Friosa es una empresa distribuidora de alimentos nacionalizada por el gobierno en el mes de octubre del año 2.010 luego de un proceso de intervención que arrojó como conclusión la necesidad de tomar esta medida de carácter estratégico para la economía nacional en el marco de las líneas de acción política para garantizar la soberanía alimentaria.
Mucho más allá de esta situación concreta y trascendental como lo es la soberanía alimentaria, quisiéramos referirnos en este caso a la cuestión política implícita en esta decisión de nacionalización que los comunistas creemos acertada y coherente con el momento político nacional y precisamente por ello queremos poner de relieve la necesidad que tiene el proceso revolucionario, incluso a través de la atrasada institucionalidad del actual estado, en ser profundamente eficaz en la gestión de las empresas nacionalizadas y que antes se encontraban en manos de privados, allí se esconde, incluso, parte de la lucha ideológica de una situación como esta.
Hoy en día tenemos conocimiento de la persecución por parte de la actual Junta Interventora de Friosa contra gran parte de los trabajadores y trabajadoras de la empresa que quieren avanzar en el proceso del control obrero en ella, contraviniendo líneas emanadas del propio Presidente de la República y que además están contenidas en el decreto de nacionalización de esta empresa distribuidora y sus detallistas (KOMA Y La Fuente) y por sí fuese poco existe además un deterioro evidente en los servicios prestados precisamente en la distribución de alimentos a gran escala y a escala detallada.
Sí una gerencia, bajo la figura que sea, incluyendo la de Junta Interventora, en representación de un gobierno que asume públicamente su disposición de trascender el capitalismo y construir el socialismo, como lo pregona a nivel nacional e internacional el presidente Chávez en relación al gobierno bolivariano, reproduce esquemas de relaciones de trabajo impregnados de capitalismo, incrementa el maltrato directo o indirecto contra los trabajadores y trabajadoras que quieren organizarse en la empresa para establecer un nuevo modelo de gestión que trascienda al que se tenía previo a la nacionalización, si no garantiza un desenvolvimiento con mayor eficacia de una empresa absorbida por el estado y que pasa a formar parte de “lo público”, para mí es muy claro que dicha gerencia está apostando por el fracaso del proceso de nacionalización y por la confirmación en la subjetividad de las masas de aquella vieja consigna de la derecha: “lo privado funciona mejor”, cuestión que además es demostrable con hechos históricos y cifras que no es cierto.
Lo descrito en el párrafo anterior viene sucediendo en Friosa, y viene siendo denunciado públicamente por la gran mayoría de sus trabajadores, por el PCV y por otras organizaciones revolucionarias sin obtener, hasta ahora, respuesta alguna de los organismos competentes lo cual obliga a redoblar esfuerzos para dar un gran debate en el seno de la revolución sobre la visión revolucionaria en la gestión de las empresas de bienes y servicios públicas y debatir además sobre la situación concreta que hemos descrito en el presente artículo y que se desarrolla en el estado Bolívar, asiento principal de la mencionada empresa.
La revolución puede y debe incrementar sus niveles de eficiencia productiva, de distribución de bienes y servicios, de control y de rectificación de fallas, porque ya lo dijo el Che, “la revolución no puede estar reñida con la eficiencia”.
Edgar Meléndez
Militante del PCV
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