Cuando era un joven adolescente fui secuestrado en la ciudad de Québec, en la parte francesa de Canadá, durante varias horas por un cura que me llevó a una montaña cerca de Ste-Anne de Beaupré para intentar violarme.
Pero no pasó nada, me defendí de ese COBARDE.
En los años 1990 fui secuestrado con otras 180 personas (aprox.) en Arabia Saudita durante 30 días porque el dueño canadiense de la empresa por la cual contratábamos decidió, sin importarle nada, declarar bancarrota, robarse el dinero, y abandonarnos en el desierto. En esos días, si uno tenía el permiso para trabajar y vivir en Arabia Saudita, para poder después salir legalmente del país, uno tenía que mostrar pruebas firmadas por un príncipe de que el empleador había pagado cada centavo de los salarios y beneficios, al día.
A causa de un empleador GRINGO COBARDE, fuimos secuestrados por el gobierno de Arabia Saudita.
Hoy, esta noche, terminó nuestro secuestro de 45 días en manos de la malvada oposición venezolana TERRORISTA en el estado de Táchira, aquí en este pequeño pueblito cerca de la frontera con Colombia. Personalmente, fui condenado a quedarme pegado a la cama, viendo un televisor que un vecino me prestó, incapaz de estudiar, escribir, o interactuar con el internet porque esos TERRORISTAS de la oposición venezolana nos cortaron el cable principal de fibra óptica, dejándonos sin internet y teléfono fijo durante 45 días, y en mi caso, en cama.
¿Por qué en cama?
Sufro de una condición física de discapacidad que no me permite casi caminar o trasladarme de un lado a otro – es decir, no he podido en estos 45 días llegar a ningún café internet fuera de este lugar para poder seguir escribiendo en Aporrea – es decir, fui secuestrado durante 45 días.
Esos malvados opositores, quienes siempre dicen que aquí en Venezuela no existe la libertad de expresión, le secuestraron la libertad de expresión a un viejo chavista enfermo inválido, sin importarles absolutamente nada. No tienen bolas.
Fui secuestrado 45 días en Táchira por COBARDES.