Es el clamor popular que se escucha en tierras carabobeñas desde las tierras altas de Miranda, Montalbán, pasando por las llanuras de San Joaquín y la costa caribeña que envuelve a Puerto Cabello. Basta ya del reinado de los Salas, lo dice el obrero, el campesino, el técnico, los estudiantes, los profesionales, las amas de casa, que quieren a Venezuela. Todos coinciden en que se pueden mejorar las condiciones de vida en el Estado Carabobo si reemplazamos al clan Salas, a la derecha retrógrada que no quiere nada con el pueblo, con la gente humilde, con la sabiduría popular. Es un reto y una obligación para cada revolucionario entregarse a fondo en esta campaña electoral que culmina el 16 de diciembre para hacer posible este anhelo de las mayorías.
Echemos un parao al deterioro de nuestras áreas rurales, urbanas, recuperemos el parque industrial y restituyamos los derechos de todos los carabobeños y carabobeñas a vivir mejor, con calidad de vida, que todos nuestros compatriotas puedan habitar en sus casas o apartamentos bien equipadas como solo es posible en tiempos de revolución .
Para el Estado revolucionario es un imperativo de orden estratégico recuperar el estado Carabobo ya que es una pieza estratégica situada en el corredor geopolítico centro occidental que conecta el Distrito Capital con Aragua, Miranda, Guárico, Cojedes, pasa por Carabobo y hace una curva hacia el sur para incluir a Yaracuy y a Lara.
Así como en los tiempo independentista donde la riqueza del pais se expresaba en el ganado vacuno que poblaba desmesuradamente los llanos y en la franja costera central donde se cultivaba el cacao y el café las opciones de salida de estos productos tenían solo dos mercados: Valencia y Caracas. Hoy los ejes de desarrollo del sur del país siguen marcando esta tendencia. Carabobo continúa ofreciendo una múltiple variedad climática, geográfica, poblacional, con el segundo puerto nacional, con una sólida columna vertebral de educación superior y pese a la desidia posee un parque industrial con posibilidades de recuperación a mediano plazo y además será eje del sistema ferrocarrilero que en pocos años surcará la geografía nacional.
También el estado Carabobo posee un tejido social sólido y bien arraigado capaz de asumir el reto del Estado Comunal. Son cada vez más numerosas las organizaciones de origen popular que se forjan al calor de las iniciativas de los habitantes de las barriadas, de las zonas rurales de los centros y periferias urbana quienes se inspiran en el pensamiento que nuestro líder recalca con frecuencia: los que quieran Patria que vengan conmigo.
El reto entonces es derrotar electoral y democráticamente a la derecha salista este 16D, desmontar los vicios de esta maquinaria conservadora y echar andar el andamiaje revolucionario que cual huracán desmontará las maquinarias administrativas, judiciales, de construcción, mantenimiento, seguridad y orden público, respetando a los funcionarios honestos, a los profesionales con sentido de servicio público, reordenando el presupuesto con miras a favorecer a los sectores populares y tendiendo a la vez una mano generosa y patriótica a todos los segmentos de clase media, profesionales, técnicos especializados, amas de casa, pequeños y medianos productores que sientan la patria.
El 7 de octubre ocho millones de venezolanos votaron por un modelo de país, votaron democráticamente por una vía popular, donde cada venezolana y venezolana juega un papel protagónico en las decisiones que tome el Estado. Hoy invitamos a quienes no sufragaron por el Gran Polo Patriótico a incorporarse a la noble tarea de construir una Patria Nueva. Los esperamos. Hagamos realidad la hermosa consigna del Comandante Chávez: los que quieran patria vengan conmigo! .
@LucartJesus