- El ensanche como fenómeno urbano resultó particularmente destructivo cuando se convirtió en zona de uso residencial, un área verde de explotación agraria intensiva vinculada estrechamente al mercado urbano local. Y, de este modo, la ciudad dejó de producir sus propios alimentos y, con ello, desapareció el atractivo ecológico, turístico y recreacional.
En la construcción de las principales ciudades de Venezuela, más que un plan, el ensanche como instrumento urbanístico, constituyó un proyecto, por lo que no corresponde a una visión integral del todo urbano, ya que se trataba de facilitar el crecimiento urbano más que de ordenar la ciudad. En este sentido, Terán1, señaló:
[…] los primeros intentos de racionalizar, por una parte, e institucionalizar, por otra, bajo formas definidas, la concepción y el desarrollo del crecimiento urbano. La primera de esas formas había aparecido a través de la idea del ensanche, como pieza urbana nueva, homogénea, bien definida y acotada, que se yuxtaponía al casco antiguo ofreciendo una alternativa diferente de ciudad ordenada, […]
Terán trata sobre un proceso esencialmente de crecimiento urbano a partir de los proyectos de ensanche. Plantea la adopción de una visión de conjunto de la construcción de la ciudad, donde los problemas de los terrenos sobre los cuales debería producirse la expansión controlada, en la nueva poligonal de la ciudad, se debe producir la expansión controlada o la zona con régimen legal diferente para la edificación y los servicios urbanos: el ensanche asume el término para referirse tanto a la zona de ensanchamiento, como al proyecto y el área construida.
Significa, entonces, una superficie acotada dentro de la ciudad propuesta a ser urbanizada, en la cual se define una zona destinada para que se extiendan el tipo de edificación, los servicios infraestructura y los equipamientos urbanos: el ensanche se distingue como una urbanización o un parcelamiento residencial periférico, donde debería existir la continuidad urbana a través de la trama y el tejido.
En Cumaná, la zona del ensanche constituye hoy una de las áreas más dinámicas de la ciudad y su estudio nos permite apreciar un momento singular en la historia urbana, cuando se estableció sobre el territorio un "ordenamiento"2 para el crecimiento de la ciudad.
En este sentido, la construcción del ensanche de Cumaná abarcaría tres subperiodos: el primero (1.920-1.935), el segundo (1.936-1.949) y el tercero (1.950-1.974), entre tres Planicies (Este-Oeste-Sur), separados por el borde costero del río Manzanares buscando, al Norte, hacia la línea del litoral marítimo costero del golfo de Cariaco y del mar Caribe.
El inicio del ensanche, en este subperíodo (1.936-1.949), propició la conformación de dos sectores urbanos, conformado por la Planicie Sur, con el Proyecto del Sistema de Riego de Cumaná3. Veamos:
En la Planicie Sur, el Proyecto del Sistema de Riego de Cumaná4. Este estudio, nos permite apreciar un momento singular en la historia urbana de la ciudad cuando existió la voluntad política del gobierno del general Isaías Medina Angarita (1941-1945) para imponer sobre el territorio un ordenamiento en el crecimiento de la ciudad de Cumaná5, dando por resultado una zona de ensanche con una superficie de 2.500 hectáreas de zonas agrícolas de las 6.740 hectáreas de superficie que tenia la ciudad de Cumaná6, producto de la agregación de desarrollos puntuales, charas y ejidos municipales, vinculados a través de un deficiente sistema vial de trochas.
Cumaná, empieza a conocer un acelerado proceso de expansión por medio de un ámbito de actuación de naturaleza normativa para la ordenación urbana del uso del suelo del sector agrícola, partiendo de la idea de reemplazar la estructura parcelaria agrícola y adecuarla a la demanda del crecimiento urbano de la ciudad: logró imponerse, no solo las preexistentes zonas rural-urbana, sino también, una progresiva invasión desde la propia ciudad.
En relación con ésta creciente irrupción en las áreas verde de explotación agraria y del propio Sistema de Riego de Cumaná, R. Yanez7, señaló:
[…] esa importante superficie de tierras seleccionadas para desarrollos agrícolas, ha sido asaltada por nuevos conquistadores que se han abierto paso, a veces en forma irracional, a fuerza de concreto, asbesto, zinc y tejas: La Llanada, El Brasil, San Miguel, San José, Nueva Cumaná, Campeche, el Aeropuerto, Riveras del Manzanares, el nuevo Cementerio, instalaciones del INOS, construcciones privadas, son como hijos "in vitro" de boom urbanístico que desgarra el vientre de Cumaná y amenaza acabar con lo que le queda de pulmón vegetal, mediante un instrumento jurídico conocido como Plan Rector de la Ciudad,8 que algunos concebimos como hecho solamente pensando en el concreto armado y en desarrollos urbanos solo en las zonas más fáciles, sin importarles un comino la salud física y mental de los cumaneses actuales ni de los cumaneses del futuro… […].
