Rosales entre lo racional y lo irracional

Esta oposición se debate entre lo racional y lo irracional. A los que habían decidido acudir a las urnas, dando racionalidad a sus discursos, rectificando sus desatinos electorales, recordemos las legislativas, se les ha sumado la irracionalidad, es decir, todos aquellos que han llamado a la abstención, porque el CNE no era confiable y el fraude ya estaba preparado, han cambiado de opinión.

Es demencial escucharlos, por un lado los primeros se desviven queriendo convencer al electorado de oposición que se puede confiar en el CNE, pues han logrado que el ente comicial acepte algunas de sus peticiones, las auditorias previas y que se abra el 55% de las cajas, decidiendo además, aceptar las captahuellas porque han descubierto, ¡ahora!, que no ponen en peligro el secreto del voto. Sin embargo a última hora Rosales ha exigido que se eliminen, contradiciendo lo que en un principio se había cansado de repetir, que las captahuellas eran inofensivas. Esta actitud hace desconfiar de su verdadera intención para el 3D, dejando entrever a un Rosales que se debate entre lo racional y lo irracional.

Por otro lado, aquellos defensores del abstencionismo que se han venido sumando a la candidatura de Rosales, afirman que el CNE no es confiable porque es el único instrumento que le queda a Chávez para ganar las elecciones, después que ha perdido la calle, (“Vamos a contar mentiras…”). ¿Qué les motiva, entre tantas contradicciones, incorporarse a la candidatura de Rosales, conociendo la imposibilidad de que este gane? No olvidemos que detrás de estos conspiradores se encuentran connotados y confesos golpistas, como Oscar Pérez, Antonio Ledesma y Oswaldo Álvarez Paz, el cual ha defendido hasta el cansancio junto a Rafael Poleo, la tesis del derrocamiento por la fuerza del “régimen”.

Este gatuperio lo ha aceptado evidentemente Rosales, que ha ido poco a poco emulando el discurso de estos vende patrias, enredándose en un galimatías, sin sentido. Es decir el candidato del consenso, que no de la unidad, se encuentra encerrado en una jaula de grillos, que deja traslucir a la opinión pública y sobretodo a su electorado, la confusión que existe dentro de sus filas y lo que es peor, la carencia de criterios racionales que acompañen su proyecto.

El carácter populista y demagógico de sus propuestas deja entrever que la estrategia, por una parte, no es para ganar las elecciones, sino para evitar que Chávez gane con mucha diferencia, lo que daría un respaldo popular inmenso a la revolución bolivariana y un triunfo ante el imperio y sus acólitos domésticos, dejándoles sin argumentos ante un respaldo masivo. Pero por otra parte dejan abierta las posibilidades de una reedición del 11 de Abril con la incorporación conspiradora de esos lacayos golpistas. Este escenario le endilga carácter irracional a su candidatura.

El 3D debemos acudir a votar para ratificar ante Venezuela y el mundo, sin que quede la menor duda, que la revolución bolivariana ha echado raíces profundas con el apoyo mayoritario y decidido del pueblo venezolano, para no marcharse jamás.

Pero eso sí, iremos a votar alertas, sin descuidar la defensa de la revolución de los posibles intentos desestabilizadores y golpistas. Sin embargo, llenos de energía positiva, deseamos que en las filas oposicionistas impere la racionalidad.


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Francisco J. Torres P.


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