El pasado miércoles 20 de Marzo se produjo la marcha convocada por el Frente Revolucionario de Inquilinos y Ocupantes en Barquisimeto pidiendo la libertad de los ocho presos políticos, encerrados por el eficiente binomio político Henry Falcón-Luis Reyes Reyes y sus acompañantes regionales; poder mediático, político, empresarial, militar y judicial. La marcha estupenda pero enfrentada a estos dos personajes que son sin duda los “dueños” actuales del estado Lara, respondiendo a idénticos intereses, quizás con algunas diferencias de visión y partidos diferenciados, pero en el mismo charco. Y así lo han probado estas dos últimas semanas donde cada palabra dicha por sus pupilos: Amalia Saen (restos de Falcon –o “Falsón” como le dicen allá- dentro del PSUV) y Jonas (hijo de papá Reyes vocero del PSUV y enemigo de la alcaldesa Saen) responden en cada uno de sus artículos, verbos y sustantivos expresados a las directrices de los dueños de la región que por su lado no necesitan ni abrir la boca ante los hechos.
¿Pero porqué se han fusionado de una manera tan homogénea las polaridades políticas nacionales en el Estado Lara hasta el punto de convertir en su propio panfleto las acusaciones contra el Frio (Frente Revolucionario de Inquilinos y Ocupantes) de un Nelson Bocaranda o cualquier otra descarga de Globovisión?. Vamos por partes para explicar algunas cosas del Frio.
Primero la marcha. Por lo que cuentan desde allá la marcha ha sido linda, sobrada en pancartas, gritos rabiosos y dignísimos de una mayoría de mujeres que son los primeros cuerpos que vociferan ¡justicia! a la hora de evidenciar su pobreza y acusar a sus opresores, en este caso capitalistas inmobiliarios y sus gerentes burocráticos y partidistas. Una marcha unitaria de los movimientos en lucha larenses llena de madres junto a sus hijos, por lo general solas y sin trabajo. De ellas no menos de una decena en estos momentos le sobran moretones en su cuerpo a ellas y sus hijos (tres años uno, tres meses…así mismo, tres meses otro) apaleados-as por la GN dentro de la Cámara Municipal hace una semana. Gabriel, dirigente de Frio todavía en libertad seguramente pasó desesperado porque ciertos y recursos grupos no llegaron. “R” dirigente mayor de Los Sin Techo de Caracas, presente y analizando la situación, dando cátedra y dictando línea sabroso. Iris haciendo su trabajo inteligente por los alrededores. Carlos y Goyo llamando como puedan desde sus lugares de prisión insistiendo que tan libres son fuera como dentro, que la libertad la llevamos dentro, en cuerpos fuertes y amorosos. Seguramente formando un lío porque no centren todo en su excarcelación sino en la lucha popular. Y luego centenares de manifestantes riendo, gritando y llenado la cuidad de pintas. Y por su lado la Policía y Guardia listos a cualquier nueva orden represiva, bloqueando además las avenidas aledañas a Barquisimeto como la de Palavecinos, con lo cual dificultan el acceso a la cuidad (están aterrados). En todo caso todas las historias dicen que ha sido una marcha llena de fuerza y contenido, llevando consigo una mancha genética directa con el pueblo del 27F. Una marcha por la libertad de los presos, por la dignidad de las luchas, por la justicia, delatando la tortura de los Guardias, pero sobretodo una manifestación del pueblo real y combativo lo que hace de ella una movilización totalmente clasista; de la clase oprimida que se emancipa desde su propio empuje.
Haciendo comparación con lo que pueden movilizar estos jefes de la oposición y el chavismo oficial, es francamente una movilización de ruptura completa frente a la tragedia que supone la fabricación por parte de esta carroña de la política de masas pasivas, obedientes y vacías que por lo general los acompañan en sus caminatas y espectáculos políticos. El Frío en ese sentido no es solo un movimiento de base con sentido crítico y combativo, es una ruptura abierta y declarada desde la calle frente al vaciamiento de nuestra existencia política colectiva. Reaparece en estas madres y luchadores el bellísimo escenario colectivo que vivimos del 89 hasta el 2004; la cara en alto de millones, la voluntad desplegada, la idea clara, la movilización permanente, la disposición de victoria inagotable; repitiendo que “a nadie sirvo sino al nosotros-pueblo que hemos sabido fabricar”. La fusión entre felicidad y rabia que esto supone obviamente tarde o temprano tendría que juntar estos supuestos “enemigos” representados en el binomio Falcón-Reyes en un juramento común por destruir este monstruo libertario…pero esta vez, aún con cárcel y torturas, volvieron a perder…la asamblea posterior a la movilización ha confirmado que existe otra política posible, hecha desde el pueblo en lucha, capaz de romper los cercos de burocráticos que utilizan las masas administradas por ellos como escudo de legitimación.
