Algunos economistas “críticos” coinciden con la seudo-inteligencia mediática y la derecha anti-patria. Sugieren el retorno del capitalismo; la privatización de PDVSA; la reducción de la inversión social; el libre mercado; mediatizan la lucha contra la pobreza y plantean un gobierno de coalición.
“Atrapados sin salida” en la lógica del capitalismo y el laberinto del neoliberalismo. Sus categorías de análisis fueron tomadas de la economía positivista, reproducen sus falacias, continúan avalando la acumulación; el beneficio; la competencia y el mercado.
Coinciden con una campaña mediática de la derecha que pretende colocar en el banquillo al camarada Presidente Maduro, para tapar, el verdadero desastre de la MUD y la significación de la crisis sistémica, que generó una explosión social en 1989 y en los años 90, sostuvo una empresa privada corrupta, monopolio de divisas, entrega de regalías del petróleo, dependencia tecnológica, endeudamiento estructural, pobreza extrema y caída de la autoestima del venezolano.
Ciertamente, PDVSA era una caja negra que Chávez abrió. Las transnacionales se llevaban los hidrocarburos pagando el 1% de regalías y el Comandante Supremo, con la Ley de Hidrocarburos (2002) las elevó a 33% debemos agregar que los gringos les vendían –adecos y copeyanos- cada barril con un 40% de descuento, entonces ¿quiénes regalaban el petróleo?
El Estado socialista, con la inversión social y los subsidios tiene una palanca de progreso, para la totalidad de los venezolanos con obras de educación; salud; vivienda; obras de infraestructura; escuelas y proyectos socio-productivos. Las clases medias, fueron liberadas de la estafa inmobiliarias-especulativas y bancarias; los créditos balón y los llamados indexados, la especulación de los créditos educativos de Fundayacucho, los intereses de vivienda y automóviles (bajaron de 60% al 14%). Las políticas de la revolución deben asumir en esta etapa, el desafío de la producción y reactivación.
j.lopezmujica@laposte.net