La oposición venezolana no abandona su conducta tramposa y manipuladora. A lo largo de estos trece años han construido un discurso político lleno de falsedades e inexactitudes, las cuales han logrado convertir en paradigmas para sus seguidores. Basta con escuchar a cualquiera de sus dirigentes o a las personas que se identifican con la derecha venezolana para ratificar lo expuesto al inicio de este artículo.
Opiniones como “aquí no hay democracia”; “queremos un país libre”; “abajo este régimen comunista”; “Chávez es un dictador al servicio de Castro”; “aquí no hay libertad de expresión”, han alimentado la retórica oposicionista y han logrado convertirlas en representaciones sociales en el colectivo que adversa al Comandante Chávez. Forman parte de un conocimiento del sentido común que se asocia a los valores que caracterizan la composición cultural de ese sector.
Ahora bien, surge la siguiente interrogante: ¿qué razones científicas y objetivas, en el campo social, justifican la veracidad del discurso de la derecha venezolana? Ninguna. Han hecho creer a sus seguidores, con la determinante ayuda mediática, que ciertamente vivimos en una dictadura, con signos comunistas. Valdría la pena escudriñar en los conceptos y dimensiones ideológicas que constituyen la cotidianidad discursiva de la oposición venezolana para identificar sus permanentes contradicciones, sus falsedades y manipulaciones.
Sin lugar a dudas, en este país se vive una profunda democracia, caracterizada por la participación protagónica del pueblo, tal cual lo establece nuestra CRBV. Las libertades públicas se ejercen plenamente, en concordancia con la observancia de la norma y el principio constitucional de la justicia social. El proceso revolucionario y su gobierno asumen la proposición del Socialismo, ejercicio sustentado en una legitimación reiterada otorgada por la soberanía popular. La revolución bolivariana ha logrado construir una mayoría, que conjuntamente con el Estado, desarrollan una supremacía democrática respecto del sector opositor. El gobierno bolivariano impulsa y desarrolla un proceso de integración latinoamericana y caribeña, la cual asume como una necesidad estratégica, antiimperialista y democrática para el desarrollo soberano de nuestros pueblos. La libertad de expresión se realiza a plenitud y con mayor vigor que en los gobiernos de la IV república. Se ha privilegiado la atención fundamental al ser humano. Sobre todo, a los sectores pobres del país. Se ha transformado la distribución de la riqueza, privilegiando la inversión social para conquistar un equilibrio social que permita un buen estado en las condiciones materiales y espirituales de nuestro pueblo. En fin, son muchas las respuestas para dar al traste con las falsedades, inexactitudes, imprecisiones y manipulaciones por parte de la oposición venezolana.
Sin dejar de reconocer el esfuerzo organizativo y la voluntad unitaria en las elecciones primarias de la mal llamada MUD, una vez más la conducta antiética de la oposición se hace presente. En sano juicio y pensamiento lógico, nadie podrá justificar con razones decentes porque se violentó el principio “un elector un voto”. La máquina capta huellas funciona como una alcabala para impedir que un elector sufrague varias veces utilizando varios artificios. Esta práctica era común en los sufragios montados por AD Y COPEI. El mantenimiento de los libros de votación por un periodo de tiempo se justifica para preservar elementos de veracidad y consistencia respecto de los resultados electorales. Sin embargo, la cúpula opositora acordó incinerar los cuadernos para borrar todo vestigio de participación, utilizando la burda argumentación de evitar una nueva lista que lesionara la libertad de conciencia y política del elector opositor. Esta actitud abona a la trampa, a la mal llamada viveza criolla. Me pregunto si la comprobación de los tres millones de votos al país habría sido más contundente que la conducta piro maníaca de la MUD. Todo esto, acompañado de un anuncio de los resultados electorales que técnicamente resultan imposibles. Para continuar con su conducta manipuladora, han querido imputar los resultados al CNE, a sabiendas que el organismo electoral solo prestó las máquinas, asesoramiento y cuerpo técnico. La transmisión de la data a las 6pm la realizó la oposición. Las respuestas defensivas a este nuevo fraude han sido muy irresponsables y poco serias. Además, las encuestas que dieron a Capriles Radonsky el favoritismo para ganar las primarias, son las mismas que tienen a Chávez desde hace algún tiempo como el lógico ganador de las elecciones del próximo 07 de Octubre. Y entonces?
Por otro lado, las primarias de la MUD ratificaron la fortaleza democrática que existe en nuestro país, desmoronando uno de sus pilares discursivos. Terminaron reconociendo la institucionalidad del poder electoral y las FABN, que hasta el domingo constituían parte del entramado chavista para mantenerse en el poder. Ojala, la oposición se mantenga en el cauce democrático y acepte los resultados del 07 de Octubre
La revolución bolivariana debe continuar apuntando en esta confrontación de ideas. El razonamiento ético y político que configura nuestro accionar, nuestro discurso, es mucho más convincente que las manipulaciones y contradicciones de la derecha venezolana. No volverán
Jesús Álvarez
jesusalvarezg1@hotmail.com
Educador