La demanda legal que el diputado Diosdado Cabello procederá contra los medios de comunicación impresos como Tal Cual y el Nacional, más la página web La Patilla, es una acción personalísima de dicho diputado. Entendemos que estos medios impresos y el del ciberespacio han sometido al escarnio público a esta figura de bastante peso dentro del gobierno. Desde narcotraficante hasta manejo de lavado de dólares ha sido acusado el presidente de la AN. Diosdado está en su pleno derecho de ir a los tribunales competentes para demandar a estos rufianes de la información. También entendemos la defensa que hacen sus colegas de la bancada roja. Lo que si no entendemos porque esta acción personal y privada de Diosdado desvíe la atención de las penurias que están pasando los ciudadanos de a pie por efecto de la economía de guerra.
Diosdado que demande y defienda su verdad, ¿pero quien defiende al “pueblo” de esta crisis generalizada que hoy vivimos?. El presidente Nicolás Maduro exclama a los cuatro vientos que confiscará las empresas que están en el jueguito de la supuesta guerra económica e inclusive va más allá, al decir que, “Meteré preso a toda la oligarquía, acabaré con los oligarcas”. ¿Bravuconadas del presidente?, ¿Discurso o retorica incendiaria que gusta a los sectores más radicales del chavismo?, no lo sabemos, ni lo queremos saber. A nosotros nos importa lo que está pasando en el país. Algo muy serio tenemos hoy con esta crisis económica y no vemos aun cómo puede el gobierno revertir esta situación. Solo escuchamos insultos, amenazas, pero nada de acciones correctivas o dialogo fructífero de parte del gobierno central.
Las ensambladoras que hacen vida económica en el país están a punto de caramelo para cerrar operaciones, unos 400 trabajadores de una de ellas entre personal fijo, contratados y tercerizados tienen boleta de despido, la cuestión esta tan seria que una delegación de la CLEC fue a las instalaciones ubicadas en Valencia y no fueron recibidos por los jefes. Otras compañías grandes que hacen vida en la zona industrial de Valencia se encuentran en el dilema de cerrar por algunos meses en espera que la situación mejore, esto quiere decir que una gran cantidad de trabajadores posiblemente sean despachados a sus hogares con un pago mínimo mensual, desmejorando su calidad de vida junto a sus esposas(os) e hijos. Ahora bien, quien defiende a estos sectores castigados por una crisis económica o guerra económica entre el gobierno central y la burguesía criolla. La fuga de divisas por el mal manejo de funcionarios del gobierno, los negocios ocultos de algunos personeros del gobierno también implica que no todo ocurre en el sector productivo privado nacional y extranjero. La culpabilidad de esta crisis es compartida, entre el gobierno y algunos sectores productivos. En el medio quedamos nosotros… “Ahora quien podrá defendernos”…Es el clamor de millones de venezolanos que su calidad de vida se ha venido abajo.
Lo dicho por el presidente Maduro, de confiscar las empresas que han tratado de torpedear la economía para entregársela a sus trabajadores es un discurso incendiario, no pasa de eso. Por ahora es inviable esa acción. Nos preguntamos.. ¿Quién va a dirigir esas empresas?. ¿Militares como el ex ministro García Plaza? O ¿cómo el ex ministro Fleming?. El tiraflechismo y la improvisación, se ha hecho dueña de la otrora revolución bolivariana.
Si no hay rectificación, si no hay implementación de las medidas que todo el mundo sabe se deben aplicar, y pareciera que el gobierno se hace oído sordo, veremos unas elecciones parlamentarias con una alta abstención. No hay duda que las primarias del PSUV darán la primera clarinada al gobierno central que la rectificación se debe hacer inmediata. Esa abstención de los militantes y simpatizantes de la revolución bolivariana va ser histórica.
Después no digan que no se los dijimos…¡¡¡¡
Nota: Al momento de culminar este artículo, escucho al presidente Maduro pedir a la Fiscalía una investigación de los abastos bicentenarios en el país que están abandonados. Cuántas veces hemos denunciados esto, pero nada, igual pasa con el techo de comedores escolares que se caen a pedazos.