(Primera Parte)
Earle Herrera en una magnífica síntesis define la SIP como el cartel de la desinformación que opera bajo el nombre de Sociedad Interamericana de Prensa. Originariamente, la SIP tuvo su raíz primaria en 1926, cuando unos 130 empresarios y periodistas, en su mayoría provenientes de las Ameritas, se reunieron en Washington D.C., celebrando con predominante asistencia de propietarios de medios el Primer Congreso Panamericano de Periodistas. Entre los puntos tratados, se aprobó la creación de una organización permanente de “periodistas”. Historiógrafos tarifados de la época en un intento por insuflarle tinte épico al evento, trataron de equipararlo al panamericanismo del Congreso Anfictiónico de Panamá, cien años atrás instalados en el Salón Capitular del antiguo Convento de San Francisco, el 22 de junio de 1826. Con el transcurrir del tiempo, quedaría al más completo desnudo que ese falso panamericanismo imperial invocado por los fundadores de la SIP, en esencia era copia al carbón de la agresiva Doctrina Monroe de 1823. Por estas circunstancias que rodearon aquel supuesto “congreso de periodistas”, se afirma que durante las deliberaciones de 1926, se trataron temas únicamente empresariales y se dejaron de lado lo que correspondían a los periodistas, ya que a las organizaciones norteamericanas solo les interesaban los dueños y no sus empleados.
En 1943, oligarquía mediática se quita la careta.
Tras reunirse varias veces en diversos países invocando hipócritamente la libertad de prensa, finalmente se decide en La Habana fundar la SIP, en 1943. Para el momento Cuba era gobernada por el tirano Fulgencio Batista, mientras el planeta era devastado por la Segunda Guerra Mundial que enfrentaba las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje (1939-1945). Producto del histórico momento de la lucha anti-fascista, fue posible que se afiliaran a la recién creada organización internacional unos cuantos medios impresos de izquierda, que aunque minoritarios, encontraron en la SIP un pequeño espacio para expresarse. En el caso de Cuba, participan entre otros, el periódico marxista “Noticia de Hoy”, órgano informativo del Partido Comunita de Cuba, que hasta 1938 había hecho vida proselitista en la clandestinidad.
Desde luego, que ese chucuto parto que representó la SIP en manos de inescrupulosos propietarios de medios impresos, muy pronto entró en conflicto cuando los periodistas honestos descubrieron que el fin ulterior que perseguían los propietarios de medios era totalmente distinto, dejando en evidencia la manifiesta vocación mercantilista que los hacía proclives a la corrupción. A la cabeza de un periodismo desfasado y divorciado de la realidad para servil a oscuros intereses económicos, estarán las agencias de prensa norteamericanas, en su inmensa mayoría emperradas en desafiar la ética y el rol social de los medios de comunicación.
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Dictador Fulgencio Batista gobernó1940-1944 y luego1952-1959
Concluida la segunda guerra mundial, comenzó el largo periodo de la llamada Guerra Fría, el anticomunismo, el antisovietismo. Fue el Senador republicano por el estado de Wisconsin, Joseph Raymond MaCarthy, quien instigó la más feroz cruzada contra las personas que eran sospechosas de diferentes grados de lealtad al comunismo, a quienes sometieron a una implacable persecución que entonces se conoció en los EEUU como “casería de brujas”. Por extensión, el término macarthismo se acuñó para describir específicamente a la intensa persecución anticomunista que existió desde 1950 hasta 1956, momento en el que se le empezó a conocer popularmente como “Red Scare”.
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Monstruoso anticomunista en los EEUU
Ernesto Vera, quizás sea el periodista cubano que mejor ha sabido internarse en los más intrincados vericuetos para desentrañar los horrores cometidos por la SIP. Como estudiante sobresaliente de Ciencias Sociales en la Universidad, tuvo conciencia del papel de un revolucionario, convicciones que lo llevaron a integrarse al Movimiento 26 de Julio (M-26-7), organización política y militar creada por un grupo liderado por Fidel Castro que lamentablemente falló en su primer intento de tomar el Cuartel Moncada en 1953. En su trayectoria se anota haber sido fundador y sub-director del Diario Granma, Presidente de la Unión de Periodista de Cuba (UPEC) de 1966 a 1986, y Presidente de Honor de la Organización Internacional de Periodistas (OIP) y de la Federación Latinoamericana de Periodista (FELAP). En el año 1999 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de toda su vida.
