Previendo que los ataques pueden venir de cualquier lado, más en estos momentos de precampaña electoral en la que los opositores tienen una derrota anunciada en la frente y EEUU se exaspera ante la inevitable victoria del presidente revolucionario Hugo Rafael Chávez Frías, me decidí verificar personalmente, lo que hasta los momentos me había llegado como rumor referente a los precios de los productos que expenden los Abastos Bicentenarios.
En estos abastos los artículos subsidiados y regulados por el Gobierno bolivariano, mantienen una diferencia abismal a favor del pueblo en comparación con los expendidos en los establecimientos privados, que en mucho de los casos supera el 40 por ciento. Esto hay que decirlo con orgullo revolucionario.
Pero hay un detalle digno de analizar. Observando los precios de los artículos no subsidiados del Abasto Bicentenario que se encuentra ubicado en el antiguo Cada, a la entrada de Sierra Maestra, municipio San Francisco, se puede detectar que esos productos allí están más caros que los expendidos por el mercado privado. Hay detergentes que, incluso, presentan una disparidad de 2 y hasta de 3 mil BsF por unidad.
Vean aquí más concreta la diferencia de alguna mercancía con similares características del Abasto Bicentenario de Sierra Maestra con respecto del de otros locales comerciales: Jabón las llaves empaque de 900 gramos, 23.98 BsF en Bicentenario, 20.84 en otro mercado; Salsa Pampero, 8.50 en Bicentenario, 7.25 en otra tienda; Axión Crema Limón, envase de 470 gramos, 12.42 en Bicentenario, 10.61 en otro establecimiento; Rosal Plush 4 rollos extragrande, 19.26 en Bicentenario, 18.95 en otro negocio; Diablito pote 54 gramos, 8.71 en Bicentenario, 8.18 en otra comercial; Vinagre Heinz botella de 500 mililitros, 6.64 en Bicentenario, 5.97 en otro mercado.
Sabemos que estos pocos productos no representan nada ante la gama de variedad que constituye actualmente el mercado alimenticio y de otros artículos de consumo familiar, pero ejemplifican claramente la divergencia de precios y lo más importante: plantea la posibilidad de una respuesta al pueblo bolivariano, porque la gente se llena de dudas y al final se corre el riesgo de que se termine responsabilizando al presidente Chávez, y el comandante es el objetivo de los opositores. Cuánto no dieran los enemigos por qué este pueblo se llenara de odio en contra del máximo líder de la revolución bolivariana, aunque particularmente pienso que eso es imposible, creo que se debe prevenir.
Pero en síntesis, de no haber un pronunciamiento y de seguirse presentando esa diferencia, cualquiera podría imaginar que los Bicentenarios en esos casos asumen el comportamiento de los mercados signados por el capitalismo salvaje. Colocan un producto en oferta, a precio de costo, insuperable, y esa rebaja la recargan en otros artículos de tal forma, que ese alivio para el comprador en el fondo no es más que una carga económica disfrazada en detrimento de una población humilde, que aun cuando es innegable el beneficio que ha tenido con las misiones alimenticias ordenadas por el presidente Chávez, continúa haciendo sacrificios a la hora de comprar la comida.
En
consecuencia, insisto en que la situación merece una revisión y una
explicación. El Gobierno revolucionario recibe ataques de tantos lados,
que nunca se sabe por dónde vienen los tiros, más en estos momentos
en que el imperio gringo anda desesperado y a cualquier movimiento,
dispara con plomo grueso. Sabe que Chávez sigue en 2012 y con Chávez
Venezuela es y será siempre una patria libre y soberana.