Persecución y exterminio, el homicidio como método de lucha política

La Isabelica, laboratorio de guerra

En empecinado afán de recobrar el poder político en Venezuela, las élites de la burguesía parasitaria, aupadas, dirigidas y financiadas por los EE.UU. y capitales criollos expoliadores de la renta petrolera, una vez descartada la vía electoral, toman el violento atajo del golpe de estado, abonado éste por multiplicidad de acciones terroristas por todos conocidas que incluyen la quema de universidades, instituciones públicas, centros de salud, preescolares con niños incluidos, ambulancias, metrobus y transportes públicos y privados, vehículos oficiales y privados, degollamiento de motorizados, franco tiradores cazadores de guardias nacionales, barricadas, empleo de bombas incendiarias, niples, morteros, lanzallamas, cohetones, “miguelitos”, envenenamiento de acueductos, y un largo y funesto etcétera. Inaugurando así el homicidio y la barbarie terrorista como método de lucha política.

Esta nueva modalidad de insurrección armada derechista, disfrazada mediáticamente como “protesta estudiantil pacífica”, se encuentra signada por la entrada en escena de elementos e individuos provenientes del paramilitarismo uribista, sicarios y mercenarios contratados para perpetrar diversidad de delitos, secuestros, violaciones, robos, atentados, homicidios selectivos o no, para luego, y en complicidad con sus medios de comunicación, atribuir los mismos a la “grave situación de inseguridad que vive el país”. Así las cosas, la ultraderecha fascista, apátrida, corrupta y corruptora, carroñera y asesina, escuálida como está de pueblo y de ideas, acude sin rubor ni complejos al paramilitarismo creación de Uribe Vélez, flamante senador y miembro del Consejo de Estado del vecino país, quien declaró descaradamente: “Me faltó tiempo para invadir a Venezuela”; plan ejecutado por otras trochas, a través de años de contínua y sistemática penetración y entrenamiento de paracos en Táchira, Zulia y Carabobo, entre otras regiones de nuestra geografía. Amén de la liberación, entrega e impunidad de los asesinos capturados en la finca “Daktari” en el año 2004.

Al referirnos a los acontecimientos de La Isabelica, populosa urbanización construida por Raúl Leoni e inaugurada en el primer mandato de Rafael Caldera a través del extinto Banco Obrero (hoy INAVI), colindante con el Coredos (Comando de la GNB.), concluimos que en la misma se desarrolla un fracasado experimento o globo de ensayo socio-político-militar, tendiente a convertirla en una especie de “cabeza de playa” de entrada de la guarimba fascista al sur de Valencia. Sin embargo, observamos que en las acciones terroristas no opera de manera directa el injerencista paramilitarismo colombiano; la modalidad escogida por los autores del macabro plan golpista (encabezados por Pablo Aure) consiste en la siembra de asesinos a sueldo, violadores, drogadictos, hampa importada de cercanas invasiones, barriadas y centros poblados (Las Agüitas, Santa Inés, Las Palmitas etc.) los cuales actúan bajo el cobijo de la oscuridad con apoyo y complicidad de vecinos del sector, armados de odio y armas cortas, especialistas en suministrar bolsas repletas de basura para las barricadas y logística para los terroristas.

Identificación y cacería del “sapo” chavista.

En este cruento escenario, el chavismo en La Isabelica ha sido blanco de asedio y persecución, el fascismo apela al remoquete de “sapos” (delatores) y coloca el rostro de los compatriotas en las redes sociales dentro de un círculo de color rojo, hostigando sus hogares, amenazándoles de muerte junto a sus familiares. El grado de intimidación alcanza tal magnitud que obliga a no pocos revolucionarios a abandonar sus domicilios y refugiarse en sitios distantes; ahora ven relucir los colmillos del fascismo en las bocas de quienes hasta ayer eran pacíficos vecinos, las altas dosis de odio inoculado en quienes acostumbran “desayunar” con Notitarde y DAT tv. hicieron su efecto y echaron por la borda años de pacífica convivencia y tolerancia vecinal.

El movimiento popular revolucionario de La Isabelica está siendo golpeado en aras de propiciar el incremento del miedo y la consiguiente parálisis desmovilizadora. Que no se equivoquen los minúsculos grupos que asumen la insurgencia armada contra la V República, deben también asumir las consecuencias de sus actos, igualmente los vecinos que han tomado la vía violenta plegándose y apoyando a los terroristas. La unión cívico-militar se mantendrá, la inteligencia social en apoyo a los efectivos policiales y militares patriotas se incrementará.

Sepa la contrarrevolución fascista, sepan los históricos enemigos de la revolución bolivariana, los enemigos de la Patria, de Chávez y Nicolás Maduro, del pueblo chavista, que los revolucionarios no hemos entrado aun en combate, y que por todos los medios, en todos los terrenos y con todas las armas a nuestro alcance defenderemos nuestra Revolución Socialista y el legado de Hugo Chávez Frías. Si nos tocan a uno nos tocan a todos!

El autor pertenece al Comité de Defensa de la Revolución Bolivariana C.D.R.B. La Isabelica.

Nombre en depósito por razones de seguridad.

vozinsurgentecarabobo@gmail.com




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