A pesar que la contra revolución ha creado una coyuntura nacional e internacional de inestabilidad extremista, la situación actual de Venezuela muestra, aun, un equilibrio social fuerte. Sin embargo, el imperialismo y la burguesía venezolana, llenos de odio y hostilidad rabiosos contra la revolución bolivariana, se han lanzado sobre ella para estrangularla. Como se muestra en el siguiente apartado noticioso.

Tras cuatro semanas de acciones vandálicas e intento de un golpe de Estado, a mano de grupos fascistas en el territorio nacional, se calcula que las pérdidas ascienden a 10 mil millones de dólares en daños materiales a la nación, informó el presidente Nicolás Maduro, este viernes desde el Palacio de Miraflores.

Los daños están contemplados en la quema de universidades públicas, módulos de Barrio Adentro, instituciones del Estado, casetas de Metrobús, destrozos a unidades de Metrobús, y estaciones del Metro de Caracas, entre otros. Fuente: aporrea/ 23/03/2014

Por otra parte, aunque las tentativas de golpe de Estado terminaron en un completo fracaso, los burgueses y el imperialismo pasaron de las guarimbas, al inicio de la guerra de baja intensidad (GBI) contra revolucionaria.

Esta (GBI) pasa por encima del llamado a la paz y lleva la tendencia a convertirse en una lucha prolongada con una base filosófica nihilista-fascista de respaldo. Esta guerra está sostenida por la burguesía y otras fuerzas político-militares regionales y vecinas que en acción, rebasan la capacidad militar de la policía local. Se combinan elementos militares y políticos (alcaldes, policías, estudiantes y terroristas contratados) para garantizar la base social que le sustenta y así hacer de la (GBI) la forma más común de confrontación que tendrá que enfrentar el ejército y la policía, de aquí en adelante.

Este es el momento clave que caracteriza el inicio de la guerra de baja intensidad contra el gobierno de Venezuela. Los derechistas fascistas combinan la lucha política abierta, el sabotaje económico, la desinformación, el control militar de barrios, asentamientos urbanos y caseríos rurales y el ataque armado al ejército para asegurar que la GBI sea la forma más cotidiana que el ejército y la policía tienen que enfrentar.

El montaje de la guerra, es el que recientemente se ha iniciado en Venezuela. Va dirigido a promover las acciones intervencionistas de países externos en el conflicto creado por la derecha, la cual destaca los problemas económicos y sociales de la clase dominante como problemas generales y busca alianzas con fuerzas y países lejos de ser democráticos son violadores de los derechos humanos, pero son aliados del imperialismo.

Este es el caso del papel de los países que han votado contra Venezuela en la OEA. Como puede leerse en los siguientes datos noticiosos:

El Consejo Permanente de la OEA decidió este viernes, con los votos de Venezuela y los países del ALBA, realizar a puerta cerrada una reunión en la que tenía previsto intervenir la diputada opositora, María Corina Machado. La decisión se tomó con 22 votos a favor, 11 en contra y una abstención…Además de Brasil, votaron por impedir el acceso de los medios y del público a la reunión Nicaragua, Uruguay, El Salvador, Argentina, Venezuela, Bolivia y los países caribeños. Barbados se abstuvo.

Ese punto fue rechazado por Panamá, que había propuesto la intervención de Machado, además de Estados Unidos, Canadá, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú, Costa Rica, Guatemala y Honduras. "No veo por qué aquí tiene que haber secretismo", cuestionó el embajador panameño, Arturo Vallarino.

“La situación venezolana ocupaba el primer punto del orden del día de la reunión, pero las delegaciones votaban si se mantenía o se eliminaba, una posición defendida por Venezuela. Panamá había ofrecido ceder su silla a Machado para tomar la palabra en otro punto de la agenda. Machado enfrenta un intento de despojarla de su inmunidad parlamentaria tras ser acusada de incitar a la violencia en las protestas que sacuden ese país desde febrero y que han dejado 31 muertos.

El caso venezolano ya fue discutido hace dos semanas en la OEA en una reunión extraordinaria del Consejo Permanente también a puertas cerradas. En esa ocasión, una amplia mayoría de los países aprobó una declaración en solidaridad con la democracia en Venezuela y las iniciativas de diálogo propuestas por el gobierno para aplacar las protestas”. Fuente: Diario Panorama.ve/ 21 de marzo de 2014

Sobre la base de semejante estado de cosas, la perspectiva del gobierno consiste en despojar a la burguesía nacional e internacional de mantener la posibilidad de hacer abiertamente la guerra contra la revolución venezolana.

La revolución venezolana tiene que marchar segura a la conquista de la mayoría de gobiernos en cada institución internacional y destruir la influencia de los viejos burócratas derechistas, corrompidos por los privilegios imperialistas.

¡Este camino a la paz, triunfará!