La plutocracia tiene aspirante a dictador

Tres millones por el buche (III)

Creo que nuestros medios de comunicación tienen un reto ineludible. Esta va a ser la campaña electoral más mediática, no solo de Venezuela sino del orbe. Es demasiado importante como para improvisar o cometer errores. Capriles Radonsky habla de “borrón y cuenta nueva” y quiere posicionar en la mente de las votantes que el pasado somos nosotros y ellos el futuro. Sabemos que no es así, pero ya los medios, sus medios, lo multiplican todo el día y a cada rato. Las empresas mediáticas de la plutocracia están haciendo campaña electoral desde hace años y siempre el Líder Comandante se ha quejado de las fallas comunicacionales de la Revolución, teniendo que dar directrices sobre cómo promocionar los logros del proceso. Constantemente nos pisamos la manguera mientras la oposición se empeña en rasparle un fósforo al país. No pretendo establecer pautas, pero nuestro sistema de medios revolucionarios tiende más a la entropía que a la sinergia. Sintonía, compas, sintonía.

Henry Ramos Allup declara, cual novia de pueblo embarcada, que Capriles “ganó porque tuvo más acceso a los medios”. Se hace el bolsiclete ante las cámaras, pues no se trató de mayor acceso sino que la plutocracia utilizó sus medios de comunicación para montar su show electoral interno y Henry sólo fue uno de los cabronzuelos de esa trama. Eso hay que decirlo y machacarlo. Los adecos tenían el 60 % de los “testigos de mesa” y su trabajo esta vez no era que “acta matara voto” sino que, expertos en las artes de la manipulación electoral que son, aseguraran que la aplicación del plan 12F (F de FRAUDE) se concretara. Él ya negoció contratos en gobernaciones y alcaldías. Dádivas de la Plutocracia a sus serviles.

La guerra de aquí al 7 de Octubre no es de cuarta generación, es una guerra encarnizada donde los cañones mediáticos serán el arma fundamental. No me refiero a una contienda electoral de altura sino a que la lanzadera de mierda será descomunal desde los predios de la derecha. Esta vez la guerra es para desacreditar al Estado y dar un golpe. Incluso, en el pasado, hemos sido testigos de sus auto atentados reales y virtuales. El último, con regaño de mami incluido.

La plutocracia quiere ser sistema de gobierno. Ya lo intentó con golpes, paros y guarimbas.

La plutocracia quiere arrasar con la Revolución. Para ello, promete continuar los programas de gobierno (Misiones temblad).

La plutocracia quiere borrón…del Socialismo y cuenta nueva…. de PDVSA.

La plutocracia quiere que en el futuro el chavismo sea pasado ¡Cuídate, Hugo!

La plutocracia quiere ganar las elecciones pero no tiene votos. No importa, los fabrica y se los hace tragar a los incautos.

La plutocracia no tiene un líder democrático. No importa, tiene engendros fascistas, utilería, maquillaje y propaganda subliminal.

La plutocracia no tiene Fuerza Armada. No importa, contrata mercenarios y clama por marines.

La plutocracia quiere, siempre quiere y punto. No se atiene a elecciones democráticas auditables.

Solo hay algo que detiene a la plutocracia: El Poder Popular.

Por último. Son ellos quienes tienen tres millones en el buche y en este momento no hallan cómo digerirlos. Se dicen más y ya Chávez sin haber entrado en batalla, los tiene locos. Recuerdo aquel frenético reingreso de su bancada a la AN bajo el lema “somos mayoría”. Parece que fue ayer.

placidordelgado@gmail.com


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Plácido R. Delgado


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