Sin máscaras, carnaval de capuchas

En la Venezuela de las contradicciones modernas; los ricos protestas, los humildes celebran y los del medio se confunden. La Patria de Bolívar, la Matria Venezuela que nos parió en su suelo, comienza a ser bombardeada contundentemente en estos días de carnaval. Las caretas y máscaras se convierten en capuchas, las recordadas bombitas de agua en molotov, las carrozas en barricadas de piedras, objetos de chatarra e irónicamente donde antes se jugaba con agua, ahora se juega con fuego y la muerte como excusa de los amarillos para acabarla en el rojo de pueblo contra pueblo.

En un extraño llamado a la “paz violenta”, aquella de protesta pacífica a plomo, piedra y ofensas, aquella que cabalga con alumnos marionetas que pelan el culo vergonzosamente en una afrenta a sus compatriotas pues las máscaras definitivas se transforman en el “show business” del golpismo real “made in Hollywood”. Figuras artísticas que fueron impulsadas en Venezuela por el pueblo humilde que les compraban sus discos, veían sus novelas o compraban sus alienantes mercancías, ahora son víctimas de esos enriquecidos y plásticos artistas sin conciencia ni sentido de pertenencia.

De los medios de comunicación es más que conocida su conspiración y sentido de contradicción, en abril de 2002, durante la masacre en las calles y el golpismo, las pantallas fueron comiquitas y hoy, 12 años después, el formato se vuelve en reversa para convertir la alegría de una mini-vacación y descanso, en una película de angustia y estrés como aquel diciembre del 2001 que fue robado por la guarimba y la anti-patria que, sin embargo, so pretexto de una lucha con el pueblo como carne de cañon en las calles, pues e disfrutaron sus navidades entre whisky y Santa Claus caribeños, neoyorkinos y europeos.

Si revisamos los grupos familiares de tradición capitalista desde los tiempos de la Real Célula Guipuzcoana, apellidos como López Mendoza, Machado Zuloaga o Capriles Radonsky vuelven por el reclamo actual de sus intereses capitales, ambiciones personales o poder para la entrega de la Patria al mejor postor imperial del capital. No es casual revisar apellidos de actuales dirigentes estudiantiles que apuestan al fascismo y derechismo radical, como Smolansky, Requesens, Scharifker, etc, y no es por xenofobia que lo digo, pero si por patriotismo, es lo que me hace entender por qué la falta de sentido de pertenencia y el por qué de tanto ataque al Tricolor Nacional y falta de nacionalismo. Tradición, familia y propiedad, así de sencillo.

En estos días que uno pensaba que les vería utilizando sus atuendos y alienantes disfraces de Batman, Superman, La Mujer Maravilla pues la verdad es que pasaron a otro nivel y se lo mimetizaron y algunos ya se creen los 4 fantásticos (la trilogía del mal más uno) o en algunos casos “Capitán América”. Da lástima ver como la ignorancia los trae sugestionados por el plástico del modelo importado que no es la solución como cantaría el cazón de tiburón, otrora poeta de la salsa. ¡Se han quitado las máscaras y las caretas, se han puesto la capucha contra Venezuela!. ¡La vida es un carnaval y la revolución amor de pueblo en cada célula!


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Larry Márquez Peralta


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