Una de las cosas que se hace con la crítica es saber si algo sobre lo cual se escribe, tiene ciertamente el carácter de verdad o de mentira y de esa forma es que lo veo, como periodista graduado de comunicador social y hago esta especie de salvedad, aunque pueda ocasionar alguna molestia en personas pues, no todos los comunicadores son periodistas ni todos los periodistas son comunicadores.
Hay asuntos que no deben molestar a las personas así como tampoco esos asuntos deben convertirse en excusas para mentir, lo que estamos viendo consecuentemente en las opiniones de quienes se sienten opositores. Es más, aún antes de suceder las cosas, ya uno sabe como van a opinar ciertas personas.
El caso más patético de las últimas horas es el relacionado con los terroristas de Primero Justicia, apresados por los cuerpos de inteligencia en estos días en los que intentaron destruir la Semana Santa. Apenas los apresaron, los interrogaron y cantaron como en coro sin ser coral, ya se adivinaba lo que iban a decir sus jefes políticos, como en efecto sucedió y se vio en las declaraciones de algunos de ellos, quienes afirmaron que "los muchachos fueron torturados por los cuerpos de inteligencia", como si hubiesen hablado de la Digepol.
Y es que no hay necesidad de inventar ni decir malas cosas, cuando todo eso está allí en el ordenamiento jurídico penal. Si cometes un error, el mismo te conducirá a años de cárcel, solo que ese tiempo disminuirá si te acoges a declarar y a señalar quien te dio las órdenes para que tu cometieras los ilícitos de los cuales te acusan.
Y eso lo saben los opositores; están clarísimos en que eso es lo que ocurre con todos sus pupilos, pero ellos tienen que hacer las debidas simulaciones, hacerse los indignados para intentar no verse mal ante sus seguidores y mentir a como de lugar. Pero da la casualidad, que los tiempos han cambiado tanto, que hay tantas imágenes sueltas como sonidos, que las cosas se les han hecho muy difíciles a los opositores, porque ya las mentiras no bastan.
¿Los líderes de la oposición no han visto nunca un juego de beisbol o de baloncesto? Pues allí ocurre todo ese juego de espionaje, de inteligencia en cada partido y entre los equipos, entre los estrategas y también entre los que manejan las apuestas. En esos juegos fácilmente se ven los lanzadores y receptores conversar y en ese interín se tapan las caras con guantes y mascotas, porque ellos saben que, desde las tribunas hay expertos con binóculos que les están leyendo los labios y apenas agarran cierto descuido, se comunican con los técnicos y managers y les cuentan sobre los próximos lanzamientos de los pitchers. No es nada nuevo, por el contrario, es tan antiguo como la costumbre de pedir prestado. De modo, que la oposición, como siempre sigue perdida porque, sencillamente, no sabe hacer política y eso se vienen diciendo desde años, aún cuando gobernaban. Solo han sabido vender y cobrar comisiones, aunque nunca crear, ser originales.
