Hay que decirlo a los cuatro vientos el peligro que representa el calentamiento global

Desde la perspectiva individual y sin apartarnos del colectivo, cada quien tiene una visión del mundo y en esa cosmovisión somos capaces de disentir y discernir sobre los aspectos más neurálgicos o más apremiantes que enfrenta la humanidad; desde esa óptica asumir este compromiso para expresarnos como es el caso a través de la escritura, las ideas no sólo deben ser coherentes sino que además tienen que estar enmarcadas en el contexto que antes, ahora y después nos repara la humanidad en todo su conjunto; con una postura integradora y contextualizada, objetivamente pasamos para dar a conocer los umbrales y retos que nos repara el recorrido del siglo XXI.

Esta hermosa Tierra donde la especie humana emergió hace menos de 200 mil años, 3 mil 500 millones de años después que surgieron las primeras formas de vida en el planeta, corre el riesgo real de desaparecer, sino somos capaces de contener el asecho mal intencionado de grupúsculos que han asumido como criterio la acumulación de ingentes capitales sin importarle la naturaleza.

Desde el Protocolo de Kyoto (1997), las emisiones de los países desarrollados se elevaron en un 13% y de ese volumen el 57% corresponde a los EEUU. La reunión mundial de Copenhague (2009), pese a la catástrofe ecológica que amenaza al género humano, fue abortada por EEUU. Los régimenes imperialistas están sin dirección para contener el asfixiante y venenoso dióxido de carbono.

En apenas 200 años se están agotando los hidrocarburos que la naturaleza en 400 millones de años tardó en formar. El planeta en que estamos revela que grandes áreas de la superficie están sujetas a condiciones climáticas extremas, tales como ciclones tropicales, huracanes, o tifones que dominan la vida en esas zonas.

Muchos lugares están dominados por terremotos, deslizamientos, tsunamis, erupciones volcánicas, tornados, ventiscas, inundaciones, sequías y otras causas dentro del segmento de los desastres naturales. Numerosos espacios están sometidos a la contaminación causada por el hombre que afectan el aire y el agua, la lluvia ácida, generación de sustancias tóxicas, la pérdida de vegetación y de la vida salvaje, la extinción de especies, la degradación del suelo y su agotamiento, la erosión y la letal desgracia de los suelos aptos para la agricultura en general.

Literalmente estamos en un mundo en bancarrota. Y el principal depredador es el hombre, pero, no desde su perspectiva individual, sino como víctima del devastador y criminal sistema capitalista que como por "arte de magia" ha logrado que los hombre y las mujeres se hayan enajenado a ese perverso régimen destructor, explotador e inhumano, donde el sistema financiero también con su poder hegemónico omnímodo, asociado al poder mediático de los medios de comunicación social privados, han logrado que si no estamos prevenidos ante su acción mortífera continuarán inoculando que amemos al opresor y odiemos al oprimido. Y con ello la profundización de la amenaza de toda forma de vida en nuestra Madre Tierra. Esto no es ficción ni mucho menos un tema fantasioso como las películas de Hollywood. Es la realidad que tenemos ante nosotros.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), existe un consenso científico que vincula las actividades humanas con el calentamiento global, debido a las emisiones industriales de dióxido de carbono. Esto está ocasionando cambios tales como el derretimiento de los glaciares y superficies heladas, temperaturas más extremas, cambios significativos en el clima y un aumento global del nivel del mar, fenómenos que de hecho están en plena efervescencia.

Más 900 millones de personas pasan hambre en el mundo, señala un reporte elaborado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola; respecto a la pobreza, el escenario sigue siendo inquietante con 1.200 millones de personas que están en extrema pobreza en todo el mundo; 774 millones de personas son analfabetas. Esas cifras por lo general sufren variación pero son indicadores que alumbran para comprender las amenazas que se ciernen sobre los humildes del mundo.

La crisis global está generada por el capitalismo salvaje (entiéndase también la inclusión de la locura del sistema financiero global). La comunidad internacional no se debe disociar y sobre todo en esta hora menguada, donde necesitamos de todas y de todos, si es que deseamos perpetuar la especie humana o cualquier forma de vida en el amenazado planeta Tierra.

Acerca del famoso "sueño americano", tenemos: este sueño ya no está en el horizonte vital de la mayoría como quedó claro en una encuesta del The Wall Street y NBC. Según el sondeo un 64% siente todavía los efectos de la Gran Recesión, cuatro de cada diez conocen a alguien que ha estado desempleado y un 76% cree que sus hijos no estarán mejor que ellos en el futuro, esto es un virtual golpe de gracia al sueño americano. El expresidente de EEUU, Barack Obama, ha reconocido esta paradoja que golpea al corazón mismo de ese gran mito estadounidense: el sueño americano: "Hoy es más difícil para un niño nacido aquí escalar socialmente que para un niño en la mayoría de los países ricos como Canadá, Alemania y Francia", reveló.

La población mundial ha pasado de 1.000 millones en el año 1800, a más de 6.000 millones en el año 2000 y el 30 de octubre del año 2011 se alcanzaron los 7.000 millones. Si las tasas actuales de crecimiento de la población continúan al ritmo actual, la población mundial crecerá de unos 7 mil millones en la actualidad a 11 mil millones en el año 2050.

Alrededor del mundo, más de 200 millones de mujeres quieren evitar el embarazo, pero carecen de la anticoncepción; otros datos estadísticos apuntan que entre los 1,3 millones de personas en el mundo que viven en la pobreza absoluta, el 70% son mujeres. Y nacen diariamente más de 200 mil infantes.

En el concierto de naciones en cuanto al número de sus habitantes (243 países) Venezuela ocupa el puesto Nº 44 con una población superior a los 30 millones de habitantes, lo que representa un 0,42% de la población mundial. Los países mayor poblados son la China con 19,08% de la población mundial y la India con el 17,17%, le sigue EEUU con 4,5%, Indonesia con 3,50% y Brasil con 2,75%.

En términos concretos y objetivos existe un maremoto de opiniones sobre el sustentable sistema socialista, cuando ciertamente los que quieran entender lo que ocurre a su alrededor, pueden leer, releer y estudiar El Manifiesto Comunista (1848), para lograr la liberación de los sentidos congelados en esta embotada y enajenada sociedad de clases.