Sigamos con el modo de lucha del Frío, en este caso frente al latifundio urbano y la burocracia. Venezuela está repleta desde los años noventa de movimientos por la tierra urbana y el derecho a la vivienda. Un proceso que comienza en los años cuarenta de expansión y monopolización de la cuidad y su tierra termina de reventar a finales de los ochenta junto a la marginalidad provocada y la pobreza derivada. El movimiento de los Sin Techo en Caracas junto a los Comités de Tierras Urbanas dan los pasos de ofensiva necesarios cambiando las correlaciones de fuerza propietarias al menos en Caracas con la toma de centenares de edificios baldíos en la década pasada. Siendo agredidos y asesinados la mayoría de los dirigentes de los Sin Techo, lo que no les ha quitado su sentido guerrero y político inspirado en el Manifiesto de Liberación Popular que los guía. Los Comités de Tierras Urbanas se afianzan en la cuota legal que conceden las instituciones para acceder a la posesión de la tierra, sumando luego el proyecto de comunidades de pobladores y tomistas en una estrategia más constructiva y agresiva. Pero su misma dependencia con la dinámica corporativa y partidaria del gobierno chavista les va quitando empuje, derivando en un Movimiento de Pobladores como figura síntesis plagado de contradicciones y corrientes internas donde se tensan los horizontes autonomistas combativos y los intereses burocráticos y políticos internos (que triste lo de la marcha de pobladores del viernes 22 en Barquisimeto donde dicen todo pero no sitúan la lucha en nada, ni siquiera se refieren a la circunstancia represiva concreta, pero ese no es el problema).
En medio de esta evolución de la lucha ante el latifundio urbano el Frente Revolucionario de Inquilinos y Ocupantes en Barquisimeto aparece como un colectivo que promueve un salto cualitativo importantísimo dentro de la lucha comunitaria, convirtiéndose en una vanguardia en formación cuya principal debilidad se centra en lo orgánico (producto de la falta de cultura orgánica de nuestras poblaciones mas marginadas) pero actúa bajo una visión estratégica que lo hace único en su ubicación dentro del chavismo de base. Para el Frío la ciudad no es una reivindicación fragmentada en terrenos, proyectos e inmuebles a demandar para el uso colectivo, sino un todo al cual tenemos pleno derecho no solo como pueblo necesitado sino como masa autogobernante y estratégica.
Comienza su lucha con la defensa cuerpo a cuerpo con el poder judicial y policial ante los desgraciados desalojos que efectúan en el centro de Barquisimeto, pero evoluciona y al tiempo se ve a sí mismo como un colectivo abierto que multiplica sus espacios y nombres de organización asumiendo la cuidad como un todo a ser visualizado en una estrategia territorial (Corredor Camilo Cienfuegos) que se centrará en la defensa de una enorme espiral de ocupaciones cuyo primer centro simbólico y de coordinación se intenta generar con la toma del “triángulo del este” de Barquisimeto (tierra de oro para la burguesía barquisimetana) y la generación a partir de allí de la Comuna Tierra y Hombres Libres Sin Fronteras, como comuna total de la ciudad. La represión por parte de Henry Falcón no se hizo esperar, atacando centenares de ocupantes, niños- mujeres y destruyendo la bella churuata que se construyó allí mismo con el esfuerzo colectivo. A partir de este momento comienza una lucha abierta entre el poder constituido y el poder constituyente que poco a poco se va forjando desde el Frio. La represión y las encarcelaciones son continuas y la guerra declarada entre Henry Falcón, al cual se suma mas adelante la dirección regional del PSUV, y la figura líder de Carlos Sieveres se convierte en fenómeno mediático dentro de la televisión y la prensa regional. Entre tanto aparece la “Guerrilla Comunal” como nuevo lugar de organización que extenderá la lucha en contra de una burocracia corrupta y cerrada sobre sí misma, actuando con lo mismos parámetros: la agitación y la acción directa mediante la toma de instituciones públicas. El Frio va convirtiéndose en un movimiento de resistencia integral que a su vez genera un liderazgo realmente alternativo y repandido entre la población más pobre, expresándose en un lenguaje que rompe por completo con las ceremonias discursivas que ha impuesto la propaganda y el discurso gubernamental. Sus volantes desafiantes del “si somos culpables” y su retórica popular, amorosa y espiritual le revientan la boca al aburrimiento del letrado jalabolismo oficial y progubernamental.
