La oposición, en su campaña descalificadora y sucia, le ha endilgado de todo a nuestro Presidente Chávez, le ha llamado dictador, autócrata, mandamás, violento, jefe supremo y sin compasión del PSUV, del gobierno, de todos los poderes públicos del país. Que si no se hace lo que él dice, maldice y castiga. Que absolutamente nadie se pude oponer a sus ideas, nadie puede llevarle la contraria. Pero con los escándalos internos recientes de la MUD, queda demostrado una vez más que las cosas no son así, todo lo contrario.
Bastó que los opositores De Lima y Williams Ojeda declararan a los medios que no compartían los planes de gobierno de la MUD, por considerarlos neoliberales y, en consecuencia, anti-pueblo, para que de inmediato, sin abrir ninguna averiguación, sin invitarlos a conversar sobre sus puntos de vistas, sin el más mínimo signo democrático de conciliación, fueran considerados traidores, expulsados y sometidos al escarnio público. En el caso particular de Ojeda, diputado por UNT, vicepresidente de esa tolda política, no se habló si quiera de abrir una averiguación a través de un tribunal disciplinario, no. Tampoco de invitación al cogollo del partido para debatir sobre sus puntos de vistas. De inmediato Marquina, amado compañero de fórmula de Ojeda, salió en los medios y lo execró del partido. Allí no se dejó ni siquiera el espacio para la duda, la presunción de inocencia, nada. Botado pal carajo y más na!. Con energía ejemplarizante. Sin temblor de pulso. Sin juicio. Directo al paredón y pum pum!. Bueno, eso no es autocracia, eso no es dictadura, eso no es violencia. Ese es el camino.
Sin la más mínima vergüenza periodística y faltando al principio ético de la veracidad, irrespetando la libertad de ideas y de expresión, todos los medios opositores enfilaron con fuerza sus líneas sobre estos dos personajes de la oposición, ya considerados traidores. Kico, Carla y el otro, por ejemplo, los arrastraron por el piso, los despellejaron vivos. Malévola triada mediática que por cierto vive en una dictadura de Chávez, donde para ellos no hay ni siquiera libertad de expresión en este país, donde todo el mundo se está muriendo de hambre, a pesar de las lujosas pintas que, cual muñequitos de torta, todas las noches ellos exhiben ante el miserable pueblo. Eso sí, en sus comerciales invitan a comprar las mejores marcas, ir a los mejores restaurantes y sólo hablan de la buena vida del jet set caraqueño. Mercantilizan y reciben pingües ganancias por criticar a Chávez, todas las noches, en “Buenas Noches”. Ese es su negocio. De eso viven. Para mantenerlo, sólo deben apoyar todo aquello que se oponga a Chávez. De allí sus posturas en contra de De Lima y Ojeda, y en favor de la MUD.
Más recientemente, dentro de ese resquebrajo de la MUD que, debo confesar, nos tiene sorprendidos a todos, pues la famosa unidad se está desvaneciendo, aparece un connotado joven diputado recibiendo un dinero en un video donde la palabra Capriles es mencionada varias veces. Ese joven diputado, Juan Carlos Caldera, es uno de los miembros activos de la MUD, que ostentaba el cargo de ser el representante de dicha organización ante el CNE. Es decir, uno de los hombres claves, de confianza de la MUD. Bastaron 55 minutos, después de la aparición del video en los medios de comunicación, tal como lo dijo el noticiero de Globovisión, para que el “demócrata” Capriles Radonski, el pregonero de la unidad en Venezuela, el que va a traer la paz, la conciliación y la armonía entre todos los venezolanos, de un sólo golpe él solito, sin más nadie en la mesa, decidiera y expulsara al triste celebre diputado.
No habló, el candidato de la presunta paz y armonía, en su iracunda intervención antes los medios del país, de haber hecho todas las averiguaciones, el debido proceso, de la invitación del amigo para saber su versión. No, nada de eso. Yo, así dijo el candidato de la “ultra democracia”, he decidido. Y su decisión, sin poder ser apelada, refutada o consultada fue expulsar al diputado de todos los cargos que ostentaba en la MUD. Diputado que por cierto, según se presume del video, le estaba haciendo una diligencia a él. Eso me recuerda el caso de la gobernación del Delta Amacuro durante uno de los gobiernos de la IV, donde metieron preso al portero de la gobernación por corrupción de una astronómica suma de dinero. El verdadero culpable siempre le pedía el favor al portero para que le cobrara en el banco unos cheques. Fue condenado por corrupto y paró en la cárcel el pobre portero.
Como una cadena, poco después, ejecutando la orden del candidato presidencial de la MUD, la organización política del diputado, la organización cuyo nombre se refiere a eso “Primero Justicia”, con la mayor injusticia del mundo, execró al pobre y lastimado hombre. Aquí tampoco se abrió primero una averiguación y se condenó después. No, se aplicó: dispara primero (¿Justicia?) y averigua después. Simultáneamente, por orden de la mesa democrática y de su máximo líder, en todas partes, todos los políticos, que hasta ayer abrazaban y tal vez besaban al pichón promesa política de la derecha opositora, condenaron al diputado y alabaron la postura inquisidora de su candidato presidencial, el dictador Capriles.
Al menos, nadie de la oposición se atrevió a pedir una reconsideración de posturas sobre las drásticas decisiones tomadas, que se averiguara bien para decidir después. Claro, ahora todos le tienen pánico al autócrata. Nadie se atreve a discreparle al candidato presidencial, a la MUD. Ya saben de lo que es capaz su candidato si alguien se le atraviesa por el medio. Ya han sentido las retaliaciones durante todos estos días. Están asustados por el atropello que han sufrido sus compañeros de mesa, sólo por pensar un poco distinto. Como dijimos, sólo adulaciones y alabanzas para el dictador, por la manera como actuó y habló, fue lo que vimos y oímos.
Similar tratamiento recibieron por parte de la autocracia mudista, los dirigentes de los cuatros partidos oposicionistas que por ser excluidos, sin darle participación alguna en la mesa de la unidad, decidieron retirarle el apoyo al avizorado dictador. Ahora son ridiculizados por la MUD, denominados insignificantes, minúsculos, sin importancia. Tratamiento despótico, propio de estructuras oprobiosas.
Está mostrando las uñas y los colmillos el monstruo que ha venido engendrando la ultraderecha, ahora con mayor experticia; adquirida cuando asaltó la embajada y persiguió a los chavistas durante la breve dictadura del 2002. Con estas autocráticas acciones está entrenando, con la esperanza de llegar a la presidencia del país y aplicar todos los decretos que quedaron pendientes de su ídolo, su mentor, el ex dictador Carmona: eliminar todo lo que sea democracia y beneficio para el pueblo, “de un sólo plumazo”, como lo así lo tituló con alegría El Nacional ese oscuro abril de 2002 en su versión digital. Y que nadie proteste, porque entonces será fusilado!.
(*) Profesor Titular, ULA
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