José Martí habló sobre los hilos invisibles que unen a los hombres en la historia, por eso hay que encontrar esos "hilos invisibles" que relacionan las ideas socialistas en los siglos XIX y XX. Debemos entender la enajenación humana nacida de la explotación de los hombres y las mujeres en el depredador, criminal y asesino régimen capitalista.

"La codicia vulgar ha sido la fuerza motriz de la civilización desde sus primeros días hasta hoy; su único objetivo determinante es la riqueza y siempre la riqueza, pero no la de la sociedad, son la de tal o cual miserable individuo", escribió Federico Engels.

El socialismo exige promover las mejores disposiciones humanas y para ello es indispensable elegir ideas de todos los grandes forjadores de la cultura socialista. Ir hacia la búsqueda de este hilo invisible, para articular la cultura fragmentada hoy día o en proceso de disolución de lo que se llama el occidente civilizado. Es indispensable despejar las incógnitas de la actual fragmentación neoliberal, de la anarquía y el desorden que imperan en el mundo, al cual el genio de Fidel Castro, catalogo: "O cambia el curso de los acontecimientos o no podría sobrevivir nuestra especie".

En estos escenarios Carlos Marx, concretó:

"Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo". Durante casi dos siglos el Manifiesto Comunista, redactado como se sabe por Marx y Engels, es el juicio de la historia tras representar una esperanza y las aspiraciones liberadoras marcadas por el ideal socialista.

Debemos desmontar el andamiaje del vulgar sistema capitalista contrario a todo ser viviente. Esto es un imperativo del materialismo histórico y de la propia dialéctica del modelo de explotación del hombre por el hombre. Según la teoría marxista, la base o infraestructura es la plataforma material de la sociedad que determina la estructura social, el desarrollo y el cambio social. Incluye las fuerzas productivas y las relaciones de producción. De ella depende la superestructura, es decir, el conjunto de elementos de la vida social dependientes de la infraestructura, como por ejemplo: las formas jurídicas, políticas, artísticas, filosóficas y religiosas de un momento histórico concreto. Esto es lo que forma parte de los aparatos ideológicos del Estado.

En el capitalismo encontramos los engendros de la perversión, a saber: el catolicismo considera a la envidia como uno de los sietes pecados capitales, ya que supone la fuente de otros pecados. El envidioso desea tener algo a costa de privar a otra persona de dicha posesión. La lujuria, la gula, la pereza, la avaricia, la soberbia y la ira son los otros pecados capitales que completan la lista que confeccionó el Papa San Gregorio Magno durante su pontificado entre los siglos VI y VII.

Dante en el poema de El Purgatorio, define la envidia como: "Amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos". La persona envidiosa es insaciable porque su envidia proviene de su interior y por eso nunca puede quedar satisfecha, ya que siempre encontrará otro en quien centrarse.

Luego en esa tramoya deshumanizante está también el egoísmo que no se interesa por el interés del prójimo y rige sus actos de acuerdo a su absoluta conveniencia y es uno de los mayores enemigos de la normalidad que precisa la ausencia de moral, bondad, caridad o afecto natural por su entorno y quienes le rodean; contraviene deliberadamente, usando la astucia, los códigos de conducta, moral o comportamiento oficialmente correctos en un grupo social.

Estas chifladuras es lo que ha venido perfeccionando el capitalismo salvaje; es una polilla humana que ha desnaturalizado a la propia vida. El capitalismo salvaje ha continuado su marcha descarnada, para apoderarse del valor creado por el trabajo que ha continuado siendo sustraído a los trabajadores. La maldad, la mediocridad y el interés mezquino se imponen en la mente de los grandes dueños de la riqueza.

Allí está la conciencia de clase, según Marx:

"En principio, las condiciones económicas habían transformado la masa del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado en esta masa una situación común, intereses comunes. Así, esta masa viene a ser ya una clase frente al capital, pero todavía no para sí misma. En la lucha, de la cual hemos señalado algunas fases, esta masa se reúne, constituyéndose en clase para sí misma. Los intereses que defienden llegan a ser intereses de clase".

La burguesía salida entre las ruinas del feudalismo ha seguido en sus propias contradicciones y antagonismo que generó el sistema feudal, sin abolirlas, únicamente ha seguido sustituyendo viejas condiciones de opresión. Por eso es necesario entender nuestro tiempo histórico.

Ernesto "Che" Guevara precisó que el revolucionario está motivado "por grandes sentimientos de amor" aunque esto pueda "parecer ridículo" para la burguesía; tras concretar la necesidad de un "nuevo ser humano" creado mediante la participación responsable en una sociedad que pertenezca a todos. No dejes que te domestiquen.

La legendaria revolucionaria Rosa Luxemburgo en un artículo escrito en la víspera de ser asesinada, dijo:

"La ruta del socialismo y de las luchas revolucionarias está empedrada de derrotas"; también a lo largo de la historia esta empedrada de derrotas la lucha revolucionaria por la dignidad, la liberación y la libertad de los hombres y las mujeres; es una ruta incesante que avanza inconteniblemente por una sociedad vivible, humanizada.

La propiedad privada de los medios de producción, hacen que sean ilusorias las luchas por objetivizar al socialismo.

Por eso, retomando a Luxemburgo, "socialismo o barbarie", un dilema histórico todavía por resolverse. A pesar que hay una historia que sirve de tribunal para juzgar los crímenes y las injusticias de la derecha fascista y de la burguesía que emana del capitalismo salvaje.

Es necesario digerir la terrible gravedad que envuelve que "la sociedad burguesa está situada ante un dilema: o pasa al socialismo o cae en la barbarie", tal como lo predigo también Engels. El triunfo del imperialismo lleva la negación de la civilización. Esto no son elucubraciones fantasiosas. Es una realidad objetiva. Estamos situados ante esta elección: o bien, el triunfo del imperialismo y la decadencia de la sociedad, tal como ocurrió con la civilización en la Roma antigua, la despoblación, la desolación, la tendencia a la degeneración, un gigante cementerio; o bien, victoria del socialismo, esto es, de la lucha consciente de los hombres y las mujeres, de los oprimidos, excluidos, obreros, campesinos, pescadores, combatientes todos, contra el capitalismo salvaje, el neocolonialismo, el imperialismo y su método de acción: la guerra.

