Derecho a réplica

Apelando al derecho de réplica, en la oportunidad les estoy enviando respuesta a una nota publicada por ustedes con fecha 4 de agosto, en la que curiosamente, a través de una entidad del gobierno como es la oficina de prensa del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social, la ciudadana Marcela Máspero, hace la siguiente afirmación: “De igual manera, Marcela Máspero, recalcó que la Central Sindical que ella representa deplora y no comparte, el que uno de sus Coordinadores Nacionales, Orlando Chirino, aparezca ofreciendo declaraciones junto a los aliados de los sectores empresariales, quienes en el año 2002 dieron un Golpe de Estado; y aclaró que este dirigente no milita actualmente en la UNETE.”

El sólo hecho de que la declaración sea avalada por una entidad gubernamental, muestra a las claras el talante de Márcela Máspero, quien no es una dirigente sindical sino una funcionaria de gobierno. Por tal razón, esta ciudadana menos que nadie, puede auto-proclamarse como representante de la Unión Nacional de Trabajadores; cargo que nadie le ha otorgado pues hace más de 2 años que ninguna instancia de coordinación nacional de la Central se ha reunido para otorgarle tal responsabilidad. En el mejor de los casos, el Ministerio del Trabajo que le patrocina su nota de prensa, podrá presentarla como funcionaria de gobierno nacional, como empleada de ese Ministerio, como diputada suplente por el partido de gobierno que agrede a los trabajadores y desconoce sus derechos o como una simple mercenaria sindical, pero nunca podrá otorgarle una responsabilidad que nadie en la Central sindical le ha atribuido.

En segundo lugar, queremos recordarles, a la ciudadana Marcela Máspero y a sus padrinos políticos que la apoyan desde el alto Gobierno y el Ministerio del Trabajo, que si alguien en Venezuela no tiene autoridad política ni moral para hablar en nombre de la UNT, es precisamente ella, porque Marcela Máspero fue la primera en abandonar a la UNT al desconocer el mandato mayoritario de las bases en su II Congreso realizado en el año 2006. Adjuntamos una pequeña composición fotográfica de la parte final del dicho evento, para que los lectores puedan apreciar que más del 65% de los delegados votaron las resoluciones, mientras que un minúsculo grupo encabezado por Marcela Máspero, Osvaldo Vera, Franklyn Rondón y Pedro Eusse -que pueden ser perfectamente contados en la fotografía-, abandonó el recinto de deliberaciones con la perversa intención de desconocer las decisiones democrática de la mayoría, en un claro irrespeto a los casi 2.300 delegados que participaron en el II Congreso de la UNT.

A Marcela Máspero y sus padrinos políticos no le valieron las trampas para impedir el II Congreso de la UNT; no les alcanzó el medio millardo de bolívares que les entregaron desde el alto gobierno para que manejaran a su antojo el evento; no les sirvieron el séquito de 50 delegados internacionales importados para la ocasión como comisión de aplausos; ni mucho menos el Círculo Militar donde Marcela impuso que se realizará el congreso atemorizó a los delegados que dieron rienda suelta a su rebelión para repudiarla por su política divisionista, sus actitudes burocráticas, su negativa a realizar elecciones democráticas para legitimar a los dirigentes regionales y nacionales de la UNT, y sobre todo para denunciarla por su postración a intereses distintos a los de la clase trabajadora y el movimiento sindical.

En tercer lugar, todos los dirigentes sindicales de este país conocen de mi seriedad y trayectoria, y el profundo respeto que les profeso a los trabajadores de base y a sus dirigentes genuinos. Nunca, óigase bien, nunca he tomado por asalto la vocería de la Unión Nacional de Trabajadores, a pesar de que el II Congreso de la Central y los años posteriores, han ratificado que C-CURA es la corriente mayoritaria de la Central y la única que defiende su programa, su plataforma de lucha y sus principios, entre ellos el de la autonomía. Principio a los que todos los dirigentes de las otras corrientes, comenzando por Marcela Máspero, renunciaron para doblegar el espíritu de lucha de la clase trabajadora venezolana y convertirla en peones de políticas nacionalistas burguesas, ajenas a las tradiciones del movimiento obrero nacional e internacional.

