Latifundio Mediático

Quizás uno de los conceptos, perversa e interesadamente más manipulado

por la oposición al gobierno sea “la libertad de expresión” que no es otra cosa

que: “el derecho, que está por conquistarse, de que la opinión del pueblo

tenga cabida en los medios de comunicación”.




En días pasados, Diosdado Cabello, nuestro ministro del Poder Popular para las Obras Públicas y Vivienda puso de moda la palabra Latifundio Mediático cuando refirió entre otros datos estadísticos que en Venezuela 27 familias poseían el 32% del espectro radioeléctrico, evidenciando de esta manera, la concentración en manos de unos pocos, de un recurso tan importante, por lo limitado, como estratégico en la seguridad y defensa de un país. Estas cifras estadísticas presentadas al público por nuestro ministro es una constante que se repite casi al calco en los diferentes países que integran a América Latina y sin duda alguna podrán explicarnos el origen de las campañas mediáticas que secundan a muchas de las circunstancias que actualmente suceden en nuestro país y en el mundo. Como ejemplo tomemos la conducta comunicacional de los medios en apoyo al reciente golpe de estado que mantiene depuesto al presidente José Manuel Zelaya Rosales.

Para una cabal comprensión de la situación mediática venezolana es necesario que hagamos un análisis situacional aplicando técnicas científicas, con las correspondientes definiciones que nos permitan comprender las causas y consecuencias de los hechos que con el tiempo configuraron el estado actual de los medios de comunicación radioeléctricos. Este análisis pasa por los aspectos históricos, económicos, políticos, técnicos, jurídicos y cualquier otro que sea necesario.

Históricamente en Venezuela comienza la radiodifusión en el año 1.920 cuando los señores Luis Robert Scholtz y Alfredo Moller con el apoyo del coronel Arturo Santana edecán del dictador, general Juan Vicente Gómez constituyen la empresa Ayre, de muy corta duración, la cual obtiene el primer permiso oficial para transmisiones en 1.925 y es clausurada en 1.928. Pero el inicio formal de la radio se concreta el día 9 de diciembre de 1.930 con el permiso concedido al Sr. William H. Phelps para instalar una emisora de radio en su negocio El Almacén Americano y que llevará el nombre de 1Broadcasting Caracas (1BC) para cambiar su nombre en 1.935 por el de Radio Caracas. La 1 Broadcasting Caracas junto al Almacén Americano constituyen la puerta de entrada de los productos de las grandes transnacionales como las neveras Frigidaire, las victrolas (radios-tocadiscos) RCA Victor, los automóviles Ford, etc., mercancías todas, dirigidas al sector oligárquico del país, los únicos con el poder adquisitivo para gozar de estos productos en una Venezuela donde se sacrificaban reses una vez por semana y para comer carne vacuna había que ir al matadero ese día o prepararla salándola para su posterior consumo. Nuevamente en el escenario de una dictadura la llegada de la televisión viene a fortalecer a los grupos económicos que conforman la oligarquía venezolana, será el general Marcos Pérez Jiménez quien funde YVKATV canal 5 el 1º de enero de 1.953 para convertirla en señal del régimen, la sigue el 30 de marzo la creación de Televisa YVLVTV canal 4 asignada a Gonzalo Veloz Mancera y el 18 de agosto del mismo año aparece Radio Caracas Televisión canal 2 perteneciente al grupo 1BC. Y por si fuera poco en el mes de Julio de 1.960 Rómulo Betancourt le concede la concesión del canal 4 (antigua Televisa) a su financista electoral el cubano Diego Cisneros quien representa a Pepsicola, a los vehículos Studebaker, a la cadena de supermercados CADA, a los helados Tio Rico y a la tienda por departamentos Sears Roebuck. Precisemos que la actual televisora del Estado VTV fue fundada en agosto de 1964 bajo el nombre de CVTV canal 8 por el grupo Vollmer, los dueños de los valles de Aragua; esta estación es recuperada por el Estado Venezolano al comprarla ante la declaración de quiebra declarada por sus propietarios y justo cuando iba a ser reprivatizada, es impedida esta acción por el Comandante Chávez. Como podemos apreciar los medios de comunicación radioeléctricos tienen su entronización en Venezuela en un marco histórico caracterizado por gobiernos de facto, adquiriendo las concesiones personas allegadas e identificadas con estos regímenes, los cuales estarán siempre al servicio del capitalismo reinante en los Estados Unidos de Norteamérica y Europa y que desde entonces y con el devenir del tiempo van a servirles de afianzamiento propagandístico e ideológico. Aquí habría que recordar al ventrículo argentino Dillmer quien por las tardes en el canal 2 presentaba a sus muñecos Gregorio y Venancio saludando a las “dos princesitas de su corazón”, las hijas de Pérez Jiménez, llamándolas por sus nombres cada vez que presentaba y despedía su programa.