Engels profetizó que la victoria definitiva del proletariado socialista constituye un salto que hace pasar la humanidad del reino animal al reino de la libertad. Ese "salto" no está ajeno a las leyes rígidas de la historia; está concatenado a una evolución lenta y bien dolorosa. Cada avance es un escalón por mejorar las condiciones de vida, y hemos ascendido y hay que continuar, ganándole espacios al enemigo hasta vencerlo en la lucha final. La victoria del socialismo no caerá del cielo como algo fatal; esta victoria no podrá ser alcanzada más que por las acciones revolucionarias de enfrentamientos entre las fuerzas viejas y las fuerzas nuevas.

En mayo de 1949, Albert Einstein, presagió:

"El hombre solo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada como es, dedicándose a la sociedad. La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal". Esta frase es de suma vigencia, pues no ha variado nada la realidad que describió hace más de medio siglo Einstein.

Entre tanto, Ho Chi Minh, develó:

"La colonización es en sí misma un acto de violencia del más fuerte contra el más débil. Esta violencia es todavía más odiosa cuando se ejerce contra las mujeres y niños".

Luego, el sacerdote colombiano revolucionario Camilo Torres, quien cayó en combate en 1966, representante del socialismo cristiano y precursor de la teología de la liberación, cristalizó:

"Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado ´la caridad´, no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni a enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías. Esos medios no lo van a buscar las minorías privilegiadas que tienen el poder, porque generalmente esos medios eficaces obligan a las minorías a sacrificar sus privilegios". Estas palabras advierten lo que es el tránsito hacia el sustentable sistema socialista.

De otro lado, el Che advirtió que con las armas melladas del capitalismo, "se puede llegar a un callejón sin salida". Socialismo o barbarie, esta es la disyuntiva de nuestra época. La historia de la sociedad de clases, la revolución es un pacto político creador. El reformismo o los parches no tienen como objetivo al socialismo, sino la reforma desde adentro y no hacia afuera del capitalismo, no busca la supresión del sistema del trabajo explotador y humillante, sino la disminución de los males de los trabajadores. En definitiva, no busca la liquidación del capitalismo salvaje, sino la atenuación de sus crímenes, siempre bajo la premisa de la "legitimación democrática".

Venezuela se incluye dentro de los países con un pueblo que conquista y refrenda por los cauces electorales el gobierno para conquistar desde el gobierno el poder y hacer desde el poder las transformaciones revolucionarias que permitan crear una nueva sociedad, una nueva moral, una nueva ética, una nueva vida y una nueva concepción de los hombres y de las mujeres. Por eso, no hay nada más importante que la cohesión de todos y todas los revolucionarios conscientes, sobre la necesidad de combatir al enemigo régimen capitalista e imperialista para salvaguardar a la humanidad y en ella a nuestra Madre Tierra.

Debemos continuar luchando contra el terrorismo mediático, la derecha fascista y los factores externos. Hay una fuerza perniciosa y profunda que se siembra en el corazón de los hombres y las mujeres que no es posible derrotar a balas: la colonización mental; lo que trae consigo la domesticación. Debemos generar conciencia para contener esa "colonización mental".

Está en marcha una siembra de terror para dominar la economía. El Fondo Monetario Internacional (FMI) está luchando para aplicar hasta el fin sus planes; en esa infernal lucha el FMI acentúa su infamia por la desnacionalización y maneja la devaluación como instrumento permanente para adecuarse a la situación de la chatarra del dólar; hunde sus tentáculos para modificar la estructura económica para adecuarla al capital financiero y al imperialismo. El sistema financiero impuesto por el imperialismo está arrodillando los pueblos.

Con ese método están expropiando gran parte de la renta nacional, ahí está el ejemplo de las transnacionales, la de los monopolios y oligopolios. Está en plena efervescencia un proyecto fascista para liquidar las formas institucionales democráticas y cambiar la estructura del Estado; reestructurarlo en un sentido fascista, es decir, una dictadura terrorista, un poder contrarrevolucionario, de opresión, de guerra, de liquidación de todas las formas democráticas con cambios cualitativos en la estructura del Estado. Nadie puede dudar acerca de la agenda criminal del fascismo.

Después de Chile con Allende tenemos que ser más amplios y no más estrechos en la lucha en que nos encontramos; contra el fascismo se pueden unir los apátridas, pero con los revolucionarios convergen todas las fuerzas políticas que están unidos a los procesos revolucionarios que avanza hacia el socialismo, con una evolución radical y sin medias tintas.

Tenemos decenas de intervenciones perpetrada por Washington desde la primera década del siglo XIX hasta los últimos años de la década de 1990. Está la intervención a México, a Nicaragua, Colombia, Panamá, República Dominicana, Haití, Granada, Honduras, y esa amenaza aún no ha cesado están en marcha campañas de terror y de

intimidación contra los pueblos del mundo que no están identificado con los planes imperialistas y los combaten férreamente. A veces ya no es a través de la intervención directa, también actúan mediante el control y la manipulación, en la utilización de la presión diplomática, en la utilización de las técnica de desestabilización por medio del poder mediático de los medios de comunicación social privados tantos internos como externos, en la utilización de la amenaza de la fuerza, en el aislamiento económico, en fin, en todo estos casos, el objetivo es sentar las bases para un golpe de Estado organizado y respaldado siempre por EEUU avalados por sus régimenes títeres.

A manera de recordatorio, en 1954 lograron derrotar a Árbenz en Guatemala, en 1973 lograron derrocar a Allende en Chile, sin embargo, hay lecciones que jamás olvidarán, fracasaron con Cuba en 1961 y no han podido con el pueblo de Venezuela desde 1998. Por tanto, debe hacerse respetar la autodeterminación de los pueblos, la no injerencia de otras naciones en los asuntos internos de los demás países, su igualdad jurídica y la integridad territorial de los pueblos. No hay barreras infranqueables entre la etapa democrática liberadora de los sentidos para ir contra el imperialismo y alcanzar al humanizante socialismo anti imperialista. Somos optimistas, pues somos combatientes y somos combatientes porque somos optimistas por eso somos revolucionarios siempre.