A pesar de que seguimos siendo la mayoría en la UNT, no soy yo quien toma por asalto la representación de la UNT. Contrariamente, Marcela Máspero siempre aparece a través de los medios de comunicación y en particular de aporrea, brindando informes de cuanto evento internacional burocrático y pro-patronal se desarrolla en el mundo en representación supuestamente de la UNT, sin haber sido autorizada por los trabajadores, pero si por las entidades de gobierno que le patrocinan los viajes y altos viáticos a ella y su corriente, con presupuestos de las instituciones de gobierno y de los nuevos ricos del país.

En cuarto lugar, no es Marcela Máspero ni el Ministerio del Trabajo, quienes pueden expedir certificados de afiliación a la UNT. Esa es una función que le compete a las organizaciones de base y a los trabajadores afiliados. Por eso es desde todo punto de vista sospechoso y denigrante que sea precisamente el Ministerio del Trabajo -vocero del gobierno-patrón-, quien le certifique a Marcela Máspero una supuesta condición de representante de la UNT, que no la tiene.

En quinto lugar, todas mis actuaciones son públicas y no me escondo detrás de siglas ni utilizo el paraguas del gobierno nacional para expresar mis opiniones. Efectivamente estamos impulsando un proceso desde abajo, como lo hemos hecho siempre, para reeducar, reorganizar y reconstruir el movimiento sindical para librarlo de las lacras que representa Marcela Máspero y el resto de dirigentes sindicales gobierneros, que siguen empeñados en pisotear la autonomía de los trabajadores para colocarlos al servicio de políticas, plataformas y programas ajenos a sus intereses de clase. Estoy comprometido con el Movimiento de Solidaridad Laboral como instrumento de lucha que responda a la violenta ofensiva anti-obrera y anti-sindical que agencia el gobierno y los empresarios, que quieren descargar sobre nuestras espaldas el peso de la crisis capitalista. Esta es una necesidad de primer orden en Venezuela, porque los supuestos dirigentes como Marcela Máspero, Franklyn Rondón, Osvaldo Vera, Pedro Euse y otros lacayos menores del gobierno, renunciaron a defender los derechos de la masa laboral, lo que los hace indignos de hablar en nombre de la UNT.

El hecho de que esté participando en el proceso de construcción del Movimiento de Solidaridad Laboral, para nada implica una renuncia a nuestra militancia en las filas de la UNT, ya que la seguimos considerando como la más importante conquista de los trabajadores y trabajadoras venezolanas dentro de este proceso revolucionario. Por la UNT nos hemos jugado hasta la vida. Los nombres de los camaradas Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena, son el testimonio de la decidida y férrea voluntad que nuestra corriente tiene de defender los postulados que dieron origen a la UNT. Y lucharemos en forma consecuente para que las bases fundacionales de la UNT perduren como siempre fue el deseo de nuestros camaradas de Aragua asesinados, que dicho sea de paso fue la única federación de la UNT a nivel nacional que realizó elecciones democráticas para legitimar a sus dirigentes.

Por las consideraciones anteriores, me dirijo a los trabajadores, dirigentes y organizaciones sindicales que se reivindican de la UNT, a que mantengamos una posición firme y decidida, para impedir que el Gobierno y mercenarios como Marcela Máspero completen la obra de liquidar la esperanza que representa la UNT. De nuestra parte ratificamos el compromiso de mantener en alto las banderas que dieron origen a la UNT y las defenderemos a todo precio en el espacio que nos hemos ganado como auténticos defensores de los derechos de los trabajadores al interior del Movimiento de Solidaridad Laboral, para contribuir desde allí a un proceso reconstructivo del movimiento sindical venezolano, en la perspectiva de edificar la gran central sindical que las trabajadoras y los trabajadores venezolanos necesitan. Una gran central sindical construida desde abajo, que sea instrumento de lucha y movilización, herramienta de combate en defensa de los derechos presentes y futuros de los trabajadores, profundamente democrática, pluralista, unitaria y absolutamente autónoma e independiente del gobierno y los patronos.

Invito a los trabajadores y a los dirigentes honestos que no se doblegan, que no se dejan tentar por los privilegios que les ofrecen los burócratas ligados al gobierno o a los patronos privados, para que nos acompañen en esta nueva cruzada nacional encaminada a superar de una vez por todas la crisis de dirección que aqueja al movimiento sindical y la profunda dispersión que facilita que los enemigos nos atropellen.

Con saludos clasistas, revolucionarios y socialistas

Orlando Chirino

ccura_unt@yahoo.com


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Orlando Chirino


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