Desde el mismo instante que la Revolución Socialista logra triunfar en las elecciones de 1.998, con el Comandante Chávez a la cabeza, los sectores de la ultraderecha, acompañados del Imperio del Norte, banqueros prófugos y empresarios desestabilizadores, comenzaron a conspirar. Pareciera que no bastan las elecciones Presidenciales, a Gobernaciones, Alcaldías, Asamblea Nacional y Municipales, donde los resultados han sido contundentemente a favor del Proceso Revolucionario; nuevamente activan acciones, guarimbas, quema de la dependencia de la Fiscalía General de la República, destrozan plazas y atacan dependencias oficiales, ocasionando 3 muertos y más de 45 heridos, 5 patrullas del CICPC quemadas por los protestantes en la Capital y en otros estados del país, creando caos, incertidumbre, inestabilidad y destrucción. Ya basta señores, el Pueblo quiere vivir en paz , sociego, tranquilidad, seguridad personal. Durante 14 años la oposición ha actuado provocando víctimas, parece que la sed de sangre los convirtiera en vampiros humanos que están ocasionando grandes daños la Nación.
El Gobierno viene haciendo grandes esfuerzos en la búsqueda de la conciliación, la paz, el entendimiento entre el Gobierno y sectores de la oposición; lamentablemente estos esfuerzos caen al vacio ya que a la oposición sólo les interesa, sin importarle las consecuencias destructivas para el país, cumplir su meta de sacar al Presidente obrero Nicolás Maduro del poder, al igual como intentaro hacerlo con el Comandante eterno Hugo Chávez Frías.
Ahora, ¿que esconden detrás de estas acciones desestabilizadoras?
Una intervención directa de los Estados Unidos, que alienta estas acciones para finalmente apoderarse de nuestro petróleo y demás riquezas, similar a lo que hicieron en Irak, Libia, Paquistan, etc.
Existen razones para que grandes empresarios contribuyan descaradamente con recursos económicos por las siguientes razones: No les interesa que la mayoría de los habitantes de esta hermosa tierra tengan el derecho a disfrutar de una vida mejor cuando el Gobierno crea las Misiones, protege a los hombres y mujeres de la Tercera Edad, protege a la juventud, protege a los indígenas, crea Universidades, Aldeas Universitarias, beneficia a las personas con discapacidad, beneficia a los trabajadores con la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo (LOT), promulga igualmente otras leyes que protegen al Pueblo en general como la Ley de Precios Justos en contra el acapamiento, la especulación y la usura en la comercialización de bienes y servicios de primera necesidad, igualmente combate el financiamiento ilícito de los partidos políticos, sanciona la fuga de capitales, fortalece el sistema financiero nacional, eliminó el IPC, reguló los alquileres de inmuebles, ataca a profundidad las prácticas monopólicas, oligopólicasy de carterización, entre muchas otras cosas que ha hecho para dignificar al Pueblo venezolano y que enumerarlas una a una, haría muy largo este artículo.
Pero sostengo que l chispa que prendió la candela fue, sin duda alguna, la promulgación de la Ley de Costos y Precios Justos que golpea fuertemente los intereses de sectores económicos muy poderosos.
El Gobierno, en nombre del Pueblo venezolano, esta en la obligación de instrumentar herramientas que garanticen la paz y que le permita enfrentar contundentemente el caos, el desorden y la irresponsabilidad de unos supuestos “líderes” que sólo buscan incendiar al país, sin importar las graves consecuencias que eso traiga.
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