El derecho a protestar y a manifestar es una acción unida indiscutiblemente a la democracia, pero las protestas deben responder a una causa noble y no al servicio de quienes desean entregar la soberanía y la independencia del país a una oligarquía que desea ser nuestra administradora colonial.
Al parecer muchos de los fascistas y opositores manipulados en el país conocen las leyes a medias, como por ejemplo, el artículo 68 de la Constitución Bolivariana de Venezuela: “Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar (…)” hasta ahí, puede ser utilizado por cualquier individuo, para guarimbear, destruir propiedad de la nación y alterar el orden público, con la excusa de que están amparados por la Carta Magna (Ordenamiento jurídico, que por cierto, muchos opositores aborrecieron y rechazaron, cuando fue aprobada por el pueblo venezolano en 1999), sin embargo, el primer párrafo del artículo dice: “Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley.
Es importante recordar que, manifestar libremente es un logro conquistado por nuestra actual Constitución Bolivariana, pues antes de 1999, estos actos aún siendo pacíficos, eran vilmente condenados.
Remontándonos en los actuales hechos violentos que se han suscitado en el país, me gustaría saber, sí en las manifestaciones pacíficas los protestantes pueden tener bombas molotov, entre otras armas, que para las dudas de cualquier persona quedaron claramente filmadas mientras se destruían instituciones públicas como la Fiscalía General de la República
También me causa gran intriga saber, sí en las marchas las personas pueden expresar con odio y disociación las ganas de matar al Presidente de la República e insultar a todos las autoridades gubernamentales. Aunque un pequeño grupo de la clase privilegiada diga a diario, a través de los medios de difusión, que no tenemos libertad de expresión en Venezuela, nuestra hermosa Constitución nos ampara para expresarnos libremente en su artículo 57, y explica que no podemos ser censurados, pero hay que responsabilizarse por los comentarios y expresiones emitidas.
Por otro lado, los requisitos que establece la ley para gozar del derecho a manifestar están estipulados en la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones, y en el caso especifico de Caracas, lugar donde se realizó la supuesta “marcha pacífica de la oposición” el pasado 12 de febrero, la Gaceta Municipal, número 22.103 del 25 de enero de 2002.
Entonces, esto claramente dilucida que sí se violó la Constitución, pues también tenemos derecho al libre tránsito, como lo expresa en su artículo 50. No creo que la oposición necesite cavilar tanto como para entender que para realizar marchas en el país, sí se necesita una permisología, la cual como explicó el Alcalde del Municipio Libertador, Jorge Rodríguez, no fue autorizada, pues ya se conocía la intención desestabilizadora para generar violencia en el país. Irrisoriamente, los medios privados han titulado que el “régimen” chavista de Maduro acaba de imponer que hay que pedir permiso para marchar. No olvidemos que todo tiene un límite, incluso, la libertad.
Verdaderamente, es absurdo que quienes creen que salen a las calles a defender la “democracia” venezolana, intenten a través de hechos desestabilizadores y criminales derrocar a un Gobierno que fue legítimamente electo por la mayoría del país.
El autoritarismo de estos personajes es tan evidente, que además de creer que su pensamiento es el que predomina en el país, no recurren a las vías legales como el Referéndum Revocatorio (artículo 72 de la CRBV) para intentar sacar a Nicolás Maduro de la Presidencia de Venezuela.
Lamentablemente, muchos opositores, que sí creen que están luchando por el país en este conflicto bélico, están siendo utilizados por dirigentes y personajes de la ultra derecha que reflejan haber sido influenciados con ideologías de regímenes políticos como el franquismo, el salazarismo y el musolinismo, quienes de manera totalitaria quieren imponer intolerantemente que las clases privilegiadas de esta sociedad son mayoría.
El paralogismo orquestado por la derecha venezolana dentro de sus propias filas continuará confundiendo y usando a muchos como carne de cañón en este plan desestabilizador. Pero de lograr su utópico cometido serían pocos quienes pasarían a administrar este país como una colonia, entregando nuestras reservas al capital extranjero.
La primera excusa para calentar las calles fue la inseguridad, ahora es el desabastecimiento y la libertad de expresión. Si la derecha verdaderamente quisiera conservar y preservar el carácter democrático de Venezuela debería demostrar por la vía electoral que desean salir de este Gobierno Revolucionario para darle paso a la instauración de una formación económico social salvajemente capitalista.
Entiéndase el extremismo como las acciones profundamente exageradas y descabelladas, como los actos violentos, intolerantes e infundamentados de muchos en el sector opositor. Por el contario, cogitar, responde a meditar y reflexionar intensamente en relación con caos que estos grupos agresivos han venido generando en nuestra nación.
Aún hay tiempo de cogitar sobre lo que están haciendo en el país, no olviden que en el 2015 serán las próximas elecciones parlamentarias, ahí, mediante el sufragio, pueden descargar toda su Arre...