Las historias son abundantes, en algún momento habrá que recogerlas, lo cierto es que hay un modo de lucha que inaugura un nuevo movimiento popular surgido desde las entrañas del chavismo, constituyendo una auténtica ruptura de acción y pensamiento además de una razón para ganarse el odio de los jeques regionales rojitos o azulitos. Una cuidad que ha de ser gobernada desde el pueblo, con sus propios títulos, decretos e instancias de mando, soportadas en el grito ¡“que gobierne el pueblo carajo”!, se contrapone no solo al latifundio urbano sino al conjunto del viejo estado y a las viejas y nuevas estructuras dominantes políticas y económicas. Es allí donde empieza a entenderse el porqué no solo se alían los enemigos aparentes de la representación política en la batalla contra el Frio sino a la hora de actuar lo hacen con un odio represivo que se sitúa a la misma altura del espanto que este movimiento les provoca.
Finalmente el punto que tiene que ver con el elemento político propiamente. Una de las cosas que resalta en estas últimas dos semanas en el estado Lara es que medida lo que llamamos la “república autogobernante”, a pesar de la situación represiva, las desesperaciones y los ocho presos políticos, es capaz de develar por completo la terrible mediocridad política en que han caído ambos polos oficiales de la política actual, al mismo tiempo que demuestra que ya estamos a la altura de ir articulando un auténtico poder revolucionario con una capacidad de respuesta donde razón tienen muchos jerarcas para ir espantándose. Los que se vivió la semana pasada en Barquisimeto fue una verdadera demostración de la criminalidad que aún guardan de manera evidente no solo los cuerpos represivos y militares del estado, sino la disposición de los mandos políticos oligárquicos y corporativos de estado de justificar o comandar semejante actitud bajo los típicos argumentos del imperialismo postsoviético: terroristas! y dentro de nuestros de los círculos de la propaganda criminalizante: anarquistas!, contrarrevolucionarios!, etc. Las declaraciones de la dirección del PSUV son exactamente las mismas en su contenido de las de un Henry Falcón diciendo que el Frio “es la versión del grupo La Piedrita en Barquisimeto” (que manipulación mas miserable). La mediocridad se hace evidente cuando la acusación de parte y parte se funde en un mismo principio criminalizante sin que nadie se atreva a reconocer el fondo y las razones del problema que no es otro sino la lucha de pobres contra ricos a la hora de definir a que intereses y a que proyecto civilizatorio ha de pertenecer la cuidad de Barquisimeto. La política oficial en cualquiera de sus versiones de esta forma se convierte en una declarativa reactiva y reaccionaria ante las tensiones transformadoras que se forjan desde la base de la sociedad, invisibilizando toda realidad que pueda desviar la atención colectiva de la confrontación cada vez más insípida y de pura propaganda y espectáculo que divide los polos políticos de Lara. No obstante la mediocridad no se para allí, se extiende hacia su interno. Prueba perfecta la confrontación del hijo de Reyes –Jonas- (quien debería estar en investigaciones por la cantidad de asesinatos de la policía regional mientras el fue responsable en la gobernación de este asuto) y la alcaldesa Saen, responsable inmediata junto al coronel Arreaza de la represión de estos días. Es una confrontación que reniega totalmente de cualquier causa revolucionaria y la desintegra entre los intereses personales de políticos cuya única política son sus bolsillos y la defensa del orden dominante.
No estemos idealizando nada respecto al Frio que como todo movimiento genuinamente popular puede estar lleno de deficiencias fruto de una genealogía carente de muchos saltos políticos y orgánicos aún necesarios pero que adolecemos como pueblo. Sea lo que sea definitivamente frente a esta mediocridad probada de los que son los voceros del orden constituido el Frio tiende a ser el punto de partida referencial para recuperar la única posibilidad política de la revolución como pensamiento y práctica colectiva, generando una verdadera ruptura con toda decadencia burocrática que se agudiza: ser verdadero, decir las cosas por su nombre (nombrando por su mismo nombre a quienes haya que nombrar, cosa que le aterra al movimiento popular administrado), actuar a la altura del compromiso de transformación asumido, dar cada día un paso por ser mas libres y creadores.
¡Que mande el pueblo carajo!...el Frio es el inicio…
¡Libertad a los presos políticos revolucionarios, cárcel a los torturadores!
jansamcar@gmail.com