El Che ya lo advirtió no podemos conducirnos hacia un callejón sin salida utilizando las armas melladas del capitalismo.

En ese sentido escribió:

"Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo". De modo que no puede haber dudas sobre el hecho de que en este combate debe definirse entre reformismo, revolución o barbarie; el reformismo no ataca la raíz del mal es un paño de agua tibia; la revolución es transformación y ataca directamente el mal, ese es su objetivo.

Insistimos que la maldad y el egoísmo de la hipócrita burguesía que son tan evidentes cuando no admiten al Estado de derecho y justicia social ni nada que huela a pueblo y paz. La burguesía va hacia la paz sí se le garantiza la chatarra del dólar, para éstos la paz se concretiza con más dinero, esta trama forma parte del chantaje fascista.

Para la burguesía el hecho económico es lo fundamental: la explotación del hombre por el hombre; esta es su principal contradicción. Por eso, la conciencia social que dimana de los aparatos ideológicos de la burguesía está minando al pueblo. Luego, no tiene objeto que el socialismo capitule con el capitalismo, sería Interesante la repuesta de Marx sobre este crucial asunto que deja en evidencia la traición.

El socialismo es la fuerza del devenir. El socialismo no es una carrera de lobos, ni tampoco el deseo de figuración o una visión individualista, es una filosofía científica: el devenir a través de la lucha de clase. El fascismo del siglo XXI no tiene pueblo por eso están derrotados, el materialismo histórico le está pasando factura aunque persistan los sicótico disociado. "El presente es de lucha; el futuro es nuestro", cristalizó el Che. Toda la sociedad va dividiéndose cada vez más, en dos campos contrapuestos y excluyentes que se enfrentan directamente: la burguesía frente a los humildes, trabajadores y trabajadoras. Está abierta la puerta de la revolución política, social y económica.

El Libertador Simón Bolívar quien lucho con la espada y la pluma es un ejemplo de gallardía y patriotismo, jamás se rindió, allí está su eterno legado para la vida, una muestra para amar la Patria Grande por siempre, por eso, siempre en batalla y firmes, sin miedo, del otro lado es que está el pánico, el terror que siente la oligarquía por el pueblo.

El neoliberalismo invirtió centenares de millones de dólares desde los años 80 con el objetivo de dominar la formación de la opinión pública, la conducta de los pueblos. Se está sometiendo a las poblaciones del mundo utilizando desde el uso brutal de la fuerza, hasta con métodos más finos, que nos convierten en ciudadanos consumidores obedientes, domesticados, cuya tarea incesante la realiza el omnímodo poder mediático.

Lanzan a la juventud al consumo desenfrenado de drogas y de cualquier bien material superfluo y al empobrecimiento total de su espiritualidad y formación cultural humanista. Estos desesperanzadores escenarios inhumanos colocan a muchas personas que desean ver concretado en un programa de acción, en un movimiento, en una asociación, en un partido o un conjunto de ellos, el camino concreto alternativo al actual estado de cosas inservibles.

Muchos hombres y mujeres comienzan a despertar de la etapa de desaliento aplastante que nos impusieron, no pensar, y aceptar el modelo de globalización neoliberal como lo menos malo posible.

Ciertamente, la ideología neoliberal inmovilizó a grandes mayorías en los años noventa, con su imposición de un pensamiento único. De allí que estemos luchando hoy por una luz para remontar el túnel tenebroso en el que nos ha sumido el neoliberalismo.

Creemos que estamos en la etapa del despertar, de búsqueda, de volvernos a ilusionar; de volver a potenciar individual y colectivamente la imaginación creativa para afrontar todos los grandes retos, para preservar la naturaleza y a todos los humanos. El ideario del marxismo, su teoría, sus análisis filosóficos, el materialismo dialéctico e histórico, el devenir, estas acciones a desarrollar y acrecentar, ocupan en el revolucionario un lugar destacado en la tarea del desarrollo del pensamiento y de la ética, en la búsqueda de una nueva sociedad con rostro humano, que el pueblo en conclusión merece sin más preámbulos.

"El Estado antiguo era, ante todo, el Estado de los esclavistas para tener sometidos a los esclavos; el Estado feudal era el órgano de que se valía la nobleza para tener sujetos a los campesinos siervos; y el moderno Estado representativo es el instrumento de que se sirve el capital para explotar el trabajo asalariado", precisó Engels

También debemos insistir sobre la aplastante y criminal "guerra de cuarta generación", la cual se traduce en su definición técnica en "guerra psicológica", o "guerra sin fusiles", que es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientada a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de las armas. En consecuencia no te dejes inocular malicia y mentiras por los medios de comunicación social privados.

Para el capitalismo salvaje su arma predilecta es la "guerra de cuarta generación" y es justamente la que vienen utilizando en los últimos años moldeando a la humanidad a sus anchas en el marco de que "el fin justifica los medios". En ese sentido está en ejecución un macro plan conformado por intelectuales de todo el mundo para hacerse de las mentes de la ciudadanía de todos los pueblos, bajo la premisa de instruir un nuevo clima de pensamiento y de opinión (ideas); para que sea aceptable un auténtico control de la población. En tal sentido la proposición es instruir un nuevo modelo de dominación bajo la figura de la "ideología dominante" que no suponga que el punto de partida es la libertad personal e ilimitada ni que el punto de partida son los derechos humanos.

En esta encomienda está el Pentágono con sus agencia esparcidas por el orbe y la OTAN, entre otros organismo multilaterales controlados por el capitalismo salvaje. Hay todo un cuerpo de pensadores, escritores, profesores y medios de comunicación social a gran escala, que se han propuesto desarrollar conceptos, argumentos e imágenes que proporcionen una justificación intelectual, ética, moral, económica, política y psicológica a las estrategias enérgicas del control de la población.

Es un criminal plan adaptado al gusto del siglo XXI envuelto para el consumo de todo el pueblo, lo cual incluye diferentes públicos, difundido entre creadores de opinión, personas con poder decisorio. Esta labor intelectual está elaborada, desarrollada y promovida mediante redes, cuadros intelectuales, entre otros medios afines, cuyos miembros reciben generosos estipendios así como espacio físico y mental necesario en el que puedan trabajar y darle continuidad al proyecto de guerra asimétrica en universidades, fundaciones e institutos especializados o a través de redes de la web.

