LOS MATAVOTOS (Año IV)

Pildoritas 159

Los hay que van a las marchas, los hay mimetizados, los hay infiltrados, los hay tarifados, son los que convierten a las instituciones en armas mata-votos a veces bajo la complicidad omisiva de quienes han sido colocados por la Revolución en cargos  de los llamados de confianza, para que velen por el cumplimiento de los objetivos de un gobierno que en la cabeza del excepcional líder que tenemos, lucha a brazo partido y se parte el lomo y hasta  casi se le va la vida por demostrar que las bondades del socialismo no son sólo palabras sino hechos concretos.

Es frustrante tener que comprobar en carne propia y ser testigo de los que otros tienen que soportar al caer en manos de funcionarios inescrupulosos, sin mística de trabajo, expertos en colocar obstáculos a quienes por necesidad tienen que recurrir a los servicios en los organismos públicos, sucede en todas las instancias que requieren de trámites, en Alcaldías, Gobernaciones, Organismos nacionales, Bancos y hasta en las cadenas de mercadeo de alimentos como MERCAL  PDVAL  y BICENTENARIO. Se les nota de entrada en su cara en la que parecieran reflejar un dolor de muela, el lugar de la satisfacción de ofrecer un servicio óptimo y expedito a  quienes indirectamente les pagamos sus salarios.

Lo que aquí afirmo, no lo digo yo, se puede leer en las numerosas y continuas denuncias que salen publicadas en los medios no solo de la derecha sino incluso en los nuestros. En esta página lo `podemos leer muchas veces. Son los culpables de las protestas, son quienes demoran con premeditación y alevosía cosas como el simple trámite de una solicitud, que hasta en los manuales internos se establecen con plazos específicos, son quienes se escudan en ilógicas disposiciones sindicaleras, son los que le hacen el juego a una derecha  sin proyecto ni mensaje que pueda superar los hechos del gobierno Bolivariano a pesar de ellos, le hacen mucho daño al proceso, son los culpables de que militantes del partido de la revolución se hayan abstenido en un número superior a los 3 millones en la única derrota que hemos sufrido cuando la reforma, son los llamados por el nunca bien recordado General Muler Rojas alacranes, que los hay de todos los tamaños y dispersos en todas las instancias. Son los mata-votos a los que habría que inventarle una especie de insecticida, o una efectiva especie de quimioterapia, como la que con la ayuda de Dios hizo el milagro en el cuerpo del Líder, máxime cuando la Revolución, en menos de un año, va a ser sometida a una nueva prueba de fuego que podría ser definitiva si esos parásitos se salen con las suyas-

yuviliz40@hotmail.com



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Saúl Molina Z


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