Este fenómeno resultó particularmente destructivo cuando se convirtió en zona de uso residencial, un área verde de explotación agraria intensiva vinculada estrechamente al mercado urbano local. Y, de este modo, la ciudad dejó de producir sus propios alimentos y, con ello, desapareció el atractivo ecológico, turístico y recreacional.
La existencia de una interpenetración entre lo urbano y lo agrícola, no entendida como franjas periurbanas o espacios rururbano9, se acompañó de unos profundos cambios utilitaristas y generales, que la crisis actual de la ciudad parece haber acelerado, pasando de una vivienda por hectárea a ciento cincuenta habitantes y más por hectárea, constituyéndose, esta iniciativa, en la más absurda, grotesca, extravagante y pueril degradación de la calidad de vida que se haya registra en los últimos tiempos sobre Cumaná.
En este sentido, Menéndez10, en relación al crecimiento urbano y el cambio de uso en la ciudad de Cumaná, señaló:
Cumaná es hoy una ciudad que ha desbordado sus límites racionales de crecimiento, que ha invadido y destruido sus áreas de cultivo y que ha desequilibrado los sistemas ecológicos que embellecen su paisaje y proveen el agua que regula el clima […] la llanura costera donde está asentada la ciudad ha sufrido deterioros ocasionados por el cambio de uso de la tierra.
En efecto, la distribución de la tierra (en conjunto) en el Sistema de Riego de Cumaná11, de las 2.500 hectáreas 1.115,19 hectáreas (44,63 %) fueron destinadas a obras civiles y urbanismo, 702.86 hectáreas (28,11 %) de superficie regada y utilizada, 291.19 hectáreas (11,65 %) con infraestructura agrícola y 390,26 hectáreas (15,6 %) no encuestadas. Sin embargo, la tenencia de la tierra no estuvo determinada con exactitud: el 37% eran pisatarios, sin título de propiedad, no sujetas a ningún tipo de verificación legal, ni delimitada la superficie total, exacta ocupada.
Ante la inminencia de lo irracionalidad de la expansión urbana sobre el Sistema de Riego de Cumaná, queda la duda sobre la convivencia del ensanche en las zonas de "uso productivo" de Cumaná. No existe ninguna contradicción, ni siquiera de funcionamiento, en haberse planteado una mezcla de usos.
La ubicación del ensanche en las zonas de producción agrícola y su relación con el resto de la ciudad fue un atractivo y solventable problema de proyecto de diseño urbano y arquitectónico: no se le puede endilgar a la "ubicación" el carácter de variable que juega a favor de no aprovechar la fertilidad de los suelos.
El problema fundamental en la preservación o no de las tierras del Sistema de Riego de Cumaná está planteado, y así se desprende de la manera como se ha abordado12, en el terreno económico y su reproducción, esta fue la razón que determinó la utilización de éstos desacertados criterios de crecimiento urbano.
1 Fernando Terán. (1982). Planeamiento urbano en la España contemporánea (1900/1980). Alianza Universidad, S.A., Madrid; p. 32. Disponible: http://oa.upm.es/11086/1/
2 Debemos reconocer la existencia de un vacio documental que debe ser llenado a partir de reconstrucciones hipotéticas de las distintos subperiodos de crecimiento de la ciudad de Cumaná. Esta debilidad historiográfica supone un empeño más firme en la búsqueda y empleo de fuentes de carácter técnico-urbano, fundamentalmente, la cartográfica.
3 En el año 1.942, el Ing. F. de los Ríos, expresa claramente la justificación económica del Sistema de Riego de Cumaná y en agosto de ese mismo año salió la licitación para la construcción de las obras, siendo adjudicadas a la Compañía Anónima Vial. […] El monto del contrato alcanzó un millón doscientos treinta mil novecientos ochenta y tres bolívares con setenta y cinco céntimos (Bs. 1.230.983,75), con un plazo de ejecución de 18 meses. En: Trabajo de Investigación de la UEDA-Sucre (1.967-68). [Consultado: lunes, 02 de febrero 2015].
4 El Sistema de Riego de Cumaná (SRC) está orientado: al norte, con Cumaná; al sur, con el caserío Chirigua, sitio donde se encuentra la toma, ubicado a aproximadamente a 20 Kms. de Cumaná vía Cumanacoa; al este, con la carretera Cumaná-Carúpano y al oeste, con la carretera Cumaná-Puerto la Cruz (San Luis-Los Bordones). En: Trabajo de Investigación de la UEDA-Sucre (1.967-68). [Consultado: lunes, 02 de febrero 2015].
