Aporrea es el destino más expedito del lápiz de un revolucionario chavista de estos tiempos. Es el refugio de un consuelo de frustración cuando se plantea una realidad que con una ceguera majadera no se quiere abordar. Y es también la morada de una satisfacción sustancial cuando en estoico comportamiento, algún planteamiento de profundo sentido crítico es tomado en cuenta por quienes tienen el deber de tomarlo en cuenta. Porque la discusión y la respuesta revolucionaria oportuna es la base del materialismo histórico que fomenta la dialéctica para el avance de los procesos.
Pero no ha sido el valioso aporte de Aporrea estimado en su valor especifico por los entes directores de la revolución. Y por supuesto el contenido invalorable de quienes tienen a bien vaciar sus ideas en Aporrea, muy poco o casi nada son tomados en cuenta por los timoneles de este proceso. El recio Comandante Chávez hasta en las cosas más sencillas de la opinión participaba en la opiniones de Aporrea. Una compañera que le hizo una leve critica porque no le respondió a una inquietud, fue abordada por él alguna vez, con cordialidad, y dicen que hasta tenía a algún colaborador que todos los días le pasaba un reporte de las opiniones de este fastuoso medio alternativo.
Pero Chávez era diferente y por eso en todos los aspectos marcó un hito histórico. No está pasando nada o casi nada a ese respecto con los herederos del timón de la revolución. Nada le paran y a lo mejor no le pararán. El estimado presidente Maduro, con toda esa actitud que le da un liderazgo revolucionario de alto calibre, dos o tres veces ha abordado los temas que se exponen y discuten en Aporrea tan sólo para atacarlos. Aquella frase que incluía el lastimoso vocablo de “pajuatadas”, refiriéndose a una excelente opinión autocritica de Toby Valderrama tan solo es una muestra. Por lo demás los ministros de la revolución y sus allegados abordan la critica que se hace en Aporrea tan solo para cuestionarla sin tomar en cuenta sus valores que invitan a la rectificación. Por eso nos atrevemos a afirmar que el Camarada presidente Maduro se aleja notoriamente de los planteamientos críticos de Aporrea.
Y por eso surgen también actitudes de frustración como la de algunos compañeros que habiendo hecho serios planteamientos críticos a los procesos gubernamentales en diferentes órdenes jamás han sido tomados en cuenta. Ojalá entonces los líderes de la revolución incrementen su capacidad auditiva y reflexiva ante la crítica revolucionaria. Si no una una fuerte grieta se expande inexorablemente sobre la revolución y sus procesos con una que seria amenaza de autoflagelación.