Ramón Guillermo; tus galimatías constitucionales no sólo confirman tu desvarío etílico, sino que subrayan tu irresponsabilidad política, esa que condujo a los incautos que en ti confían, al profundo barranco moral en el cual los abandonaste luego del 7 de octubre del 2012. Más de seis millones de personas creyeron, tú los indujiste, en el triunfo de tu patrón de turno, Capriles Radonsky. A Henry Falcón lo tienes jugando banca en la estacada, porque es muy tierrúo, no pertenece a tu clase media, no luce en el Country Club ni en las butacas VIP del Antonio Herrera, no pasó de sargento, y sargento no le gana a General golpista, ni a burgués de verdad, verdad.
Ramón Guillermo; en tu desvarío confundes deseos con realidades, alucinas. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela no amerita tu interpretación, ni siquiera en utópicas condiciones de sobriedad absoluta y prolongada. Para leer y entender la Constitución, las leyes, el catecismo, o Condorito, no bastan zafios intelectos en remojo, o dry, lo único que hay que tener en principio, es buena fe, y esa, la proscribió Caldera en Copei desde el Pacto de Puntofijo, así que por muy centrista que te autoproclames, es más fácil que pases por el ojo de una aguja, que confiar en la transparencia de cualquiera de tus intenciones.
El artículo 231 de la Constitución establece el día; 10 de enero, el lugar; la Asamblea Nacional, el modo; juramento, pero además advierte sobre el azar y sus leyes cósmicas, e instituye el motivo sobrevenido, la contingencia, la circunstancia adversa, es decir; otra fecha, otro lugar, léase bien, OTRO LUGAR, e incluso, ¿por qué no?, otro modo, un acta de sesión plena, un pronunciamiento de la Sala Constitucional, para que, luego de superado el impedimento, se cumpla la formalidad del juramento ante la Asamblea y ante el pueblo.
Por otro lado, Ramón Guillermo, el motivo sobrevenido no es -todo estafador confía en la estupidez del estafado-, la enfermedad del Presidente Chávez, el motivo sobrevenido es la convalecencia luego de una intervención quirúrgica, ¿oíste Aveledo?, LA CONVALECENCIA, y esa misma razón debería bastar para que, por un mínimo recato mediático, cerraras tu bocota y dejaras la jaculatoria con el 233. No hay, en las circunstancias que motivan tu prevaricar, ni asomo de falta absoluta, Hugo Chávez está vivo, convaleciente pero vivo, Maduro está en pleno ejercicio de sus atribuciones constitucionales, no han transcurrido 30, de los días prorrogables a 180, concedidos al Presidente para su tratamiento en Cuba, en consecuencia, sólo a un beodo se le puede ocurrir que la Asamblea Nacional considere la falta absoluta, sólo bajo delírium trémens y aconsejado por Antonio Ledezma, pudiste vislumbrar a la Asamblea Nacional designando junta médica que certifique la capacidad de Chávez.
Resígnate, don Ramón, aquí o en nuestra Embajada en Cuba, en la Asamblea Nacional o ante el Tribunal Supremo de Justicia, el 10 de enero o cuando sea, Chávez asume la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. En última instancia, únicamente la Sala Constitucional, puede y debe, cuando sea perentorio, interpretar nuestra Constitución, ella tiene la última palabra, mientras tanto, resígnate e intenta llevar con decencia tu vocería de ultra derecha, es difícil, pero inténtalo al menos.
¡Ah!, por último: Chávez no es Presidente de la derecha, como afirmaste en Globovisión el viernes, ustedes, con Allan Brewer Carías de eminencia gris, decretaron un vacío de poder, forjaron una renuncia, ungieron a un payaso, apoyaron el paro genocida, las guarimbas fascistas, y ahora quieren impunidad para los asesinos de Puente Llaguno y de Danilo Anderson. Todos los presidentes de derecha, tus presidentes, están muertos, enterrados, y ninguno merece el Panteón.
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