Pareciera una cantaleta estar siempre recordándole y sugiriéndole a quienes gobiernas la entidad, de las fortalezas que poseen estos 11 mil 100 kilómetros cuadrados que conforman la geografía tachirense y que se integran al concierto nacional y a la región andina, pero es un deber que se tiene de seguir recordándole y sugiriéndole a los gerentes de turno, salidas a la economía local, casi convertida en un pesado paquidermo.
El Táchira para el censo del 2011 arrojó según el INE las cifras de 1 millón 168 mil 908 habitantes, el 4,32% de la población nacional, con 56% de la población económicamente activa, con 37% de la población en el sector informal y 63% en el formal.
El estado Táchira junto al departamento Norte de Santander, con quien limita e integra los mayores lasos de convivencia social y económica, tiene la mayor población binacional en Suramérica y la tercera del continente Americano, lo que demuestra la importancia estratégica de esta porción del territorio nacional, para Colombia y Venezuela.
Aquí en el Táchira, existe una economía diversificada en agricultura, pesca, acuícola, avícola, leche, carne; minerales como carbones, fosfatos, sílice, caolín, yeso, arcillas y asfalto; industrias del cemento, autopartes, ensamblaje de vehículos para transporte público y privado, artesanía, producción de instrumentos musicales, talabarterías, textiles, alfarerías, ebanisterías, tenerías, industria del calzado, muebles, procesamiento de plásticos; en turismo hay consolidada una infraestructura privada y pública de hoteles y posadas de categoría y calidad, con capacidad instalada muy importante, etc.
Hacen vida 44 organismos publico nacionales y estadales, hay presencia de casi toda la banca nacional y regional, se cuenta con 21 organizaciones de productores agropecuarios esparcidas en toda la geografía de la entidad, la industria de la dulcería tiene presencia regional, nacional y hasta internacional, se trabaja con 115 rubros agrícolas y pecuarios, hay 80 queseras que procesan la leche aquí producida, al igual que 9 torrefactoras para procesar nuestro café.
Hay extraordinarias capacidades en el área educativa y de salud que también apalancan los procesos de desarrollo y por qué no de integración que el Tachira demanda y necesita; infraestructura deportiva de gran calidad y en condiciones subutilizada; todo ello debe articularse a través de la planificación estratégica, para diseñar una partitura que como en la música le permita a los directores de orquesta y a los músicos tocar los instrumentos con las notas y los acordes requeridos, para que se escuche con armonía la pieza musical y esta entidad pueda proclamar a los cuatro vientos sus fortalezas y virtudes ha través de la prosperidad económica que implica paz social.
Pareciera para cualquier lector que esto ya se ha dicho hasta la saciedad y que es suficientemente conocido por quienes regional y municipalmente gerencias el estado, pero hay que volver a recordar aquello de que “todo está dicho ya, pero como nadie escucha, es preciso comenzar de nuevo”
Hay que seguir insistiendo en darle al Táchira una visión de desarrollo distinta, que de una vez por todas, los cuellos de botella y los talones de Aquiles de siempre sean resueltos, no hay tiempo y la esperanza junto a la paciencia se agotan para seguir escuchando cada cuatro o seis años cuando hay elecciones, toda una cartera de ofrecimientos sobre lo mismo, lo de siempre, lo que nunca se ha solucionado, la lista de mercado electoral.
Las zonas industriales y los aeropuertos siguen estancados desde siempre, solo aplican paños de agua tibia y más nada, perdiéndose valiosas oportunidades económicas; mientras más se tarde en resolver los problemas básicos del estado, mas tarde se verán los resultados y por el contrario se agudizaran los problemas sociales hasta mas no poder y se verán perdidas las fortalezas del Táchira.
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