Este cuerpo de "legionarios ideológicos" está familiarizado con el liderazgo de los conglomerados de medios de comunicaciones globalizadas, cada vez más numerosos, cuyo activo incluye todos los "amplificadores intelectuales e ideológicos" necesarios para la difusión de esta guerra no convencional.

Los cinco mayores conglomerados de medios de comunicación del mundo son Time Warner, Disney, Bertelsmann, Viacom, y News Corporation Murdoch. Sus activos incluyen periódicos, revistas, películas, televisión, web, y cuatro páginas más d etcétera.

Este feroz ataque desmedido, asesino, sin cabida en la naturaleza humana contra los pueblos del mundo, constituye la respuesta al fracaso del régimen capitalista. De allí que el capitalismo salvaje haya lanzado un alerta a sus colegionarios sobre la amenaza que representan la mayoría de los pueblos, los humildes, los excluidos que tarde o temprano se revelarán y arrasarán en su caída al capitalismo salvaje.

Pues bien, a manera de conclusión, la burguesía, proletariado, capitalismo, imperialismo, clases sociales, lucha de clases son términos cargadas de gravedad y memoria histórica que producen ruidos incesantes dentro del canal dominante. Ciertamente estamos en el umbral de crudas realidades a las que hoy nos enfrentamos. Para entender los peligros en los que está envuelta la humanidad es necesario prescindir en lo posible de sentimentalismo, prejuicios e ideas descontextualizadas.

La naturaleza se ha convertido en el mayor obstáculo para el capitalismo salvaje. Para este sistema criminal la globalización implica no sólo el objetivo de un gran mercado universal marcado por las pautas del liberalismo más cruel, sino un control total de las conductas (mentes), impidiendo la simple posibilidad de insinuar, disentir o practicar la disidencia.

Los economistas y líderes mundiales están realmente ciegos ante el peligro ecológico. El sistema capitalista es un subsistema del mundo natural que no abarca.

El capitalismo trata al consumo de los recursos renovables y no renovables (el "capital natural") como si fueran ingresos o contribuciones, para éstos la naturaleza es sinónimo de bienestar económico. La economía está contenida es un mundo físico y finito, y no al contrario. La realidad de la biosfera es algo dado. La actitud del capitalismo irreversiblemente es suicida. Y los "paños de agua caliente" serían visibles cuando ya estemos muertos. La economía actúa al margen de la naturaleza. Algunos de los umbrales son hartamente conocidos: la desaparición de la capa de ozono, el cambio climático, el deterioro de los habitas como la tierra para la agricultura, el colapsos de las zonas marinas, los recursos hídricos y cuatro hojas más de etcétera.

Ni los grandes capitalistas ni las personas acaudaladas podrán librarse de las consecuencias de la degradación ecológica que avanza a pasos acelerados.

Por tanto, el capitalismo salvaje "ignora" los bienes y servicios obtenidos de la biosfera. La contaminación, los residuos y el calor que se devuelven a la biosfera no se miden como costes. Los costes ecológicos reales se repercuten en el exterior y, como tales, han de ser soportados por la humanidad y el planeta en su conjunto.

El capitalismo produce en menos de dos semanas el equivalente a toda la producción física del año 1900. La producción económica se duplica cada 25 ó 30 años. Hoy la escala de la productividad está extremadamente rebasada sobre los límites de la biosfera e incluso sobre la capacidad del planeta para sostener la vida. El agua para la vida ha comenzado a escasear. Se estima que más del 70% de la población mundial vive en zonas donde el agua escasea, entre otras limitantes. Uno de los costes económicos más palpables e inmediatos de la injerencia humana en los sistemas naturales es la frecuencia cada vez mayor con que se desatan las tormentas tropicales que los científicos asocian al calentamiento global.

En definitiva vivimos hoy en un mundo trágicamente muy mal gestionado. El capitalismo no es el estado natural de la humanidad, por el contrario desdice de la igualdad, la solidaridad y de un mundo sustentable. Y si continuamos en la senda del capitalismo salvaje, es un hecho histórico científicamente verificable que en algún momento próximo nos aguarda el accidente global del que no podrá recuperarse ni el sistema ni la economía global dejando en el entredicho la extinción de toda forma de vida en nuestra Madre Tierra.

Para aquellos o aquellas que todavía abrigan dudas sobre el asesino sistema denominado capitalismo salvaje, un cuarto de siglo después del primer aviso sobre las amenazas para el medio ambiente, un grupo internacional de científicos ecologistas ha evaluado los cambios de los principales indicadores ecológicos y ha publicado una segunda alerta, firmada por más de 15.000 expertos.

Alarmados por el cambio climático global, ecologistas de la unión de científicos preocupados y otros 1.700 científicos independientes, incluyendo a muchos ganadores del Premio Nobel, publicaron en 1992 una "Advertencia de los científicos del mundo a la Humanidad", que describía las principales amenazas que existían en ese momento para el medio ambiente, así como los pasos a seguir para reducir el impacto negativo de los factores antropogénicos en el cambio climático global.

Los especialistas utilizaron los datos de las organizaciones climáticas que publican informes anuales sobre mediciones de temperatura y emisiones de gases de efecto invernadero. Los investigadores destacaron varios indicadores principales para evaluar los cambios que se han producido y su impacto en el medio ambiente. Desgraciadamente la mayoría de las tendencias amenazantes siguen siendo negativas o incluso se han agravado en nuestros días. Por ejemplo, la cantidad de agua dulce disponible per cápita disminuyó en un 26%. Y se redujo drásticamente el número de peces silvestres. La población total en el planeta aumentó en un 35%, mientras que el número total de animales vertebrados disminuyó en casi el 30%.

"La humanidad no está tomando las medidas urgentes necesarias para salvaguardar nuestra biosfera en peligro", alertan los científicos. Estos investigadores llaman a la humanidad a hacer caso sobre las advertencias antes de que sea demasiado tarde. "Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida, y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de Gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestro único hogar", alertan.

De la misma manera la ONU señala que se necesitan medidas drásticas para cumplir los objetivos climáticos establecidos en el acuerdo de París (2015). La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera aumentó a una velocidad récord en el 2017, para alcanzar un nivel no visto durante más de tres millones de años.