5 Según Marco Tulio Badaracco Bermúdez: "El proyecto de regadío ya estudiado por el Gobierno Nacional, en Cumaná, abarca una extensión de tres mil hectáreas, según se nos ha informado, de las cuales son mil ochocientas de propiedad particular, abarcando las charas y el resto pertenecientes a ejidos Municipales; y el aforo de nuestro río, en pleno estiaje, arroja un cifra de aproximadamente 260 millones de litros de agua, cada 24 horas. En: Artículo enviado a mi correo tetralectica@yahoo.es, por el Doctor Tulio Ramón Badaracco, cronista de la ciudad de Cumaná, el día 17 abril del 2.015.
6 FONDUR-Cumaná, 1.942. El Sistema de Riego de Cumaná (SRC). [Consultado: lunes, 02 de febrero del 2015]. 6 El Sistema de Riego de Cumaná (SRC) está orientado: al norte, con Cumaná; al sur, con el caserío Chirigua, sitio donde se encuentra la toma, ubicado a aproximadamente a 20 Kms. de Cumaná vía Cumanacoa; al este, con la carretera Cumaná-Carúpano y al oeste, con la carretera Cumaná-Puerto la Cruz (San Luis-Los Bordones). En: Trabajo de Investigación de la UEDA-Sucre (1.967-68). [Consultado: lunes, 02 de febrero 2015].
6 Según Marco Tulio Badaracco Bermúdez: "El proyecto de regadío ya estudiado por el Gobierno Nacional, en Cumaná, abarca una extensión de tres mil hectáreas, según se nos ha informado, de las cuales son mil ochocientas de propiedad particular, abarcando las charas y el resto pertenecientes a ejidos Municipales; y el aforo de nuestro río, en pleno estiaje, arroja un cifra de aproximadamente 260 millones de litros de agua, cada 24 horas. En: Artículo enviado a mi correo tetralectica@yahoo.es, por el Doctor Tulio Ramón Badaracco, cronista de la ciudad de Cumaná, el día 17 abril del 2.015.
6 FONDUR-Cumaná, 1.942. El Sistema de Riego de Cumaná (SRC). [Consultado: lunes, 02 de febrero del 2015].
7 Ramón Yánez, 1.990. El concreto amenaza al pulmón de Cumaná. Edición Especial con motivo del XXII aniversario del Diario Provincia; p.8.
8 Es importante indicar que el Plan Rector de la Ciudad de Cumaná (1.986), estimó 672,44 hectáreas (26,9%) pertenecientes al Sistema de Riego de Cumaná, distribuidas en 516 hectáreas para áreas agrícolas (AA) y 156,44 hectáreas en zonas de granjas (ZG) ubicadas al margen izquierdo del río Manzanares. De las 516 hectáreas de las áreas agrícolas (AA) 240 hectáreas estaban ubicadas en Cantarrana-Camino Nuevo, de las cuales 65 hectáreas, están ubicadas en Las Charas del sector La Granja. De las 156,44 hectáreas en zonas de granjas (ZG) el 80% tenían predominio del minifundio o parcelas de 0,1 y 5 hectáreas. Muchas de estas tierras eran pertenecientes al IAN con un patrón de asentamiento de dos hectáreas por habitantes Vid. Supra, p.72, la sección 2.4.2.2.3. "El Plan Especial Cantarrana-Camino Nuevo (1.994)". Subrayado nuestro.
9 Un espacio, área o zona rururbana, es aquel territorio que originalmente solía ser rural pero que en la actualidad se suele utilizar para fines industriales o urbanos. Es decir, espacios no urbanos en los cuales, junto a los campos de cultivo agrícola, se ubican autopistas, estaciones depuradoras de aguas residuales, líneas de alta tensión, invernaderos, instalaciones deportivas, etc. Los espastos rururbanos tienen un origen reciente, pero son cada vez más frecuentes y muestran que la antigua dicotomía entre el mundo rural y el urbano ya no puede seguir siendo válida para estudiar el poblamiento de un territorio.
10 José Miguel Menéndez, (1.989). Pueblos de esta tierra. Conicit y Fundameta, p.70-71.
11 La distribución de la tierra del Sistema de Riego de Cumaná para el año de 2.012, sólo 199.24 hectáreas (29,65 %) fueron determinadas in situ, de las cuales 223,53 hectáreas (23,27 %) están ubicadas en áreas agrícolas (AA) y 46.38 hectáreas (7,58 %) en zonas de granjas (ZG), tomando como referencia las 672,44 hectáreas estimadas por el Plan Rector (1.981). Información verbal suministrada por el Prof. Celestino Flores facilitador del curso de postgrado en la Universidad de Oriente. Trabajo de investigación de la UEDA-Sucre (1.967-68), p.59. [Consultado: lunes, 02 de febrero 2015]
12 En cuanto a la atención del patrimonio nacional al decretar la muerte de esta importantísima obra de ingeniería, no advertida en toda su dimensión por propios y extraños. Dentro de estas dificultades no queremos dejar de incluir el FLUME, una de las más importantes estructuras del Sistema de Riego de Cumaná: un canal metálico de 397,85 metros sobre un soporte de madera.