Es una idea que
vale la pena proponer. Me refiero a la posibilidad de ingresar al espacio
radioeléctrico en señal audiovisual para “aporrear” bien fuerte
a la contrarrevolución y avanzar en la profilaxis mental del Pueblo,
ocupando espacios que siendo de todos continúa en buena medida en manos
de oligarcas.
No me atrevo a hablar
sobre los parámetros de su realización y alcances, pues con
seguridad seríamos testigos de tantas ideas como colaboradores,
amigos y todo un Pueblo comprometido hacen vida en el proceso revolucionario.
Desde su creación Aporrea no solo fue puente franco de opiniones otrora amordazadas por los monopolios mediáticos, sino que se constituyó en tribuna para la dialéctica, la denuncia y para el conocimiento de corrientes y pensamientos progresistas de aquí y otros sitios del orbe.
Pero volvamos al punto.
Creo que un gran trabajo nunca termina, evoluciona y se adecua a las
exigencias de los nuevos tiempos, multiplicando sus efectos positivos.
Hago votos por su creación y que este ágora virtual que nos convoca
día a día lleve intacto el espíritu crítico, libertario, y
profundamente democrático que le distingue, como munición ideológica
en la batalla de ideas.
Por si fuera poco, Aporrea
irradia humor y felicidad popular en el avance, cayendo como un buen
aguacero sobre el calcinante espejismo opositor, reverdeciendo la
esperanza en pesimistas y dudosos, atrayendo a escribidores neófitos
y ampliando la participación vedada por el egoísmo, de la opinión
certera de vecinas y vecinos.
Vaya pues, en principio, el agradecimiento por publicar nuestras opiniones y llevarlas más allá de las tertulias y reuniones de batallón. Unido a ello, el respaldo y congratulación por los retos asumidos con éxito como respuesta a aquel abril copioso de sucesos. Saludos y hasta pronto, Camaradas.