La crisis ecológica que vienen sufriendo el planeta se expresa en la contaminación y en el agotamiento de los recursos. La contaminación del aire, del agua para la vida y del medioambiente en general, allí está también el calentamiento del planeta, el derretimiento de los glaciales polares, la multiplicación de catástrofes naturales y la destrucción de la capa de ozono.

De otro lado el agotamiento de los recursos ha generado la degradación de las condiciones del suelo, la deforestación y destrucción de los bosques húmedos tropicales y, por lo mismo, su desertificación y reducción de la biodiversidad por la extinción de miles de especies.

Las consecuencias ambientales no sólo son el resultado de la contaminación y el agotamiento de los recursos, sino también el resultado de los efectos que ha tenido la emigración de los trabajadores de las zonas productoras de materias en busca de trabajo en las zonas en desarrollo e industrializadas.

Para entender el concepto de la naturaleza, Marx bosqueja una definición:

"La naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre, es decir, la naturaleza en cuanto no es ella misma el cuerpo humano. El hombre vive de la naturaleza; esto quiere decir que la naturaleza es su cuerpo, con el que debe permanecer en un proceso continuo, a fin de no perecer. El hecho de que la vida física y espiritual del hombre depende de la naturaleza no significa otra cosa sino que la naturaleza se relaciona consigo misma, ya que el hombre es una parte de la naturaleza"; esto es, no existe dicotomía entre el ser humano y la naturaleza: "El hombre no está en la naturaleza, sino que es naturaleza", es parte de ella, de la naturaleza.

También Marx hizo referencia a la naturaleza en la medida que ésta se entrelazaba en la historia de la humanidad a través de la producción, como extensión del cuerpo humano. Lo que explica que la relación humana con la naturaleza está mediatizada no sólo a través de la producción, sino también, por medio de las herramientas, que son producto de la transformación de la naturaleza, y que ha permitido a la humanidad transformar la naturaleza.

Marx destacó que el trabajo alienado convierte a la naturaleza en algo extraño al hombre, en un "mundo ajeno", hostilmente contrapuesto al trabajador". En este sentido, en la apropiación privada, existe una alienación respecto a la naturaleza donde los medios de vida y de trabajo no le pertenecen al trabajador y se le presentan como objetos externos, es decir, "enajena al hombre de su propio cuerpo, de la naturaleza tal como existe fuera de él, de su esencia espiritual, y de su esencia humana".

La alienación de la humanidad y de la naturaleza tiene como resultado no sólo la renuncia al trabajo creativo, sino también la renuncia a los elementos esenciales de la vida misma.

El capitalista no va a renunciar a la acumulación de la riqueza y, por lo mismo, no va a dejar de explotar a los trabajadores y expoliar la naturaleza, construye mecanismos engañosos que supuestamente van a dar respuestas a la crisis ecológica. Una muestra de ello son los famosos foros o cumbres como el Protocolo o Acuerdo de Kyoto, Cancún o Durban o el de París 2015 sobre el cambio climático, en el que predominan aquellos "acuerdos" que, a simple vista, son los de las multinacionales y transnacionales, del complejo industrial del automóvil, de las grandes industrias de armas, es decir, el interés del capitalismo salvaje con sus grandes capitales. Y como estos "acuerdos" no benefician a la humanidad y al mismo planeta, seguimos en una trayectoria de incrementos de temperatura superiores a los dos grados centígrados, con consecuencias extremas en materia de sequías, inundaciones, deshielo de glaciares, aumento en el nivel del mar y, en general, impactos severos sobre agricultura y formas de vida de millones de personas.

En Venezuela el otrora presidente Hugo Chávez en los cinco grandes objetivos históricos que elaboró, precisó:

"Este quinto gran objetivo histórico, convoca a sumar esfuerzos para el impulso de un movimiento de carácter mundial para contener las causas y revertir los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador".

Chávez hizo un llamado sobre el esfuerzo que debemos hacer todos y todas por cambiar el modelo de desarrollo destructor que el capitalismo le ha impuesto al mundo en los últimos siglos mediante la amenazante extensión de la voraz economía de mercado. Recordemos que el neoliberalismo no es desarrollo sustentable, es pobreza, opresión, explotación, es la muerte en vida.

Estamos montados en un modelo de autodestrucción donde están en peligro todas las formas de vida en la Tierra. Vivimos en un mundo preñado de riesgos irreversibles. Siglos de explotación colonial han dado lugar a un sindicato de países ricos y superdesarrollados agrupados en la OTAN que coexisten con otros inmensamente pobres que suministran materia prima y fuerza de trabajo, donde, en suma se impone el imperialismo estadounidense.

Sobre la criminalidad imperialista hay un historial. Hiroshima y Nagasaki, dos ciudades indefensas, EEUU lanzó y probó los efectos de dos bombas nucleares en el año 1945, donde murieron en su mayoría niños, mujeres y ancianos japoneses; Hollywood ha hecho de EEUU una suerte de juez supremo de los valores democráticos y los derechos humanos; por qué su cine no devela los golpes de Estados y las intervenciones en Centroamérica, Panamá, Santo Domingo, Granada, Honduras, Cuba, Nicaragua, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Argentina, Brasil, etc., y otros planes sangrientos, incluyendo la amenaza golpista que se viene sucediendo contra Venezuela. Su poderío militar no es una necesidad del mundo, es una exigencia del sistema capitalista que alimenta el mayor mercado de drogas en el planeta. Sus planes están asociados a las millonarias sumas de dólares asignadas a los medios de información privados para mentir y desinformar.

Estamos montados en un modelo de autodestrucción donde están en peligro todas las formas de vida en nuestra agraciada Tierra y el principal responsable es el imperio del norte, parasitario, depredador y saqueador. Con menos del 5% de la población del mundo succiona anualmente enorme cantidades de petróleo y gas, minerales, materias primas, bienes de consumo y productos sofisticados procedentes del exterior; muchos de ellos como los combustibles y los extraídos de las minas, no son renovables. Los hidrocarburos –repetimos-- que tardaron 400 millones de años en formarse en apenas dos siglos lo están acabando. El imperialismo no tiene interés en contener la catástrofe ecológica mundial que amenaza a esta bella Tierra.

