Cuando vimos los acontecimientos previos al golpe de Estado del 2002, entre esos hechos la aparición de militares de poco relieve o casi desconocidos para preparar la desestabilización i una opinión desfavorable al gobierno; comparando ese pasado reciente todavía con los hechos actuales, la pregunta que surge de inmediato es ¿Por qué es el General Baduel, casi consagrado como héroe el 12 i el 13 de abril de aquel año de 2002, quien saltando la talanquera repentinamente, aunque de modo aparente solamente porque lo tenía meditado i resuelto de antemano, lo hace ya descaradamente del lado de la oposición, en un canal golpista que debería ya estar cerrado i multado i con unas invitaciones exclusivamente opositoras. ¿Por qué no, otro desconocido como antes?
Sencillamente porque este señor general retirado –ya un civil- estaba siendo “conquistado” o “trabajado” por los buscadores de “talento” como en el béisbol, para ofrecerle un estupendo contrato financiero i multitud de privilegios que pueden otorgar los poderosos del dinero. No quiero extenderme mucho en lo escandaloso, ridículo i repetitivo de argumentos, como resultó la rueda de prensa opositora solamente, dada por el otrora héroe del proceso revolucionario bolivariano, oponiéndose a la Reforma Constitucional, con los mismos “argumentos” ampliamente derrotados o demostrados sin fundamento, de la oposición venezolana radical i la iglesia reaccionaria, dogmática i sencillamente bruta. Como dijera el Vicepresidente Jorge Rodríguez, no dijo nada nuevo en absoluto. Parece que ese documento que leyó con nerviosismo i la boca seca, se lo hubiesen escrito Ledezma, Álvarez Paz i Cabeza de Motor, casi copiándose las mismas palabras del mamarracho episcopal. Por eso, las traiciones siempre se cotizan i la mejor repuesta por su contundencia, sinceridad, valentía i sin pizca de eufemismos, la dio el domingo en la noche el “bachiller marginal” Mario Silva, cuando lo refutó con un vigor admirable i dio a entender claramente que, un cambio de opinión (en un espíritu débil por consiguiente) tan repentino, después que hace apenas 18 días atrás estaba dando talleres i conferencias de apoyo a la Reforma Constitucional, la única explicación posible es el interés, el recibir dinero para vender la dignidad i destruir una carrera militar i ciudadana como al más bajo i asqueroso de los mortales. Para mí, entró en las listas de remuneraciones del Imperio i mi amigo Sant Roz nos informa, de cómo desde hace unos dos años atrás, este señor estaba siendo “tentado” con éxito por la oposición i el imperio- Silva recuerda además, la perenne ambigüedad de este ex Ministro de la Defensa desde el mismo 11, 12 i 13 de abril, cuando nunca dijo ¡Vamos a rescatar a nuestro presidente Hugo Chávez Frías! Sino, vamos a rescatar el hilo constitucional. Además, se habla de sus debilidades religiosas o de extrañas inclinaciones orientales i esotéricas (eso es como un neoplasma cerebral de crecimiento lento, pero fatal) i explica ciertas debilidades hipócritas, como lágrimas públicas por las emociones o manifestaciones de profunda amistad, como haberse hecho compadre del mandatario nacional, dándole en bautizo a una hija; el padre de la bautizada es quien toma la decisión i propone el compadrazgo. Estas cosas en la vida civil, como el caso del Juramento en el Samán de Güere en lo militar o político, son cosas que en la vida afectiva de los hombres, en la psicología de los seres humanos, en los esquemas de la conciencia, van creando lazos de amistades indisolubles, cuando las partes aportan el mismo grado de honestidad intelectual i de nobleza i dignidad. Por eso, el punto más álgido de la traición, es cuando pasando de ser simplemente el no saber conservar un secreto o premeditar los engaños dañinos, se llega no solamente a traicionar personas i cosas o hechos, sino cuando se traiciona a sí mismo. Con el mismo presidente –como lo expresó en el programa Contragolpe con Vanesa Davies- la acciones o actitudes como la del general Baduel, no tienen otro nombre o calificativo que traición; traición auténtica, o puñalada por la espalda a quien no lo merece. Veamos, entonces, lo grave o terrible que es traicionarse a sí mismo.
Cuando escribí un “escalio político” titulado EL GRAN TRAIDOR, en referencia a ese ser mediocre, analfabeta cultural i usurero sindical, llamado Luis Miquilena, el inmerecido presidente de la Asamblea Nacional Constituyente i sigüí o cómplice del más gris, maligno i bruto de los cardenales venezolano, llamado Cardenal-Zamuro Velasco, expuse lo siguiente: “Traicionarse a sí mismo, tal como lo vio el historicismo del siglo XIX en muchas novelas históricas i el Romanticismo –que debe aclararse no es lo que estúpidamente creen que es lo “romántico” en el amor- romanticismo es lucha, rebeldía justa i tenaz, mientras que es realmente una traición al YO, ser desertor de todos los ideales posibles que se tengan en la existencia. Eso hace que al traicionarse a sí mismo, ya no es un perverso con máscara, sino un hombre débil, mediocre, desdichado, crapuloso i todo lo más negativo en su personalidad, que se convierte en su propia víctima”.
Raúl Isaías Baduel, no ha traicionado al presidente Chávez ni a la Revolución; ha traicionado a todo el pueblo venezolano, a su historia i a su dignidad. De paso ha insultado a muchos, pues dice que todo ha sido un proceso fraudulento. La Asamblea Nacional, es un fraude así como sus integrantes i sus decisiones, sin escapar otros poderes, las mismas Fuerzas Armada o Fuerza Armada i hasta el Tribunal Supremo de Justicia. Lo han refutado desde ayer mismo el Gral. de División Hidalgo López, Maglinia, García Carneiro i muchos más i ha sufrido una andanada de artículos de escritores venezolanos que, con razón, no le pueden perdonar sus insultos i disparates, como decir que si se aprueba la reforma Electoral, se está logrando …¡Un golpe de estado! Hecho inexplicable en la historia del mundo, del Derecho i de lo lógico. Un golpe de estado por un acto libre i soberano del voto de la mayoría de los venezolanos. Le entró el virus de la brutalidad “divina” de la Conferencia Episcopal. Lo cierto es que se desenmascaró, igual que ese mediocre de Ismael García i su grupito de seguidores con los 44 Cruzados que adoran a San Nixon Moreno i hasta lo cargan en escarapelas sobre el pecho. Por esto, me perdona, no lo creo ni un hombre inteligente. Recuerdo i traigo a colación lo que dice Mario Benedetti, en su obra UNO Y EL UNIVERSO: “Un hombre inteligente no se caracteriza porque no comete errores sino que está dispuesto a rectificar los cometidos; los hombres que no cometen errores y que tienen todo definitivamente resuelto son los dogmáticos: se caracterizan por tener una iglesia, una Ortodoxia, un Papa infalible, una Inquisición; no hay que creer que estas organizaciones sólo parecen defender a Dios: algunas aparecen para demostrar su inexistencia”.
Por esto, ciudadano Baduel, usted es un dogmático i como tal poco inteligente que se ha condecorado a sí mismo como traidor. Jamás recuperará la estima i el respeto del pueblo venezolano, aunque por cosas de la vida, posiblemente, en lo económico, usted vivirá mejor i tendrá una vejez feliz; pero búsquese otra ciudad menos podrida que Miami. !Figúrese si se hace “pana” de Patricia Poleo i de Orlando Urdaneta!
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