Ahora que se revisa los últimos hechos violentos contra el gobierno venezolano, puede cualquier observador del proceso, darse cuenta que los detenidos en Guaicaipuro con artefactos de guerra no convencional, las acciones en la Avenida Las Américas donde hirieron a Silvio Flores y asesinaron al sargento Miguel Antonio Parras, la toma militar de la comunidad El Campito, el ataque con armas de fuego a un blindado de la Guardia Nacional Bolivariana en el municipio de Caroní, en Mérida recibe dos impactos de bala un funcionario policial. En el Estado de Táchira, "Teniente Óscar Salas Escobar de nuestro EJB resultó herido con traumatismo craneal con explosivos, mientras despejaba barricadas en San Cristóbal…
Estos y muchos otros hechos violentos, que constantemente están provocando los paramilitares, sin ninguna connotación peyorativa, SON LOS SIGNOS DEL CAMBIO DE CONDUCTA BÉLICA DE LA DERECHA VENEZOLANA.
Estos hechos, ya no puede seguir siendo calificados como acciones vandálicas y criminales aunque en sí mismo lo sean. Creo que para explicar el fenómeno de violencia en Venezuela, cuenta mucho las categorías con las que se analizan los hechos. Esto ayuda a clarificar el análisis y las respuestas para superarlas.
El conflicto creado por los imperialistas y la derecha en Venezuela hay que verlo con categorías diferentes al vandalismo. Esto es el comienzo de la Guerra de Baja Intensidad-GBI.
Dado que las confrontaciones no terminan y la tranquilidad parece ser un espejismo que se rompe continuamente. La realidad es que la violencia de los paramilitares de la derecha es cada vez más cruel e interminable (franco tiradores, incendio de universidades y de bosques, tala de árboles, sabotajes al tendido eléctrico y a los medios de transporte y falta más…)
Se tiene que analizar cuidadosamente la magnitud de esas acciones porque los paramilitares podrían convertir a Venezuela en una zona de riesgo militar, donde el imperialismo y la burguesía, está montando la Guerra de Baja Intensidad. Hay experiencias recientes y descarnadas como las de Libia y Siria.
Por ello, es necesario comprender correctamente estos fenómenos, analizar los parámetros de cambio de conducta bélica, esto ya no es chukismo, ni vandalismo, es una acción premeditada, planificada con sentido militar, que quiebra el modelo de Clausewitz.
Las acciones actuales han desplazado las guarimbas y han iniciado una campaña no convencional e irregular contra las fuerzas de seguridad del Estado y la economía socialista.
Ojo con las categorías de análisis, la realidad muestra signos esenciales de que Venezuela está nuevamente amenazada, ahora por una Guerra de Baja Intensidad.
