daños en Amuay son enormes y el golpe otra vez se ha dado en la parte más vital de nuestra economía, exactamente como ocurrió en aquellos meses del año 2002.
Va a ser por lo tanto una herida que llevará varias semanas de restañar y cuando llegue el día de las votaciones todavía se estará debatiendo el fulano tema en los medios. Consideramos vital que desde este momento se tomen las previsiones para que por nada del mundo falte la gasolina en nuestras estaciones de servicio porque de otro modo se estará repitiendo de manera idéntica cuanto vivimos con lo del paro petrolero.
En tal sentido coincido plenamente con lo que sostiene el filósofo James Petras de que la explosión en la refinería de Amuay, forma parte de una campaña terrorista con fines desestabilizadores, la cual requiere de medidas contundentes de parte del gobierno venezolano.
Esto lo dijo el filósofo en entrevista hecha por Chury Iribarne para la CX36 Radio Centenario de Montevideo Uruguay.
Petras calificó el hecho como un "grave sabotaje", y afirmó que no se trata de un simple incendio aparatoso, sino todo un acto de terrorismo de los enemigos del Presidente Hugo Chávez, con el fin de sabotear el proceso electoral y sacarlo del poder.
"Lógicamente esto no es un juego y está orquestado desde EEUU con los reaccionarios venezolanos," afirmó.
Según el estadounidense, el Presidente Chávez debe tomar medidas enérgicas rápidas como la implantación del Estado de Emergencia o de excepción o algo de la misma naturaleza si no quiere que se aborte la Revolución Bolivariana bajo el pretexto y el libertinaje que a los enemigos concede el proceso electoral; la disyuntiva es: o la Revolución o el Proceso Electoral.
Según el intelectual, la respuesta del Ministro Rafael Ramírez ha sido muy débil y ha actuado como un "tecnócrata" lidiando con un incendio normal, lo cual podría estimular nuevos sabotajes.
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