Una de las enseñanzas que nos dejó nuestro Comandante Eterno, es que para triunfar en Política, es imprescindible conocer nuestra historia. Si no aprendemos nada de las experiencias vividas por nuestras anteriores generaciones, estamos condenados a repetir los mismos errores que aquellas cometieron. Quienes hoy están empeñados en derrocar el gobierno presidido por NICOLAS MADURO, utilizando para dicho propósito a grupos violentos de tirapiedras, de quemadores de cauchos y, lo que es peor, de asesinos capaces de matar seres humanos con el único fin de causar el repudio general, creyendo que dicho repudio les va a agregar partidarios, no están haciendo nada distinto a lo que en el pasado hicieron quienes igualmente fracasaron en su intento subversivo.
En Venezuela, durante las décadas de los años sesenta y setenta, toda una generación de jóvenes integrada por hombres y mujeres estudiantes, por líderes obreros y por intelectuales de pensamiento socialista, estuvimos empeñados en derrocar los gobiernos de Betancourt, Leoni y Caldera, utilizando casi el mismo método, salvo el de cometer asesinatos, pues esa repudiable tarea estuvo a cargo de esos gobiernos. Allí están los casos de Alberto Lovera, Jorge Rodríguez, Fabricio Ojeda, Noel Rodríguez, Livia Gouverner, Alberto Rudas Mezones y tantos otros que perdieron la vida torturados, lanzados de helicópteros, o asesinados en su propia casa de habitación en presencia de su madre y hermanas, como mataron a Alí José Paredes.
El propio Comandante Chávez fracasó en su intento de derrocar el gobierno de Carlos Andrés Pérez por la vía del golpe de Estado, fue derrotado y pagó en la cárcel de Yare su error, pero asumió su dirección del intento y nos dejó su “por ahora”, que se convirtió en una esperanza. Regresó a la vida civil y entonces emprendió el camino democrático. Se puso al frente de un grupo de luchadores revolucionarios bajo las banderas y la inspiración de los ideales Bolivarianos. El pueblo le creyó y le dimos la confianza y nuestro voto en 1998 para convertirlo en nuestro Presidente. De allí venimos quienes hoy nos proclamamos orgullosamente HIJOS DE CHAVEZ.
No fue fácil ni automático el proceso de convencimiento. Una larga y triste secuencia de Dictaduras Militares obedientes al Imperio Estadounidense, sojuzgó a los pueblos suramericanos. Venezuela con Pérez Jiménez, Colombia con Rojas Pinilla, Paraguay con Stroessner, Argentina con Videla, Chile con Pinochet, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y Uruguay con otros lacayos, ésa era la historia latinoamericana. Quienes vivíamos con el sueño de tener en Venezuela un gobierno verdaderamente democrático y nos inspiraban, además de los ideales Bolivarianos, las enseñanzas del hijo de un humilde carpintero de Galilea llamado JESUS, no veíamos al comienzo que un militar pudiera convertirse en el líder popular que resultó ser nuestro Comandante Eterno. Gracias a Dios la Oposición venezolana, que en el año 2002 fracasó en su intento de derrocar el gobierno que escogimos democráticamente la mayoría de los venezolanos, no aprendió nada de su fracaso y continúa empeñada en retrotraernos a la época en que nos gobernaban los lacayos del imperio estadounidense. No se han dado cuenta aún que nuestra Fuerza Armada Bolivariana, en su inmensa mayoría integrada por Oficiales y soldados provenientes de hogares de clase media, hijos de padres humildes, han tomado conciencia y nunca más se dejarán convertir en los tontos útiles de la oligarquía y de los amos de esa oligarquía que es dirigida desde Washington. Tampoco han advertido que nuestro pueblo se ha organizado.
Mientras los dirigentes de la Oposición venezolana siguen empeñados en la violencia absurda, torpe y estúpida como vía de acceso al Poder, nuestro gobierno Bolivariano y Chavista, dirigido por un obrero inteligente y honesto sigue trabajando en la construcción de viviendas para el pueblo humilde, devolviéndole la vista y atendiendo las emergencias de salud del pueblo en los CDI con la ayuda de nuestros hermanos cubanos, impartiendo educación gratuita en todos los niveles, repartiendo “canaimitas” a nuestros niños para abrirles ventanas al mundo de su progreso intelectual, reformando el sistema penitenciario para humanizar a la población privada de libertad y transformarla en personas útiles a la sociedad, incorporando miles de niños y jóvenes a nuestro Sistema de Orquestas Sinfónicas para orgullo de nuestra patria, promoviendo el Teatro, la Cultura, el Cine, la Comunicación por Radio y TV, atendiendo a nuestros deportistas como jamás gobierno alguno lo había hecho, rescatando del mundo de la droga y del alcoholismo a compatriotas que por desgracia habían sucumbido a tales vicios, aumentando cada día el número de pensionados de la tercera edad para que terminen su vida con dignidad, proporcionándole alimentación al pueblo a precios solidarios mediante Mercal, Pedeval y los Mercados Bicentenarios, incorporando masivamente a la Mujer venezolana en tareas de relevancia en la organización del Estado, cumpliendo antes del año 2015 las “Metas del milenio” propuestas por la ONU, para orgullo de todos los venezolanos.
Finalmente, si nuestros hermanos cubanos tienen más de cincuenta años resistiendo el bloqueo y las agresiones del imperio estadounidense, con intento de invasión incluida, los venezolanos que tenemos en nuestra primera guerra de independencia los ejemplos de los hechos más heroicos, como el triunfo de José Félix Ribas y sus jóvenes soldados patriotas en La Victoria derrotando al ejército sanguinario de Boves, estamos obligados a resistir, combatir y derrotar a quienes pretendan destruir la Patria que heredamos de nuestros Libertadores y que nos enseñó a amar y valorar nuestro Comandante Eterno HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS. Viviremos y seguiremos venciendo. Independencia y Patria Socialista. CHAVEZ Y MADURO SOMOS TODOS. NUESTRA LUCHA SEGUIRA POR SIGLOS.
