Siempre se ha afirmado que en toda guerra la primera víctima es la verdad, eso y no otra cosa es lo que ha venido sucediendo en nuestro país, donde uno de los factores que puja por coronar la captura del poder gubernamental ha venido implementando cada vez con mayor fuerza; diseño de acción política que en parte le ha dado frutos a su favor. Ejemplo hacerse a una mayoría en Asamblea Nacional, con campaña engañosa como sucedió el 06 /12/2015.
Esto lo afirmo nuevamente al observar cómo han puesta en escena otra oferta como es el plebiscito que venden como solución definitiva para salir del gobierno legítimamente establecido, cuando en la vida real, se sabe que los resultados del mismo, no tendrá ningún efecto jurídico sobre el Estado de Derecho Constitucional que rige la República Bolivariana de Venezuela.
Es decir, que podrán hacer esa obra de teatro, esa pantomima bajo la figura de Plebiscito, pero al siguiente día, cuando salga el Sol, el Presidente Constitucional de Venezuela, seguirá siendo el mismo (léase Nicolás Maduro Moros); lo que traerá consigo una nueva frustración de quienes por enésima vez volvieron a caer por inocentes o caídos de la mata.
En todo caso, para lo único que pudiera servir esa convocatoria, es para develar ante el mundo internacional el exceso de democracia que se vive aquí en La Patria de Bolívar, donde factores negadores de la Legalidad, se dan el tupe de realizar abiertamente actos que violentan el mandato expreso de la Constitución, ya que al invocar a abiertamente a la desobediencia contra el Estado de derecho constituido estarían llamando abiertamente al rompimiento del llamado hilo constitucional, es decir a golpe de Estado; lo que implica que el pueblo demócrata y practicante de la Paz, estamos en el deber de invocar ciertamente la aplicación de los artículos 333 y 350 de la CRBV para meter en cintura ese mundo patas arriba en que se mueven los antidemocráticos que hacen vida en la mal llamada MUD.