(O de los golpes bajos de la oposición)

Las falacias de un obispo

     Es este obispo carreño de la llamada godarria, Eduardo Herrera Riera si es gracioso. O, en todo caso falaz. Creo que recorre a un vicio lógico en la teoría a de la argumentación, a saber a la falacia de la autoridad (falacia ad baculum ) y a la falacia de conmiseración (falacia ad misericordiam ); esto es, que el obispo valido de su condición de supuesta  autoridad eclesial  y que ya no aplica por haber  renunciado   como establece el Derecho  Canónico y es obispo en merito, o sea que no pastorea sino a su alma particular, aunque se crea armado de autoridad teológica y dueño de una supuesta sana doctrina antropológica y ética, esto es, maestro en las claves de la razón práctica ( ética, estética y política). Sin embargo, ay, vuelve a caer en otra falacia (falacia ad  misericordiam ), pues odiosamente habla como un desahuciado, estilo argumentativo falaz al que no recurrió ni siquiera el santo Job y llega a autodefinirse de la siguiente manera:  “… Soy un esqueleto ambulante, me llevan en silla de rueda”, etc. (Diario El Impulso, 10-04-12, pag D-4) pasa luego a realizar un retrato moral, antes que el Comandante Presidente Chávez se retrata así mismo: como persona y como clase social burguesa, propietaria y latifundista ámbito en la que parece se siente muy cómodo  en la Cuarta República que entiende como la del orden social justo y hasta como la Ciudad de Dios (Civista Dei).

     Por  cierto, al respecto puede leerse con provecho el libro Carora del también oligarca (?) Cesil Álvarez, quien hace un análisis de sí mismo y de su contexto  socio histórico donde pone de relieve la mentalidad clasista de esa elite de luengos  apellidos de la godarria cardeña ( supuestos  godos caras coloradas ) y describe también la precaria condición de pobreza  centenaria que ha padecido la familia campesina del lugar, habla también de las luchas que en defensa del campesinado desarrollada el conocido autodidacta y educador popular  Cecilio zuvillaiga Perera,  Don Chío, a través de la prensa regional y local (Diario El Caroreño  y El Impulso ), así como también con la organización de ligas de asistencias mutuas campesinas, como también sindicatos, inspirados en propicios de justicia social extraídos de marxismo y cristianismo, que llamo “Jesuscristismo” . La denuncia social y política realizada por este caroreño  universal, como lo bautizara Juan Páez Ávila en la biografía que escribiera  cuando este tránsfuga era de la izquierda,  asimismo  según  Hector Mujica fue Don Chío Zuvillaga Perera uno de los precursores de la Teología de la Liberación por fundamentar filosóficamente su activismo periodístico y social en Carlos Marx y en tesis del evangelio de Jesucristo, Teología a la que por demás el antiguo Papa y conservador Juan Pablo segundo reconociera como legítima y necesaria en la praxis del cristianismo en las comunidades populares en una famosa instrucción de 1984, y que es fama elaborara el hoy también Papa Benedicto XVI  pero que el obispo Herrera Riera ignora y nunca asumió como parte de su acción pastoral .

     En todo caso entiendo que el obispo  emérito de marras puede escribir sus cartas personales cuantas veces quiera en su agonía para aliviar su conciencia, ya que a tenor de su propio discurso: “ todo eso me da la seguridad de que mi muerte está muy cerca ” pero como cristiano considero que un obispo no puede hacer lo que los franceses llaman de acuerdo con Pierre Bourdieu  en su libro Argelia juicio de intención, esto es pretender examinar la recta intención de los actos de un individuo, introduciéndose sin derecho en el  mundo  subjetivo, introducir dudas y jugar malévolamente los actos humanos a semejante al publicano y pecador en la puerta del templo, se entiende que un obispo es maestro en la fe en incardinado con es magisterio de la iglesia pero cuando habla de cuestiones “ temporales” su juicio carece de valides ya que esto corresponde a determinada ciencia sociales, no a cuestiones de fe y en consecuencia sus criterios suelen ser refutables, hay no vale argumento de autoridad alguno.

     Finalmente el obispo Emerito de carora sermonea sobre l soberbia, habla del pecado de la soberbia, pecado capital que atribuye al presidente, otro juicio de intención que no hace sino retratarlo a el mismo como persona, a ese obispo pues; pero es de recordar como dice mi amigo Julio un ex sacerdote amigo mío  que pocas personas son tan soberbias como los curas y obispo, se creen guardianes de una cierta verdad revelada que tienen en  ellos  a sus agentes óptimos. Nadie en la parroquia o diócesis les puede contradecir porque empiezan a lanzar anatemas o descalificar y argumentar falazmente (argumento ad homini).

     Pero aún así lo que me parece más triste es que el obispo Eduardo  Herrera Riera luego de su jubilación ahora esta “incardinado” con los sectores de la oposición Política Venezolana, con la MUD y sus secuaces local y regional, y hace comparsa con quienes pretenden soliviantar a sectores confundidos de la población , crear desencantos, y termina así como un tonto útil; pero en fin me imagino que ahora tendrán entre sus consejeros y confesores al actual Administrador Apostólico de la diócesis de Carora, un sujeto mal entonado y sordo quien en homilías dominicales transmitida por la popular radio Carora no habla sino contra el Presidente que uno no exclama sino  con Carola Chávez “Que pena con ese señor ” ¿ Donde habrá extraviado la sana doctrina cristiana? Lo cierto es que esta oposición política esta desatada y da golpes  bajos.  

luissaavedra2004@yahoo.es

 



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Luis Saavedra

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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