EEUU, insistimos, con menos del 5% de la población mundial emite el 25% del dióxido de carbono, o sea, es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo. 30 países, incluyendo la Unión Europea, consumen el 80% del combustible que se produce. Desde Protocolo de Kyoto las emisiones de los países desarrollados se elevaron en un 13% y de ese volumen el 55% corresponde a EEUU. Entre tanto, la temperatura va en aumento.

Según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), elaborado en Japón por más de 60 reputados expertos sobre el calentamiento global, hicieron el alerta: el cambio climático le depara a la humanidad riesgos mucho más inmediatos y peligrosos de lo que se creía.

Advierten los autores de este informe que en un período relativamente corto el cambio del clima, las sequías, entre otros fenómenos naturales, se harán realidad y provocarán problemas globales tales como hambrunas, enfermedades, sequedades, inundaciones y guerras por el acceso a los recursos.

La humanidad no está preparada para estos eventos que estamos viviendo. Existen riesgos globales para la civilización. Precisamente, el accidentado mundo que generó el capitalismo salvaje, con las desigualdades sociales que cada vez se agudizan más, problematizan el panorama mundial.

Otro elemento colateral es el aumento de la violencia, guerras, entre otras crisis, en efecto, la falta de recursos naturales como el agua potable es un factor desestabilizador que nos llevará a conflictos bélicos abiertos y empeorarán los conflictos ya existentes.

Tambien está el incremento de las enfermedades, las sequías, la falta de alimentos, la pobreza y otros problemas potenciales debidos al aumento de la temperatura y el cambio climático que están acelerando la propagación de enfermedades crónicas e infecciones, lo que, junto con otros factores ambientales y pandémicos, daría un matiz apocalíptico a la civilización que engendró el capitalismo salvaje.

Los alimentos para el año 2050 tendrán costos impagables, toda vez que los precios mundiales aumentarían exorbitantemente debido a los cambios de temperatura y los patrones de lluvia, algo que sumado al empobrecimiento de los pueblos tendrá como resultado mayor padecimiento y más hambruna en diversas regiones del mundo. A mayor población la demanda de alimentos crecerá.

La Tierra tendrá menos agua disponible. Además, la actual contaminación del agua podría reducir para el 2030 aún más el acceso al agua potable para la población. Se estima que un significativo porcentaje de la población mundial no tendrá disponibilidad en los próximos años a este recurso vital.

Cabe señalar que estas conclusiones coinciden con los resultados del informe sobre el colapso irreversible de la civilización industrial elaborado por el Goddard Space Flight Center de la NASA. De acuerdo con sus autores, el cambio climático está estrechamente relacionado con el desarrollo insostenible, por lo que la civilización industrial global podría derrumbarse en los próximos decenios debido a la explotación irresponsable de los recursos y la distribución cada vez más desigual de la riqueza. Al mismo tiempo, la OMM prevé frecuentes inundaciones, movimientos telúricos, tormentas y una gran ola de calor en los subsiguientes años.

Estamos en la hora de los pueblos por la supervivencia de la humanidad y toda forma de vida. Marchemos hacia una genuina y auténtica revolución socialista.

Marx dejo bien claro: "Producción de plusvalía o la obtención de ganancias es la ley absoluta de este modo de producción". Y la utilización de la plusvalía como capital o reconversión de plusvalía en capital se llama acumulación.

Observamos en el mundo que el capitalismo salvaje no es otra cosa que una constante e imparable acumulación de riquezas en pocas manos y una infinita pobreza de las mujeres y los hombres por toda la faz de la Tierra. La avaricia, el egoísmo, y tantos otros "pecados capitales" es el rasgo característico del capitalismo en toda su historia.

Para contrarrestar estos escenarios contrarios a toda forma de vida, Chávez alertó:

"Esto solo será posible desde el socialismo como única alternativa al modelo depredador capitalista que ya ha fracasado". La contradicción está despejada, aunque continua latente el dilema sobre: "Socialismo o barbarie", que trazó la legendaria combatiente Rosa Luxemburgo.

Entonces podemos recapitular señalando que una variedad de connotados científicos del mundo han advertido de distintas maneras que una especie está en peligro de extinción, el género humano, lo cual incluye toda forma de vida, el depredador en su vorágine destructora incontenible se llama: capitalismo salvaje. Acabado, viejo, cruel y criminal, este asesino sistema ideado por el hombre que desde un primer momento se enfocó en las ansias de poder y el afán de lucro, lleva cinco siglos infatigables de perversa faena destructora que antes de culminar su agonía y morir de una buena vez –si lo permitimos--, pretende arrastrar a su tumba a toda la humanidad.

No se trata de un individuo en particular sino de todo un sistema, un conjunto de relaciones sociales frías, anónimas, burocráticas, en el seno de las cuales las personas son sólo medios de lucro, ganancia y acumulación en escenario de perversión donde el trabajador y la trabajadora son anulados sin derechos a una existencia digna. Ese rechazo tiene por lo menos 5.000 años de historia comprobada.

Según la ONU la fortuna de los 358 burócratas más ricos del planeta es superior a las entradas anuales sumadas del 45% de los habitantes más pobres de nuestra finita Tierra, según ese mismo informe más de 800 mil millones de seres humanos padecen hambre y alrededor de 500 millones sufren de malnutrición. Todas estas cifras por lo general son conservadoras por lo que varían dependiendo del organismo que las anuncia.

Según la ONU actualmente 2 mil 400 millones de personas carecen de acceso a los servicios básicos de saneamiento del agua y alrededor de mil niños mueren diariamente en todo el mundo por la carencia de servicios básicos.

Y actualmente la escasez de agua afecta a más del 40% de la población en el mundo con altas probabilidades de que la proporción aumente. Al menos mil 800 millones de personas consumen aguas contaminadas con materia fecal y más del 80% de estas aguas se vierten en el mar o ríos sin que se eliminen los contaminantes.

La contaminación ambiental causa la muerte de 12,6 millones de personas al año, así lo señala la ONU. Más del 25% de las muertes de niños menores de cinco años y el 23% de las muertes que se registran cada año se deben al deterioro del medio natural.

Estudios de la Universidad de British Columbia y la Universidad de Washington de EEUU, aseguran que gran parte de la población mundial vive en lugares donde los niveles de partículas de contaminación en suspensión son más altos que los niveles máximos aceptados por la OMS.