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Estudio a fondo la inherencia de la CIA en la SIP
Desde años, Ernesto Vera, trabajó en “Aldabonazo” ( órgano del M-26-7), periódico que después de desembarcar el yate Granma en 1956, cambio de nombre llamándose a partir de entonces “Revolución”, en reconocimiento a Fidel como jefe de la expedición donde venía acompañado de 82 combatientes Según importantes críticos se considera a Vera como uno de los mejores investigadores en el tema del verdadero complot que permitió el secuestro de la SIP, cuyo concepto original, como hemos dicho antes, se remonta a la propuesta expresadas en 1889,y, luego, en un primer congreso panamericano de periodista ocurrido en 1926.
Vera cuenta como entre 1943 al 1950, se realizan varias conferencias, donde sus integrantes planteaban criterios que lucían inconciliables por su naturaleza clasista. Recuerda que en la reunió de la SIP de 1946, que se desarrollo en Quito, Ecuador, tres personajes representaron a Estados Unidos. Dos eran altos oficiales de los servicios de inteligencia: Jules Dubois y Joshua Powers. El tercero, Ton Wallace, era un alto funcionario del Departamento de Estado. De los tres espías norteamericanos, se dijo que Dubois era el único a quien podía reputarse como periodista. Reportero en los años 40 del entonces influyente “Chicago Tribune, Dubois también se hizo celebre por su capacidad de aparecerse repentinamente en el momento indicado. Así fue como realizo su cobertura más impactante en Guatemala, en 1954, cuando el gobierno progresista de Jacobo Arbenz fue victima de una operación montada por la CIA, con la elocuente participación de agentes como David Atlee Philips, E. Howard Hunt y David Morales. Años más tarde, Dubois habría revelado en entrevista a la Revista Time, que Carlos Castillo Armas, general guatemalteco de reserva que realizó el golpe, había sido su alumno en la academia militar de Panamá donde Dubois fungía de instructor.
La SIP prisionera de la CIA
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) fue creada el 17 de diciembre de 1947 por el Presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, sustituyendo así la Oficina de Servicios Estratégicos Office of Strategic Services (OSS) de la Segunda Guerra Mundial. En 1949 se le otorgan poderes a la CIA para investigar sin necesidad de autorización judicial, expedientes administrativos y fiscales. Entre sus funciones también está la de penetrar y controlar los medios impresos, a objeto de ponerlos a su servicio incondicional. Fue mediante un trabajo previamente planificado por la CIA, que lo magnates de medios impresos dan el putsch en la ciudad de Nueva York. Dubois y sus cómplices se habían encargado de persuadir a los integrantes del congreso de la SIP reunido en Quito, para que la próxima reunión se efectuara en la ciudad de los rascacielos.
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Jules Dubois, gangster del periodismo
No por azar Dubois es considerado el “gangster del periodismo”. A él se atribuye la maniobra de convertir en 1950 a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en una filial de la CIA. Allí en Nueva York se cambiaron los Estatutos de la SIP acordados en La Habana y ratificados por las asambleas siguientes efectuadas en Caracas y Quito. Y se cambió el rumbo de la SIP. A partir de entonces, Jules Dubois, quien presidió su Comisión de Libertad de Expresión y de Información, movió todos los hilos de ese mecanismo para que se pusiese al servicio de la política imperial de Estados Unidos. Hasta ahora, la SIP representa el cartel continental de la desinformación, agrupando a más de 1.300 periódicos y revistas de Estados Unidos, Canadá. América Latina y el Caribe. Se trata pues de una organización de propietarios de medios ampliamente legados al lavado de dólares, vínculos con el narcotráfico y paramilitares, así como también al chantaje de gobiernos neoliberales corruptos. ¿Podrá creerse en delincuentes de cuello blanco que integran la SIP? ¿Por qué Chávez permite que gángsteres de la peor calaña ofendan el suelo patrio con eventos auspiciados por estas ratas inmundas de cañería?
kameleljuri@gmail.com
