Al leer los numerosos y desplegados avisos de prensa utilizados para requerir contribución económica para ayudar a cubrir el monto de la multa que le fue impuesta a Tal Cual por la jueza de menores del estado Lara, Holanda Dam Hurtado, tenemos que llegar a la conclusión de que Teodoro Petkoff es un empresario neoliberal fracasado y arruinado.
Como se sabe, la citada jueza aplicó el artículo 65 de la Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente (Lopna), al estimar que un artículo firmado por Laureano Márquez y publicado el 25 de noviembre de 2005 en Tal Cual atentó contra “el honor, la reputación, la imagen, la vida privada y la intimidad” de la hija menor del presidente Hugo Chávez Frías.
Cuando hablamos de Petkoff no hay nada nuevo bajo el sol, pues él es la realidad del fracaso atrapada con todos los sentidos. Los resultados están a la vista. Si la historia del editor de Tal Cual ha sido siempre un fracaso, nada mejor para demostrarlo que los estrepitosos desaciertos que cometió como ministro de Cordiplan durante el segundo mandato de Rafael Caldera. Bajo su dirección se aplicó el paquete de medidas económicas neoliberales que integraban la denominada Agenda Venezuela, lo que ocasionó que en el año 1996 la inflación se disparara a un astronómico 103%, uno de los mayores porcentajes de alto costo de la vida al que ha tenido que enfrentar el pueblo venezolano.
Avanzando en el hurgamiento, nos encontramos con que el Petkoff que ahora demanda urgente ayuda monetaria “a la comunidad en general”, es el mismo que el 4 de marzo de 1992, un mes después del 4F, exigió a Carlos Andrés Pérez aplicar un programa económico que significara una verdadera “terapia de shock" o medidas de efecto instantáneo (“Medidas Nescafé”) sobre la población. (El Diario de Caracas, 04/03/1992, página 27).
Como olvidar el fracasó de Petkoff en el año 83 como candidato presidencial y luego cuando ambicionó la Alcaldía de Caracas y llegó detrás de Aristóbulo Istúriz y Claudio Fermín. Recién acaba de fracasar con su precandidatura en las elecciones presidenciales del 3D de 2006. En tal sentido, recordamos lo que, en su acostumbrado tono camorrista, Petkoff vociferó en un evento de sindicalistas realizado el sábado 28 de abril de 2006 en el Teatro del Este de Plaza Venezuela en apoyo a su aspiración presidencial: “Esta es una candidatura que va en serio. Nosotros nos hemos lanzado para desafiar al todopoderoso Presidente de la República y para ganarle”. Meses después, sus seguidores quedaron boquiabiertos y mirando para el río Guaire cuando el pendenciero Petkoff retiró mansamente su candidatura que “va en serio… para ganarle” a Chávez. “Por eso, bájate de esa nube / y ven aquí a la realidad, / que con orgullo soberbia y vanidad / no lograrás felicidad”.
Una limosnita, por favor
Ahora, Petkoff cínicamente disfrazado de limosnero, solicita que “por favor, nos bajemos de la mula” porque él no tiene dinero en sus cuentas bancarias para poder desembolsar la citada sanción pecuniaria. Es decir, Petkoff reconoce grotescamente que Tal Cual es un mal negocio y que está en la estacada como empresario periodístico.
De ser esto cierto, los coordinadores, periodistas, reporteros gráficos, ilustradores, asistentes a la jefatura de redacción, diagramadores, infógrafos, correctores, editores, escanistas, mensajeros internos, recepcionistas, personal de archivoperiodistas y demás trabajadores de Tal Cual deben estar alertas, porque Petkoff -al esgrimir la “mentira blanca” de que carece de dinero-, muy bien podría declararse en quiebra y dejar de cancelar las prestaciones a todo el personal del periódico.
Por lo tanto, nos parece infeliz y desclasado el comunicado que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) publicó en algunos diarios el pasado domingo 18 de febrero del año en curso. El SNTP en el citado aviso, arrodillándose ante el editor de Tal Cual, expresa de manera deplorable: “Exhortamos a todos nuestros afiliados y a la colectividad en general a contribuir económicamente para ayudar a cubrir el monto exorbitante de la multa que le ha sido impuesta al diario”.
Señores del SNTP, ¿todos los venezolanos queremos saber en qué lugar de la Tierra han visto ustedes que los asalariados sacan dinero de sus golpeados bolsillos para ayudar a pagar las deudas de sus patronos? ¿Dígannos, dónde?
Según los sesudos gremialistas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, los venezolanos tienen que ayudar a pagar con su dinero el atentado que contra el honor de una niña cometió Laureano Márquez y que Petkoff, como editor de Tal Cual, permitió que se ejecutara.
Después de esta grotesca solidaridad con quienes cometieron un delito, ¿cómo queda entonces ese chillido beligerante que el oposicionismo tanto pregona: “Con mis hijos no te metas”? ¿Por qué el SNTP desconoce lo que dice el artículo 65 de la Lopna en cuanto a que “todos los niños y adolescentes tienen derecho al honor, reputación y propia imagen. Asimismo, tienen derecho a la vida privada e intimidad de la vida familiar”?
Lamentablemente, como nos dijo furioso un viejo dirigente del gremio periodístico al leer el mencionado comunicado: “¡Ahora si es verdad que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa la puso. Y bien grande!”.
Ya lo decía un “filósofo” maracucho muy admirado por el oposicionismo: “No hay que pedirle peras la horno”.