Por otra parte, acerca del armamentismo cuando una bomba explota genera temperaturas superiores a los 1000 °C, que no sólo destruye la flora, fauna y otros recursos naturales visibles, sino también la composición interna de los suelos. Los conflictos bélicos no solo son enfrentamientos entre seres humanos, sino un ataque directo al medio ambiente del lugar donde se desarrollan los combates. Las guerras causan daños irremediables, aguas contaminadas, tierras de cultivo envenenadas y destruidas, y cientos de secuelas más.

La deforestación arrasa los bosques y las selvas de la Tierra de forma masiva causando inmensos efectos negativos para el medio ambiente y los suelos. Los árboles desempeñan un papel crucial en la absorción de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Menos bosques significan emitir más cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera y una mayor velocidad y gravedad del cambio climático.

El impacto más dramático es la pérdida del hábitat de millones de especies. El 70% de los animales y plantas habitan los bosques de la Tierra y muchos no pueden sobrevivir la deforestación que destruye su medio. Estudios indican que las selvas tropicales y los bosques pluviales podrían desaparecer completamente en los próximos años si continúa el ritmo actual de deforestación.

Los grandes desastres, como el de Exxon Valdez en 1989, con una carga de 11 millones de galones (41 millones de litros de crudo) en Alaska, vertiendo 37 mil toneladas de hidrocarburo, o la explosión de la plataforma de gasolina en el Golfo de México en 2010 que provocó una fuga de 651 millones de litros de crudo en el mar, son situaciones puntuales que causan un daño al medio ambiente de grandes dimensiones y con graves consecuencias.

Estos accidentes han provocado daños genéticos en humanos, plantas y animales, por la fuerte contaminación.

¿Siempre fue así? ¿Es inevitable esta injusticia? ¿Debemos aceptar pasivos y sumisos este brutal sistema de dominación? Quienes aspiramos a instaurar la justicia en nuestra Madre Tierra y terminar con toda la explotación, devastación y dominación, sostenemos que la sociedad se puede transformar y, por tanto, otro mundo es posible, frente al reino de la muerte, burocracia, mercantilismo, usurería, monopolios, oligopolios, explotación, criminalidad y cuatro hojas más de etcétera, hay una alternativa verificable históricamente (científica), realista, humanista, de igualdad, inclusión, solidaridad y paz: Socialismo.

Entretanto el poderoso poder mediático auténtico monopolio de la desinformación y la manipulación, en toda su extensa gama, de alcance mundial y los depravados empresarios que los manejan no descansan en contener al socialismo, la emancipación de los pueblos, su dignidad e igualdad. Nosotros los pueblos oprimidos somos el "Plan B".

El maniqueísmo de la derecha fascista en su incontenible manipulación se traduce en un irrespeto al pueblo y en el afán de generar zozobra en la sociedad. Factores aferrados al modelo capitalista han tenido la cachaza de decir que el capitalismo salvaje es un sistema que ofrece futuro. Cómo es eso, si el capitalismo está ahogado en sus propias contradicciones y está pariendo la felicidad de los pueblos con el socialismo, que sí trae una sociedad absolutamente nueva.

Todavía hay un gran desconocimiento de historia y de la realidad. Hay quienes incluso no saben ni tan siquiera lo que está pasando en el mundo. Hay quienes creen que la Tierra es imperecedera. Con esas observaciones intelectualmente el avance es cero. Por eso la importancia del estudio de la historia. Marx y Engels representan una excelente referencia para entender lo que sucede a nuestro alrededor y el globo.

Marx demostró que no es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino que por el contrario el ser social, es lo que determina su conciencia. Por tanto, si se tienen un poder constituido vetusto, alienante y plagado de contradicciones, su resultado es una sociedad de borregos idiotizados.

También Marx cristalizó, "no se trata de interpretar el mundo de diversos modos como hasta ahora han hecho los filósofos sino de transformarlo", a través de la dialéctica y del materialismo histórico.

La sociedad siempre se ha reducido a dos clases en constante lucha: la dominante y la dominada, que corresponden hoy al período capitalista, esto es, burguesía versus proletariado. Dos clases en la que, precisamente, las minorías controlan a la inmensa mayoría, generándose hambre y miseria y explotación indiscriminada.

La historia avanza mediante un proceso dialéctico o de contradicciones o antagonismos que consiste en la lucha de estas dos clases opuestas e irreconciliables que son las clases sociales predominantes. Es ilusoria toda reconciliación. Es decir, "la historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestro días es la historia de las luchas de clases", advirtieron. Marx y Engels en el Manifiesto Comunista.

Con Marx y Engels el socialismo abandona definitivamente todo rastro especulativo y todo proyecto imaginario del futuro para intentar vincularse políticamente con las clases trabajadora de la sociedad capitalista; conciben una nueva época en la historia del socialismo y en la historia política de la humanidad. Estos descomunales hombres, Iniciaron una nueva concepción del mundo y de la historia humana. Una teoría crítica de la historia y de la sociedad capitalista y una filosofía totalizadora del ser humano y de su praxis.

Todas las instituciones, supuestamente "perennes" e "imperecederas", empezando por la propiedad privada y la justicia, y continuando por el Estado, esas pretensiones engañosas y represivas, hay que entenderlas desde la perspectiva del marxismo a quien nada se escapa las coloca en el fuego de la historia, del materialismo histórico, que todo lo derrite y lo disuelve, aún lo aparentemente más sólido, más petrificado y cristalizado, como es el caso del capitalismo salvaje, que entró en una etapa de combustión una vez que hizo contacto en sus contradicciones con la historia real y verdadera de los pueblos sufridos de esta hermosa Tierra.

Atentos con ese capitalismo salvaje de "rostro humano" que la matriz mediática busca inculcar al pueblo. El Che subrayó que "la última y más importante ambición revolucionaria es ver a la mujer y al hombre liberado de su enajenación"; luego, al despedirse de sus hijos, les dijo: "Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada…".

Oligarcas, la mentira, el chantaje, la manipulación, la guerra sicológica, han sido desvelados por la propia historia y temblad porque se profundizará aún más la revolución, pero esta vez se extenderá por todo el mundo.



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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