La educación
necesariamente debe ir cargada de ideología o, ¿acaso el nacionalismo
y la patria no son valores e ideas para amarlas y sentirlas?. La pregunta
es: ¿Cómo ideologizar a los niños en la escuelas?...pues bien, en
primer lugar llenándolos de amor...diariamente un vaso de leche y alimentos
en sus escuelas, eso es amor...mostrar unas estructuras dignas, bellas,
con un entorno armónico, eso es amor...hacerles sentir la patria
en su carne, enseñarlos cantar con orgullo el himno nacional,
izar con afecto la bandera, eso es amor...dejarles a mano materiales
didácticos, deportivos y culturales, eso es amor...que sus ojos vean,
buenos pupitres, pizarrones y ambientes frescos, eso es amor...enseñarlos
a amar las fechas patrias, las efemérides, el mapa de Venezuela sin
cercenarlo, el respeto y los principios morales, eso es amor...enseñarlos
a ellos y a sus maestros a desaprender lo mal aprendido, para llenarlos
de conocimiento del hombre nuevo, eso es amor...incorporar a los padres
en todo este contexto, eso es amor. Mas allá de que algunas parezcan
dádivas, simplemente es amor...y ese amor es ideología...y no se trata
de comunismo. En Asia, Europa o EEUU, existe esta ideología, este amor...la
diferencia está en adaptarlas a nuestros propios arraigos.
La invitación
a la oposición por parte del Presidente Chávez a debatir el nuevo
diseño curricular en el modelo educativo, ha recibido respuestas de
Manuel Rosales cual cantinflero creído máximo líder opositor. Quienes
creen idiotas y descerebrados a los venezolanos, se resisten a que se
abran los libros escondidos de la historia y niegan la posibilidad de
indagar en los acontecimientos guardados de documentos que reflejan
como la fuente real y principal contraria al engaño y manipulación
en la enseñanza para subdesarrollados presentada por siempre en el
sistema educativo venezolano. Ideas, creación y luces deben impregnarse
en el nuevo modelo de ciudadanos, para que sientan el amor por
la patria y la sensibilidad por el ser humano, sin que les confundan
la mente para convertirlos en productos de consumo, autómatas o apátridas
traidores.
Chávez planteó
un debate con propuestas y sugerencias en una cadena nacional para elevarlas
a un posible referéndum, en respuesta, Rosales ha declarado estar de
acuerdo, pero previamente detalló en descalificaciones lo que sería
el plan “A” (el diseño presentado por el gobierno) y calificó
el plan “B” (de la oposición) como modelo único sin precisar mayores
detalles. Rosales, entre otras descalificaciones dijo que el plan “A”
era autocrático, militarista, ideológico, etc...mientras el plan “B”
era ideal por ser del hombre nuevo. Lo irónico es que plantea educación
mientras maneja un lenguaje de insultos y peyorativos como el dicho
al Presidente: “el charlatán de Miraflores”.
Finalmente
y en un fondo de risas compartidas de sus compañeros presentes, Rosales
retó a Chávez de este modo: -¡te tienes que ir...ya te queda poquito!-
dijo. Al parecer el demagógico ofrecimiento de la “tarjeta mi negra”
dejó un profundo resentimiento y frustración tan grande a Rosales,
que ahora trata de revivir a la generación de 1928 conocida en la historia
sesgada de la cuarta república, para compararlos y crear con los desubicados
estudiantes opositores, una nueva generación del 2008; en ese sentido
a invertido grandes sumas millonarias en mensajes mediáticos, en vez
de retribuirlos a las necesidades del pueblo zuliano.
Mientras tanto
la empresa del “oso” promueve un candidato presidencial y trabaja
con apoyo de los canales golpistas en el mensaje “sí se puede” mostrando
subliminalmente los productos alimenticios que ellos mismos escasearon
artificialmente para aumentarlo y salir después con la oferta
del bajón de precio de la cerveza para el pueblo “borracho” que
ellos creen manejar. Tenemos hambre de conocer a Bolívar en profundidad,
los revolucionarios queremos indagar la verdadera historia para analizarla
y estudiarla y que nuestros hijos interpreten lo que significa ser venezolano
o, ¿es qué temen al pensamiento bolivariano?, porque de historia y
patria...¡no queremos “burusas” Rosales!