Dentro de la dinámica de la Revolución es necesario definir claramente los conceptos manejados en la discusión diaria, hagámoslo con la palabra espectro radioeléctrico, y definámoslo como un subconjunto del espectro electromagnético, que es el conjunto de ondas con diferentes longitudes, frecuencias y radicaciones que se desplazan por la atmósfera terrestre y comprende desde ondas de radio hasta rayos gamma pasando por la luz visible; el espectro radioeléctrico, que ocupa una parte relativamente pequeña del espectro electromagnético, está fijado en la frecuencia entre los 10 kilohercios (Khz) y los 3.000 gigahercios (Ghz) siendo usados en la radio, la televisión, los mandos a distancia, los teléfonos móviles o las redes wifi, sin contar los usos militares o científicos. En función de la gama de frecuencias, éstas se dividen en diferentes bandas y sub bandas cuyo uso va destinado a diversos servicios de telecomunicaciones, televisión, radiodifusión, seguridad y defensa, emergencias, transporte e investigación científica. Debido a que es un recurso natural de carácter limitado, se considera un bien de dominio público que es gestionado por los correspondientes Estados. Cada una de las frecuencias que conforman el espectro radioeléctrico de un país tendrá un uso determinado para un concesionario que según la Ley Orgánica de Telecomunicaciones de Venezuela se regirán por un articulado de obligatorio cumplimiento, entre los que destacan:

* Articulo 7 : “El espectro radioeléctrico es un bien de dominio público de la República Bolivariana de Venezuela para cuyo uso y explotación deberá contarse con la respectiva concesión de conformidad con la Ley.
* Artículo 73 : “Los derechos sobre uso y explotación del Espectro Radioeléctrico derivados de una concesión no podrán cederse o enajenarse……y de la providencia administrativa a través de la cual se determinan las porciones del Espectro Radioeléctrico disponibles, las cuales serán objeto de un procedimiento de oferta pública.
* Artículo 171, numeral 6 : “El que utilice o permita el uso de los servicios de Telecomunicaciones para los cuales está habilitado como medios para coadyuvar en la emisión de delitos, será sancionado con la revocatoria de la habilitación administrativa o concesión según sea el caso.

Quizás uno de los conceptos, perversa e interesadamente más manipulado por la oposición al gobierno sea “la libertad de expresión” que no es otra cosa que: “el derecho, que está por conquistarse, de que la opinión del pueblo tenga cabida en los medios de comunicación”. Los empresarios privados más por su interés capitalista que por desconocimiento de la Ley han usado a través del tiempo la práctica de utilizar las concesiones recibidas como un bien de propiedad privada personal, cediéndolas en venta, formando asociaciones, traspasándolas, utilizándolas como bien heredado, en fin dándoles el uso correspondiente a una mercancía y es este tratamiento mercantil el que va desviando a los medios de los propósitos de su creación y en vez de informar, recrear e instruir, termina vendiendo información y creando necesidades ficticias.

Es aquí donde podemos apreciar la diferencia conceptual entre lo que es la libertad de expresión desde la óptica del socialismo del siglo XXI y lo que ha sido la práctica perversa de los medios radioeléctricos en el capitalismo quienes utilizando su poder se convierten en verdaderos dictadores difundiendo únicamente la opinión de los dueños de los equipos, usando el espectro para formar matrices de opinión favorables a sus intenciones políticas, económicas, religiosas y de cualquier índole que no son otra cosa que el reflejo del pensamiento oligárquico enfrentado al del pueblo explotado por años, que reclama sus derechos.

La disposición que habilitaba a los productores nacionales independientes a tener espacios en los medios existentes, incluyendo los privados, fue burlada por los concesionarios de estos, al incorporar a sus empleados de confianza en los espacios correspondientes a los productores, manteniendo la hegemonía del pensamiento editorial al servicio del capital y secuestrando de esta manera la libertad de expresión.

El estudio efectuado por Conatel y denunciado por el ministro Cabello arroja que el 59% del grupo que forman las emisoras de frecuencia modulada (FM) y amplitud modulada (AM) se encuentran asociadas en circuitos radiofónicos, lo que atenta directamente contra los productores nacionales independientes y contra la democratización de la información. Los circuitos radiofónicos permiten a los constituyentes del mismo encadenarse llegando al extremo de que algunas emisoras sirven como antena de relevo de otras conformando una red que transmite el mensaje de la emisora líder ubicada en la capital de la república evitando así que las seguidoras hagan el trabajo de difundir las noticias de sus respectivas regiones.

Para el período 2005-2009 en Venezuela 5 circuitos radiofónicos operaban a través de 170 emisoras radiales para un promedio de 34 emisoras por circuito aun cuando uno de ellos aglutina a 40 emisoras FM y 8 AM y de las 794 emisoras existentes, 551 eran FM y las restantes 243 comunitarias. De las 551 emisoras FM, 472 emisoras FM pertenecían a concesionarios privados representando el 86% del total de emisoras FM existentes, 79 emisoras FM eran explotadas por el Estado lo que representa el 14%; en cuanto a las televisoras existentes para este mismo período 65 son privadas y sólo 6 públicas representando el 92% y el 8% respectivamente y sin embargo los medios privados pregonan a los cuatro vientos que el Estado posee la mayoría de los medios de comunicación radioeléctrico, cuando puede verse claramente de acuerdo a estas cifras que la proporción es de 9:1 a favor de ellos.

Y para concluir este artículo sería muy interesante que CONATEL o el Ministerio del poder popular para el Trabajo y Seguridad Social diera a conocer las cifras de los trabajadores que emplean cada una de estas emisoras. Creemos que el paso dado por el ministro Diosdado Cabello al presentarse en la Asamblea Nacional y hacer una solicitud de providencia ante estos hechos evidenciados por el estudio que hiciera Conatel en el mes de junio pasado son una demostración de que el proceso bolivariano y revolucionario que lidera nuestro presidente-comandante Hugo Rafael Chávez Frías van por el camino correcto.


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Miguel Gerónimo Osío Sandoval


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