El pasado 22 de septiembre de 2012, vino al cierre de campaña electoral, nuestro Presidente, Hugo Rafael Chávez Frías, el pueblo trujillano desbordó la Avenida Bolívar para darle una merecida bienvenida a este glorioso territorio andino. El pueblo noble con disposición, voluntad y compromiso salió con sus manos atiborradas de flores bellísimas: Amabilidad, sinceridad, solidaridad, amistad; ojos vivaces con mirada sincera; palabras sabias con amor; cercanía humana y exquisita cortesía con el Comandante, al tiempo, poder expresarle, su sentimiento, inquietud, preocupación por la realidad de nuestro estado: Contracara de la Revolución. La lírica en un coro se oyó: "Chávez sí, Cabezas no".
Para nuestro asombro, días después vimos por televisión, cómo el comando del PSUV, impuso para la reelección a gobernador del glorioso y valiente estado Trujillo, otra vez, a Hugo Cabezas y su corte de camarillas trujillenses quienes celebraron su segunda permanencia en: Direcciones, Coordinaciones… y, también los puestos en el próximo Consejo Legislativo.
Se rebela el pueblo heroico, histórico, cordial ante los procederes enquistados en el ejecutivo regional, delineado por la incompetencia, endiosamiento y un atraso sinnigual. Trujillo se resiste a su obrar gubernamental distante de la ética, equidad, justicia social; al irrespeto en los diferentes escenarios; actitudes dañinas hacia la colectividad, paralizantes; a sabiendas que Trujillo es un Estado geográficamente con variedad de múltiples riquezas y bellezas naturales, además, de un incomparable talento humano esparcido por su largo y ancho territorio. Cuatro años de gestión gubernamental, inexistentes en todos los ámbitos del Estado Trujillo, petrificando educación, salud, turismo, agro, vialidad… Multiplicados los problemas sociales, económicos, políticos… crueldad contra el ambiente; movimientos ecológicos, ciudadanos y ciudadanas exigiendo explicación, no atinando respuesta.
Además, como si no hubiesen problemas que solventar, procuraron cambiar la historia, desmantelaron el Centro de Historia ensañados con nuestro Mario Briceño Iragorry, no quisieron ver su nombre en la Biblioteca Pública; de más en más, inventaron una heroína a la que le atribuyeron dotes superlativos, insuperables por las heroínas nuestras originarias; historiadores, cronistas, estudiosos dejaron los sesos investigando espacio y tiempo histórico a que perteneció esta heroína y, todavía no hallan relación ni coincidencia alguna; y para colmo, por obra del ingenio de alguien, el gentilicio no es trujillano sino trujillense, irrespetando los saberes del pueblo creador.
El asunto es que el 28 de octubre de 2012, el pueblo trujillano logró una victoria: El candidato a la gobernación de Trujillo, renunció. Trujillo enarboló su Bandera y coreó su Himno “de Trujillo es tan alta la Gloria, de Trujillo es tan alto el Honor, Niquitao es valor en la historia” El pueblo trujillano no alberga rencores pero, sí dignidad y justicia, por lo tanto, no olvida las afrentas cometidas por este gobierno regional que lo sumergió en una lóbrega oquedad y exige no a la impunidad.
Vale resaltar, que palpita en la región un movimiento que emergió de las bases: El Trujillo Ejemplar, fuerza revolucionaria razonable y sensible que salió de los pueblos mismos. Hombres y mujeres recorriendo con alegría las comunidades junto al camarada, Edgar Barreto, líder que supo afrontar con responsabilidad este reto, para llevar esperanza, los valores y principios socialistas a la hondura del pueblo, organizando, edificando los comandos populares en aras de la consolidación del poder popular. Movimiento, hoy día, inscrito en el CNE con la tarjeta de los valientes Tupamaros. Además, con el respaldo de más de 16.000 firmas foliadas, recabadas en horas de fin de semana desde los pueblos y localidades de los municipios y parroquias que conforman la entidad; esto, para salirle al paso a 4 años de gestión pésima, donde reinó la humillación, ineptitud y descarriada administración de los recursos del Estado.
Por ello son inadmisibles las actitudes de líderes del PSUV central que emiten en sus declaraciones que la renuncia del candidato renombrado a la gobernación fue lo más digno, ahora lo levantan en hombros como el gran socialista, una suerte de héroe. Claro que la renuncia fue una gran decisión que debió hacerla cuando se lo pidió el presidente hace dos años o cuando el pueblo con sus protestas, debido a sus agravios, se lo exigió con valentía. Tengamos memoria no perdamos la brújula, la renuncia hecha por el candidato no es una acción para ensalzarlo, es nuestro derecho y nosotros lo exigimos, nos oyeron porque somos un pueblo valiente que respeta y se respeta. La impunidad no puede ser coronada. Trujillo ha dado ejemplo de autenticidad, rebeldía, criticidad; somos conscientes de lo que somos, no somos “focos de perturbación”, somos conocedores de nuestra realidad.
Hemos obtenido un aprendizaje, amamos y escenificamos la verdadera unidad popular. Estamos en la lucha por nuestros sueños, con valor por nuestro suelo nativo con dignidad, liderazgo y querencia. Soltando amarras para el consenso, la discusión, la disertación genuinas; que no confundan nuestro discurso culto, cordial, franco, socialista con servilismo y sumisión. De lo que se trata es de la grandeza del Trujillo Ejemplar. “Somos la alegría y la vida en esta inmensa lucha contra la tristeza y la muerte” Argimiro Gabaldón. Este nuestro Trujillo, también su Trujillo de ensueño.
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Profesora UNESR, Valera