Abril 11, 12 y 13 del 2002: tres días de pesadilla

Muy temprano en la mañana, el 11 de abril del 2002, en la salida de la estación de Metro Petare, cerca de la efigie del Generalísimo Francisco de Miranda, en un toldo habilitado por los Círculos Bolivarianos, nos reunimos un gran numero de miembros y simpatizantes de los Círculos Bolivarianos del Municipio Sucre, a efecto de realizar un mitin relámpago en apoyo a nuestro proceso revolucionario e invitar a nuestro pueblo a ir a Miraflores para respaldar con nuestra presencia a nuestro Comandante Presidente. Alrededor del medio día, se corría un rumor, el mitin opositor de Chuao estaba siendo desviado hacia Miraflores, dizque para “sacar al tirano”. El rumor, repetido casi en coro, por los asistentes a nuestro mitin relámpago, nos presagiaba una atmósfera de muerte y traición.

Sentada en una silla se le veía a la Concejal Elisabeth Millán (MVR), con el rostro patético, semblanza de traición, a unos metros se podía observar al Concejal Metropolitano Jorge Delgado, de figura desgarbada, deambulando con una cadencia de pasos, como si cargara la guadaña de la muerte, mirando para todos los lados, cual criminal que observa a sus víctimas.

Al pasar el medio día marchamos hacia Miraflores, ubicándonos en las cercanías de Puente Llaguno. Tratamos de comunicarnos por el celular, pero no había servicio, entonces comprendimos que estábamos ante un golpe de Estado en pleno desarrollo. De la Av. Baralt unos miembros de la Policía Metropolitana y unos francotiradores ubicados en unos hoteles (vestidos todos de negro), disparaban hacia Puente Llaguno, se creo un gran caos, nosotros que estábamos por los lados del Banco Central, corrimos hacia el Puente de las Fuerzas Armadas. Intentamos comunicarnos nuevamente por nuestro celular para preguntar por nuestros compatriotas y parientes que estaban en las cercanìas de puente Llaguno, pero no había servicio; nos invade un escalofriante nerviosismo. Al atardecer se había calmado la escaramuza, volvemos hacia Miraflores y observamos a nuestros compatriotas lideres denunciando el acto de felonía. Estamos con la muchedumbre, rumores que van, rumores que vienen. Mas tarde en la noche, empezamos a recibir información –a modo de rumor- de la traición del alto mando Militar, que nuestro Comandante Presidente, está en negociaciones con los felones. Seguimos hasta altas horas de la noche, nuevamente, vía rumores, nos llega la información que los Generales se llevan a nuestro comandante Presidente al Fuerte Tiuna; al tiempo nos enteramos que nuestro Comandante Presidente, estaba secuestrado. Entramos en una masiva desesperación y tristeza, empezamos a pensar en lo peor, que los golpistas estaban coronando, por cierto, con tutoría del imperialismo Yanqui. Tomamos la decisión, que unos se queden haciendo guardia en el Palacio Presidencial, otros nos retiramos a nuestras moradas a descansar, pero manteniéndonos informados.

Ya en casa, observando la televisión privada, estas informan, en tono de celebración y denuncia sobre la supuesta matanza de marchistas de la oposición en la Av. Baralt. Aparecen en la televisión personajes ligados al proceso, caso del traidor Miquilena, acusando a nuestro Comandante Presidente de ser el causante de la matanza de opositores. Lo patético, habían denuncias contra los Círculos Bolivarianos, como “Círculos de la Muerte”, señalándonos como autores materiales de estos crímenes. La manipulación y tergiversación había llegado a un punto alto. Nosotros los militantes de los Círculos Bolivarianos, jamás contamos con ningún tipo de armamamento. Sí, estábamos armados de unas convicciones patrióticas firmes, porque nuestras reuniones eran escuelas permanentes de preparación ideológica, siempre le dábamos mucha importancia a la formación política, por eso los Círculos Bolivarianos, en su inmensa mayoría, estaban integrados por compatriotas convencidos que se debía defender este proceso como la única alternativa de cambio y liberación nacional, teniendo en nuestro Comandante Presidente al jefe indiscutible de esta tarea histórica; esas eran nuestras únicas armas.

Nos comunicábamos por los teléfonos, la información sobre el golpe, con el transcurrir de la madrugada del 12 de abril se confirma. Estábamos siendo víctimas de la peor manipulación mediática que pueblo alguno haya sufrido. El único canal que podía informarnos, el Canal 8, estaba tomado y clausurado por los golpistas. No habíamos dormido nada; en la mañana las televisoras privadas, seguían con el festín de satanización de nuestro proceso y exhortando a la persecución de nuestros lideres. Tenemos información que el local que usábamos en Boleita Sur para nuestras reuniones es allanada por la DISIP y la Policía Metropolitana. Al transcurrir la tarde se nos informa que los Concejales (mayoría del MVR, ahora MVR democrático) solicitan la renuncia del Alcalde José Vicente Rángel, quien el día anterior había abandonado este Municipio. Recibimos llamadas de nuestros compatriotas, quienes nos informan de la protesta generalizada en los alrededores de Petare y otras partes de nuestro Municipio, organizado por nuestros compatriotas de los Círculos Bolivarianos y nuestro pueblo de manera espontánea, incorporándonos de manera masiva. La mayoría de nuestros compatriotas habían tomado la sedición de enfrentar este golpe, aún, a costa de nuestras vidas. La consigna generalizada, era, que aquí no se rendía nadie, que si era necesario que nuestra sangre corriera por estas calles, pues que corriera a borbotones, estábamos dispuestos a demostrar al mundo que esta cruel traición, era rechazada por nuestro pueblo. En estas protestas brillan por su ausencia los llamados “lideres” municipales del MVR y otros partidos del proceso.

