Las intensas lluvias que desbordan Ríos, las personas que murieron, las lluvias torrenciales en Miranda, los desbordamientos de canales de aguas negras en el Estado Nueva Esparta, las lluvias históricas ocurridas en la Gran Caracas , las inundaciones en la zona de Barlovento en el Estado Miranda, los deslaves y fracturas de las carreteras, y las inundaciones en diferentes estados evidencian la alarmante vulnerabilidad social y económica del país frente a fenómenos meteorológicos agravados por el cambio climático.
Se entiende por vulnerabilidad la falta de capacidad de una persona o grupo para anticipar, sobrevivir, resistir y recuperarse del impacto de una amenaza natural. Esto implica una combinación de factores que determinan el grado hasta el cual la vida, y la subsistencia de personas que quedan en riesgo por un evento distinto, causado por la naturaleza .Esto quiere decir que los grupos sociales más pobre, son los más frágiles y propensos al daño, pérdida y sufrimiento de una misma amenaza, y que la vulnerabilidad puede aumentar o disminuir con la inmediata aplicación de acciones concretas.
La vulnerabilidad en varias regiones del país, es el producto de las construcciones irresponsables y no reguladas, la persistencia de la concentración de la pobreza en zonas urbanas y generalizadas, la degradación del medio ambiente causada por el mal manejo de los recursos naturales, las políticas públicas ineficientes, y los atrasos. Y desaciertos de las inversiones en la infraestructura.
Los desastres causados por las lluvias, la destrucción de viviendas e infraestructura, y la fatal pérdida de vidas humanas, responden a causas que no se encuentra contempladas en las políticas públicas: la vulnerabilidad de Venezuela frente al cambio climático.
Ante este panorama es urgente que el gobierno asuma que ante los fenómenos meteorológicos agigantados por el cambio climático como es el caso de las lluvias, generando cada vez mayores impactos debido a la vulnerabilidad institucional. Vulnerabilidad muchas veces causada por factores humanos, no precisamente por los fenómenos naturales, es decir, por carecer de efectivas políticas públicas que estén dirigidas a eliminar la fragilidad de la población, ante el incremento de estos fenómenos. Existiendo prácticas que aumentan la vulnerabilidad, y que están señalados Taxativamente en nuestra ley marco.
Si las políticas públicas contemplaran unas acciones preventivas más eficaces contra el cambio climático la vulnerabilidad sería menor y no ocurrirían las periódicas pérdidas económicas, enfermedades y muertes de personas.
Debido a la creciente vulnerabilidad a causa de los impactos del cambio climático, los daños causados no pueden ser atendidos con la ayuda regional solamente, por no ser capaces por si solos de responder a las demandas de las zonas más afectadas. La Prevención de Desastres de Anzoátegui (Protección Civil) ha sido eficaz, junto al Gobierno de Tarek William Saab, en darle repuesta inmediata, con los recursos a su alcance, que se requieren necesariamente para contrarrestar estas tragedias, debido a los fenómenos hidrometeorológicos.
Es imposible evitar los fenómenos meteorológicos sin embargo se puede reducir la vulnerabilidad frente al cambio climático, y sus devastadores efectos con medidas concretas e inmediatas para evitar el deterioro del ambiente debido a factores como la deforestación, las alteraciones de las riberas. La erosión continua del suelo, y la pérdida de cubierta vegetal en las áreas montañosas, y su capacidad para absorber las lluvias torrenciales disminuye, volviéndose la tierra más susceptible a causa de los deslizamientos e inundaciones repentinas y violentas. Siendo explicado muy ampliamente todos estos fenómenos, por connotados expertos en la materia.
Estos cambios climáticos son considerados en la actualidad, como un arma de destrucción masiva, y la peor amenaza que enfrenta la humanidad en este siglo XXI. Con este fenómeno, y debido a la vulnerabilidad, los países en desarrollo como Venezuela sufrirán los mayores impactos. Cada año se levantan nuevos sectores de comunidades que se establecen con o sin permiso de las autoridades en zonas de alto riesgo, es decir sectores urbanísticos de potenciales víctimas.
Un ejemplo de esto es el Estado Miranda, y la Gran Caracas, siendo las regiones que presentan mayor vulnerabilidad física y social frente a fenómenos climáticos, vulnerabilidad que aumenta debido a las ligeras, pasadas y presentes políticas públicas vigentes, las cuales favorecen la destrucción de bosques, selvas y zonas costeras que sirven de protección frente a lluvias y huracanes. Esto queda suficientemente demostrado por las lluvias tormentosas, que han provocado decenas de muertes.
Aunque estos desastres son naturales, es necesario enfatizar que se trata también de desastres políticos, muchas de las veces provocados por la ausencia de eficaces medidas preventivas. Es de suma urgencia que la autoridades nacionales reconozcan estas fallas, y realicen acciones concretas en todas las regiones de Venezuela para reducir la vulnerabilidad, pues los próximos años los daños serán mayores, y no se esta hablando de infraestructura y riqueza material, se esta hablando de invalorables perdidas de vidas humanas.
Percasita11@yahoo.es