1. Un revista/basura que publica el monopolio TV Azteca en México, “Vértigo”, preparó con dinero del PAN y Salinas Pliego un número especial para propagar en TV y radio el “maravilloso” gobierno de Felipe Calderón y sus militares durante los días en que está ya prohibida la propaganda electoral. Según el Instituto Electoral desde el primer minuto del jueves, anterior al domingo de los comicios, no debe circular ninguna propaganda partidaria. Pero TV Azteca desde el lunes comenzó a propagar la revista en la que Calderón y sus militares caminan agradeciendo aplausos por los servicios que prestan al país. Alguien se quejó ante el IFE y éste (al servicio del PAN y del PRI) se vio obligado a prohibir la transmisión del comercial. Por eso la rabia de TV Azteca.
2. Los medios de información en México –televisión, radio, prensa escrita-, como en todo el mundo, están al servicio del capital, particularmente de las agencias informativas controladas desde los EEUU. Han actuado como les ha dado la gana con todo el apoyo del Estado y han impuesto políticas de monopolio sin que nadie se atreva a cuestionar. Los llamados tres poderes de la República –ejecutivo, legislativo y judicial- han actuado obedeciendo órdenes de los empresarios de los medios que, cuando se les toca un pelo, se lanzan violentamente reclamando “libertad de expresión” a pesar de que ésta sólo ha beneficiado a esas poderosos empresas monopólicas. Por eso los partidos y sus políticos se aterrorizan cuando se ha propuesto alguna reforma a los medios informativos.
3. La prensa escrita en México lleva dos siglos de vida y es leída aproximadamente por un tres por ciento de la población; la radio, que está a punto de festejar su centenario y la TV unos 60 años de existencia, penetran al 90 por ciento de los mexicanos. Durante ese tiempo los gobiernos no sólo no los han tocado ni con “el pétalo de una rosa”, sino que les ha permitido un gran crecimiento monopólico y una acumulación gigantesca de riquezas. Los presidentes de la República, los legisladores y la llamada justicia mexicana han sido sólo legitimadores de las políticas trazadas por los empresarios de esos medios. Los partidos y los políticos en vez de cuestionar a los medios viven esperanzados en ser apoyados por ellos o convertirse en sus agentes.
4. Abstenerse significa en México mandar al carajo a todo el sistema de explotación y miseria; el voto nulo significa sólo un desacuerdo contra los partidos y políticos. Votar, por el contrario, es estar de acuerdo con el sistema de desigualdad, es avalar al gobierno de Calderón que ha hecho más miserables a los mexicanos y que ha puesto al ejército en las calles. Pero además votar es mandar al congreso a diputados en un 90 por ciento –como los anteriores congresistas- que estarán al servicio de Televisa, TV Azteca y Radiofórmula, que hace mucho dominan en política nacional. También podrán ir al congreso –para avalar la “democracia”- 10 diputados rebeldes que podrían ser el hazmerreír de los otros 490 legisladores del PRI, PAN, PRD, Verde y gordillistas.
5. López Obrador, el político más honesto y destacado de los últimos seis años, llamó a la población –inexplicablemente- a salir a votar. Él pudo encabezar el movimiento por la abstención que abarca al 60 por ciento de la población, así como al voto nulo para que llegue al 20 por ciento. La realidad es que no entiendo lo que AMLO cuida si la clase dominante –gobierno, empresarios, clero- lo ha curtido con golpes altos y bajos directos a todos los lados del cuerpo. ¿Piensa acaso cuidarse para que no lo acusen de boicotear las elecciones cuando el PAN, los empresarios, el PRI, lo han señalado como el enemigo y el peligro más grande de México? ¿No se dará cuenta López Obrador que ya está fuera de jugar algún importante papel en las elecciones y que sólo le queda el movimiento de masas?
6. En estas elecciones Calderón –con todo el apoyo de los empresarios de los medios de información- sacó electoralmente a López Obrador del país, lo situó en el DF y luego lo encerró –con una magnífica jugada aliado a los Chuchos- en Iztapalapa. ¿Si AMLO es uno de los políticos más inteligentes y honestos, cómo ha permitido que le sigan haciendo esas sucias jugadas? La realidad es que pensé que los amlistas, por lo menos, desalojarían de su local a los funcionarios que acordaron la jugada de Iztapalapa, incluso que lo quemarían. Pero no pasó nada, prefirieron enredarse con la gente y perder energía en esa delegación, mismas que pudieron emplearse en otros lados. Debe reconocerse que si los panistas son tontos sus asesores son hábiles e inteligentes.
7. ¡Qué manera, qué gran habilidad de la burguesía empresarial panista para liquidar a una oposición que representó en 2006 al voto realmente ganador! ¡Qué gran estrategia del foxismo para paralizar –en los hechos- al histórico levantamiento zapatista que ni Salinas ni Zedillo pudieron frenar! Los movimientos no están acabados, pero como si lo estuvieran. ¿Cómo han podido los gobiernos burgueses mantener en las calles al ejército, desviar la crisis mundial y el terrible desempleo; reprimir las heroicas luchas de la APPO en Oaxaca y las de los profesores de la CNTE, mantener en prisión a los líderes campesinos de San Salvador Atenco, sin que pase nada importante y hoy estar llamando con todo el cinismo al voto? La realidad es que es increíble, de locura.
8. El colmo sería que después de las elecciones del próximo domingo 5 no pase nada y la clase poderosa siga tan campante burlándose del 60 por ciento de los abstencionistas y el 10 por ciento de los analistas. Veremos nuevamente a los diputados del PRI y del PAN, junto a los del PRD, Verde y gordillistas, dividiéndose el pastel político en el Congreso y preparándose para recibir su primer mes de más de 150 mil pesos más todas las prestaciones millonarias que siempre gozan. Calderón ya podrá continuar, sin impedimento válido alguno, con su política privatizadora y entreguista avalada por el proceso electoral. Los medios de información (TV y radio, en particular) también podrán estar muy contentos por los miles de millones de pesos que se embolsaron en el proceso electoral.
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