Más fácil no puede ser, me la pusieron como a mí me gusta y, sin ser
chavista democrático, mucho menos crítico, ni jalabolas tampoco, ni
les paré a las amenazas de Freddy Guevara, ni a las pendejadas de
Julio Borges como el muerto que es sin espíritu de luchador callejero,
me activaron en segundos, lo que después fue fácil meterlo con cariño
por la rendijas de las esperanzas constituyentistas y con bolas de
sacristán alegre sin pararle tampoco a la CEV acabé firmando con
huella incluída calienticamente y, llegué hasta el punto rojo a
demostrar que los valientes mueren de frente sin bailar en un tusero
pidiéndole a Trump que nos invada de envidia por meterlo sin sacarlo
por sus amenazas tardías.

Que sí el pato y la guacharaca con guerra civil amenazando nuestra
democracia por unos carajos que se ponen los calzoncillos de sus
cojones al revés sin cantar fraude que es lo que les falta para matar
sus antojos de fieles creyentes de un pasado que no lubrica el
presente, ni un presente que no se le entregará al enemigo así de
fácil como ellos quisieran cuando, se rascan la piquiña de sus
arrebatos que más son de derecha que de izquierda y cada pendejada que
se les ocurre manchan el papel sin dejar olor y, se vuelven más zafios
de los que trancan y queman nuestro orgullo patrio con brutalidades
inciertas y, después descansan como dice Malaver en la orilla
bocabierta, roncando despiertos con Maduro en plena batalla hoy sí
mañana no, bailando un eh oh...

Vamos a ver cuál es la gran ofensa que hoy invade a Venezuela después
que el presidente decretó la constituyente y, salieron algunos mal
llamados chavistas que los opositores a resistirse de ella por equis y
ye situaciones que no convencen a nadie, ni dan para más como
caprichos enjaulados que no consiguen venta y, hasta tienen el cinismo
de juntarse a los enemigos de la democracia a ver si crece el montón
que los haga más orgullosos sin similitud de orfandad y, otros que
jalaron hasta el cansancio ahora se disfrazan de parturientas
primerizas, que a lo mejor quien quita dejen de respirar por la herida
que aunque sea tarde, pero que alcance para el más por menos que se
les acabó y, cada vez que se asoman se emborrachan de lástima por
decir lo menos y son tan revolucionarios que hasta la vergüenza han
perdido sin más que perder por escasez de ideas y en ese laberinto
viven, alabando a Chávez, pues de más nadie se pueden pegar como un
cheque en blanco.

Voté y voté dos veces por una primero y después por otros y como entré
salí contento, pues esa vaina de votar por el que me dé las ganas sin
compromiso ninguno, sino conmigo mismo, no me enflaquecé, ni me pone
en la encrucijada de no pararle bolas a tanto bicho envidioso y dañino
que tenemos en las filas del chavismo, como dijo un agua fiesta que se
ahoga con sus propias pendejadas como si calzaran de astucia como de
grandezas que antes adecos, claro si los adecos fueron primeros y como
tal son chavistas y, cuál el meollo de la rabia. A lo mejor descubrió
que el huevo salió de la gallina a no ser que haya salido la gallina
del huevo y él lo vio con anteojos de cordura en pleno S-XXI. De
derdad son poco serios.

¿Entonces qué le queda? Lo mejor sería que se fueran a llorar al este
que en el este se pintan mejor las cosas y, con eso le dan una manito
a Capriles que está bien decaído, arrechamente plagado de buenas
intenciones sin un violinista que le dirija el concierto de tumbar a
Maduro que, a lo mejor más temprano que tarde será un residente de
Ramo Verde que como hace tiempo lo desea y Maduro no lo complacer.

Cuando me tocó meterlo no sudé ni respiré profundo, ¿saben por qué?
Porque lo hice por Venezuela, arréchese quien se arreche y, la próxima
tampoco dejaré de hacerlo, así me quemen vivo por volverlo a meter
que, lo más que sobra es voluntad y el que viene detrás que arríe que
ahora es cuando habrá ANC para rato en que los chavistas del presente
estarán presentes y los otros quién sade dónde...