¡Que violento, diputado!

Suena el celular. Henry atiende: ¡Epa Eduardo! ¿Qué más, diputado? Si, dígame…Ajá…Tranquilo que ya varios están haciendo el ridículo de sus vidas y nadie los va a querer de candidatos. ¡Claro! Y así poco a poco hacemos lo mismo que en las parlamentarias. Bueno, hablamos. Entra al ascensor y en un papelito anota: Paciente potencial, Gómez Sigala. Pandilla, Fedecámaras. Perfil, tracalero, intrigante, casquillero y motolito. La dobla con cuidado y dice: Lo que es igual no es trampa. Aquí te espero pajarito.

Alfonso “Mano e´ pilón” Marquina está haciendo sombras mientras espera en el consultorio oficina del CEN de AD. De pronto Henry entra y lo sorprende tirando un golpe bajo de derecha. Se sonríe y a modo de saludo le dice: ¡Cuidado con un gancho de izquierda! El aludido se endereza, levanta la quijada y responde malhumorado: Hay que estar preparado contra la violencia del Reegimen y las hordas chavistas.

Henry suspira recordando sus tiempos de cabillero y prosigue: ¿Y qué lo trae por aquí, diputado? Bueno es que María Corina me dijo que aquí estaban dando unas terapias muy buenas contra el stress en la AN. La verdad es que yo no quería venir pero al final ella me convenció. Esta vez Henry se carcajea y suelta: ¡Esa diputada si es verdad que es safrisca y refistolera! Yo le dije que tengo la agenda llena, pero vamos a hacer una vaina. Yo te ayudo con tu trastorno si me enseñas unas cuantas combinaciones, porque se la tengo jurada a los lechuguinos ¿Tamos?

Alfonso lo ve largo y responde: No me gustó eso del trastorno, me parece ofensivo de tu parte que empieces tratarme como un loco. Henry hecho el pendejo se coloca detrás del sillón y le dice: Eso es jerga profesional, diputado. Cálmese, que para la próxima sesión le prometo que pongo en aquel rincón un puching ball. Alfonso, sin dejar de verlo, se dirige despacio al sofá y se recuesta.

Henry rueda el sillón y prosigue: Mire diputado, la violencia es el arma de los que no tienen razón. Lo cual no quiere decir que usted no la tuviera al calentarse en plena Asamblea Nacional. Yo vi el video del peo cuadro a cuadro y le voy a decir algo, grado 33. El verdadero violento fue Eduardo Gómez Sigala porque él empezó a empujar al otro diputado contra usted, obligándolo a responder. Aquí entre nos le digo que así actúa siempre esta gente de FEDECAMARAS, azuzando y manipulando a los demás. Ellos son quienes promueven desde las sombras la violencia. Después se hacen los pendejos y dejan a uno metido en un berenjenal. Y Usted no masca pa´ come casquillo, diputado. Aprenda como Julio Andrés que ahorita anda mansito.

Alfonso se incorporó y empezó a chocar los puños mientras decía: ¡Ay Eduardito, deja quieto que me vuelvas a empujar en la Asamblea! Henry le advierte: No, no, no diputado, ni se le ocurra. Si quiere lo espera en la esquina de Coliseo. Mire, es mediáticamente inconveniente que nos pongamos como unos bachacos entre nosotros mismos en el hemiciclo porque se nos cae la tesis de que ellos son los violentos. Alfonso le da unos codazos al sofá y le dice alterado: Mira vale, tú sabes cómo es la vaina, que yo no tengo chicha en las venas y a mí no me empuja ni Mazuco. Se levanta y sale dando un portazo. Henry abre la puerta y le grita: ¡Ahora bajas a pie, gran carajo! Cierra rapidito y pasa el seguro.

Agarra el celular, llama a María Corina: Ajá diputada, con usted quería hablar. Mire ¿Por qué salió de frasquitera a decirle a Alfonso Marquina que viniera para acá? Ese loco casi me agrede en mi oficina ¿Cuál falta de respeto? Lo que pasa es que usted es muy sifrina ¿Mi suegra? ¿Aló?

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Plácido Delgado


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