Durante el día tenemos información, que la protesta se generaliza por toda la nación. Se nos informa del cierre de las vías de acceso a Caracas. Debemos señalar a quienes puedan estar confundidos hasta ahora, que de estas protestas masivas y generalizadas nadie puede mostrar fotos o vídeos en el cual se observen personas armadas protestando. Es el ejemplo que le dimos al mundo, protestamos en compañía de nuestras compatriotas y nuestros hijos, sin dañar ninguna propiedad ni agredir a persona alguna. Al transcurrir la tarde llegamos a la convicción que podíamos impulsar una protesta masiva, con la idea de ir hacia un paro general indefinido, hasta expulsar al lacayo Carmona Estanga. Nunca dudamos sobre la naturaleza del golpe oligárquico y pro Yanqui; intuimos que nuestro Comandante Presidente jamás renunciaría o pudiese abandonarnos.

Nuestros compatriotas nos informan que el canal 8, esta resguardado por pelotones de Policías Metropolitanos y Policías del Estado Miranda. Ese día nuestros compatriotas trabajan duro en la articulación de la protesta; nuestro pueblo se incorpora de manera masiva y generalizada a la protesta.


El sábado 13 de abril, temprano en la mañana se nos informa que el canal 8, sigue custodiado de la misma forma del día anterior. Recibimos información que hay amplios sectores de la oficialidad y componentes de las FAN que no están de acuerdo con la ruptura del hilo constitucional. La tarea del día anterior la continuamos con mayor entusiasmo, la tristeza y la desesperanza colectiva, habían sido vencidas por una rabia generalizada, al comprobar como hacían caída y mesa limpia en el gobierno. Eliminaban las instituciones fundamentales de la República, se nombraban en los cargos públicos, La dictadura estaba mostrando su cara fascista y gringuera, eliminando la palabra Bolivariana, del nombre de nuestra República, hasta se mofaban de nuestros símbolos, en el Palacio habían sacado de la pared un retrato de nuestro Padre Libertador y tirado al suelo cual basura. También tomaron la decisión de salirse de la OPEP. Las televisoras privadas no informaban nada de las protestas generalizadas, transmitían puras comiquitas. El rey Carmona Estanga, nombrado por la gracia del imperialismo Yanqui, hablaba de un gobierno de “transición democrática”. Estos en todos sus discursos destilaban odio hacia nuestro pueblo. Olvidando que nosotros el pueblo, modestos, sencillos, muchas veces ingenuos, a veces confiados al extremo, el año 1989 tomamos la decisión de cambiar el destino de nuestra Patria, de construir nuestro propio destino, de impulsar nuestra liberación nacional a cualquier precio. Que el destino había puesto en nuestro camino al Comandante Presidente para esta tarea histórica y que desde el infinito, nuestro Padre Libertador nos observaba y nos exigía continuar la tarea que él empezó.

En la tarde de ese 13 de abril, nuestros compatriotas toman la decisión de irrumpir masivamente en los alrededores del Canal 8, para iniciar la retoma de la misma. La presencia policial empieza a debilitarse, se van primero los de Polimiranda, al tiempo también se va la Policía Metropolitana. Unos compatriotas llegan con un equipo de sonido, y montamos un mitin frente al Canal 8. El servicio del Metro había sido suspendido por los golpistas. Empieza a llegar gente, unos a pie, otros en autobuses de Petare, que los compatriotas de las Líneas de transportes sirven solidariamente. Casi al anochecer se presentan dos miembros de nuestra Junta Parroquial, Edgar Méndez y Xiomara Ramírez; nuestros compatriotas delegan la tarea de iniciar el rescate del Canal 8, al compatriota Edgar Méndez, quien inicia los contactos. Posteriormente se presenta nuestro compatriota fiscal Danilo Anderson y otras personalidades, técnicos y personal del Canal 8 para reiniciar la transmisión; por fin vemos la luz al final del túnel. A altas horas de la noche, hay un sentimiento y percepción fuerte del retorno de nuestro Comandante Presidente. Recibimos información que amplios sectores de las FAN, rechazan el golpe y se movilizan para retornar a la legalidad.

Nuestros compatriotas toman la decisión de ir a Miraflores, donde encontramos a gran cantidad de personas a lo largo de la Av. Urdaneta. Hay una alegría inmensa, porque se corre la voz del retorno de nuestro Comandante Presidente, quien por cierto retorna liberado por oficiales de nuestras FAN, al amanecer. Informados del retorno a la normalidad de los acontecimiento, tomamos la decisión de volver a casa, siempre manteniéndonos informados; teníamos un nuevo amanecer. La Pesadilla había terminado.

leodetodo2@yahoo.es

Publicado en: La Comuna del Guaraira Repano, Abril de 2007


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