El periodista narra cómo pudo ser testigo de la ira de la gente, que se sentía indignada y frustrada y que denunciaba una falta de autoridad, por parte de INDEPABIS, que brilla por su ausencia, en los establecimientos comerciales, a la vez denunciaban cómo en cualquier abasto, supermercado o en las calles de Cúcuta se consiguen en grandes cantidades los productos que aquí escasean.
Cuando el periodista preguntó a algunas de las personas que se consideran victimas de la especulación, por qué no denunciaban la respuesta es que en INDEPABIS, hay que llevar pruebas y quienes especulan no quieren entregar factura, pero además en la mayoría de los casos las denuncias no prosperan.
Este escribidor, antes de repetir lo que el medio informa quiso comprobar la veracidad y en efecto me encontré con que es real lo que el reportaje dice y es más en las calles cercanas a los mercados hay vendedores informales, de esos que no pagan impuestos, ni alquileres, ni empleados, ni servicios y sin embargo venden los productos señalados a precios escandalosos.
Esto que aquí sucede, no solo con los rubros alimenticios, sino con los productos para la construcción como el cemento que se consigue por encima de 40 bolívares fuertes, repuestos y no se diga medicinas, es algo que con seguridad se repite en todo el país, por lo que el problema reviste carácter grave, que si no se corrige con mano dura para aplicar la ley sancionando con rigor a los especuladores, no habrá necesidad de ser videntes de lo que pueda suceder en el futuro de la revolución, cuando nos toque someter al arbitrio público la gestión, para lo cual solo falta poco menos de dos años, suficientes para realizar acciones contundentes y permanentes, dejando a un lado el burocratismo, actuando contra alo que se sabe existe y no necesita ser denunciado pues cualquier funcionario puede comprobarlo, contra uno de los aspectos que más daño le hacen, no a este gobierno sino a cualquiera, si no miremos en retrospectiva lo sucedido al puntofijismo que cayó en desgracia entre otras causas por la escandalosa especulación que debería dejar como enseñanza que la gente, por encima de consideraciones ideológicas, principistas o de cualquier índole político, tiene como prioridad sus condiciones de vida, su bolsillo y su estómago, lo cual no quiere decir que aquí se puede repetir un “caracaso”, ni por asomo, pero no se puede descartar, si es que no actuamos a tiempo, y aun lo estamos, un tsunami electoral en diciembre del 2012 porque si se mantiene en el tiempo y se supone que con incrementos mayores, lo denunciado, lo que se está haciendo es colocar en bandeja de plata en manos de los enemigos del proceso, de aquí y de fuera, argumentos muy fáciles de entender por las masa votante y difíciles de rebatir, cuando sabemos bien que tenemos, los mecanismos legales para revertir lo que no es solo una tendencia, sino un elemento bien aprovechado e impulsado por la contrarevolución.
UNA NUEVA ESPERANZA
Este domingo, en razón de que opté por no salir de mi casa, paseándome con mi control remoto por lo diferentes canales, tuve la suerte de caer en el canal de la Asamblea, en el cual me quedé al darme cuenta que se desarrollaba un interesantísimo debate presidido por el flamante Presidente del cuerpo legislativo, entre las victimas y herederos de victimas del puntofijismo, en un especie de intento de por fin establecer acciones definitivas y contundentes para buscar justicia contra los responsables de tantos crímenes que hasta ahora han permanecido impunes, a pesar de que muchos de los culpables andan sueltos y su sola existencia representa una burla y una ofensa, para quienes fueron masacrados y claman desde su tumba, conocida para unos pero desconocida para los miles de desparecidos, por justicia y que a través de sus herederos, no entienden cómo a 12 años de revolución, ésta no haya llegado aun a concretarse.
Esta vez pareciera que la esperanza tiene bases firmes, porque quien está al frente del más alto poder legislativo es una de las víctimas, per sé, porque fue torturado y porque su hermano fue asesinado con una de las prácticas comunes de aquella falsa democracia, lanzándolo al vacío desde un helicóptero, en pleno vuelo y su cadáver aun no ha sido rescatado.
Pude oír con detenimiento las intervenciones de casi todos los que lo hicieron y comprobar como en ellos existen sentimientos de frustración y hasta de rabia, porque han podido comprobar que para sus legítimas aspiraciones de justicia no ha servido la Revolución.
Esta nueva oportunidad, en la que al frente se ha colocado prácticamente un icono de las luchas contra la injusticia, un hombre que vivió en carne propia los rigores de las acciones criminales de quienes mal gobernaron esta Patria y ahora pretenden por todos los medios regresar para perpetuar la impunidad, pareciera que surge una nueva luz de esperanza y eso quedó en el ambiente una vez culminada la asamblea, que a mi entender debió ser en cadena, o por lo menos trasmitida por todos los medios públicos, radiales y televisivos, para que millones de seres con sensibilidad, que los hay en este pais, se solidaricen e incluso se involucren, para que la Ley propuesta en esta asamblea sea aprobada a la mayor brevedad y que por fin como en otros países del continente, se empiece a hacer justicia sin pausa y por la calle del medio.
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