Desde 1973 las familias caroreñas ubicadas en la zona colonial y otros sectores adyacentes al río Morere no sufrían los embates de lluvias tan intensas como las que están cayendo constantemente desde hace varios días en la capital del municipio Pedro León Torres del estado Lara.
Esta zona xerófila y agreste históricamente ha tenido que sufrir de larguísima sequías. Es tan así que los caroreños irónicamente y con el excelente sentido del humor que les caracteriza siempre han dicho que que en la ciudad se dan al año seis meses de verano y seis meses que parece que va a llover.
No obstante en estos momentos está ocurriendo una situación atípica. Ha llovido por más de quince días seguidos lo que ha traído como consecuencia inundaciones que han dejado cientos de familias, la mayoría de bajos recursos económicos, afectadas, en sectores populares ubicados a la orillas del afluente como El Torrellas, El Yaral, Barrio Nuevo y otros
Según reportes metereológicos de los organismos oficiales las lluvias que en temporadas anteriores apenas alcanzaron unos 600 centímetros cúbicos de agua por segundos, en esta oportunidad han superado los 2 mil centímetros cúbicos, un evento extraordinario que ha encendido las alarmas en las autoridades.
Debido a las fuertes precipitaciones la Alcaldía como otras instituciones del estado están prestando la colaboración para atender la contingencia, sin embargo no siempre es suficiente la ayuda oficial y es necesario que a las labores de atención y socorro se sumen otros sectores como las organizaciones populares a través de los consejos comunales, y también la empresa privada.
Hace unos cinco años aproximadamente Carora vivió otra emergencia pero la misma no tiene parangón con la de ahora que solo es comparable según los vecinos con la de 1973 que antes señalamos. De allí que desde este espacio hacemos un llamado a la unión y la solidaridad para atender a la población y especialmente a las mujeres y niños que han quedado sin sus viviendas y enseres básicos..
Algunas investigaciones indican que la causa principal de esta inundaciones es la alta sedimentación del Río Morere el cual necesita ser embaulado, y las fuertes corrientes del río Diquiva que amerita ser represado en la parte alta de la montaña. Proyectos que lamentablemente no han podido ser ejecutados.
