Ciudadano presidente Maduro, con el debido respeto a su alta investidura pero con una gran preocupación patriótica, permítame que le diga que nos parece una gran irresponsabilidad de su parte que en medio de la situación tan conflictiva como la que está viviendo en estos momentos la república, salga usted a hablar de un tema tan polémico y tan falso como es el haber afirmado que Chávez es igual a Bolívar. Y constituye un a gran irresponsabilidad esa infeliz afirmación suya, porque además de falsa, como ya dije, estamos seguros de que con la sola excepción de algunos militantes de su Partido, especialmente de los que desempeñan altos cargos en su gobierno, la aplastante mayoría de los venezolanos, n o sólo no comparten semejante apreciación, sino que además la consideran un desleal atentado contra la gloria inmortal del Padre de la Patria.
Bolívar, Presidente, por si no lo sabe, es incomparable. Nadie, ni los más grandes héroes de la humanidad, ni siquiera aquellos que tienen inscritos sus nombre con letras de oro en la historia universal, podrían comparársele, y su única mala suerte ha sido el no haber contado con un Homero para cantarle tanto a sus mitológicas hazañas militares como a sus elevadas empresas humanísticas y sociales. Sin embargo, para compensar tan gran infortunio, permítame que le transcriba los versos de un humilde párroco peruano, quien pasmado de admiración por el legendario héroe suramericano, pronunció unos versos en su honor que son una síntesis maravillosa del más grande hombre que ha dado estas tierras en todos los tiempos. Con razón Fiel Castro, también presa de esa misma admiración por nuestro Libertador, afirmó que "Bolívar era grande entre los grandes". A continuación los mencionados versos.
"Quiso Dios –dijo Chopehunca, que así se llamaba el poeta- formar de salvajes un imperio, y creó a Manco Capac. Pecó su raza, y mandó a Pizarro. Después de tres siglos de expiación tuvo piedad y os ha creado a vos. Sois, pues, el hombre de un designio providencial. Nada De lo hecho antes se parece a lo que habéis hecho. Y para que alguien pudiera imitaros, sería preciso que quedara un mundo por liberar. Habéis fundado tres repúblicas que, en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevarán vuestra estatua a donde ninguna ha llegado. Con los siglos crecerá vuestra gloria, como crecen las sombras cuando el sol declina".
Presidente Maduro, el presidente de Hidrolago, un tal Pérez, lo está chantajeando. Porque es falso que para que se pueda solucionar la aguda y angustiante escasez del agua en Maracaibo, una escasez producto más de la corrupción que de la incapacidad del sistema, se esté necesitando ninguna inversión. Lo que quiere este sujeto, como lo quiere todo funcionario corrupto, es dinero para garantizarse una próspera y feliz seguridad económica de por vida. De allí, el servicio tan pésimo que repentinamente ha venido prestando el ente que suministra el agua a esta ciudad. Porque ello le permite a Pérez hacer exigencias de recursos que para el envío del agua en estos momentos no se necesitan.. Que se requieran recursos para la ampliación del acueducto, y eso hay que hacerlo, no lo discuto, pero una cosa no tiene nada que ver con la otra.
Porque la enorme falla que ha venido presentando este servicio no se debe a que no haya agua, la hay y en abundancia, ya que los embalses están repletos. Ni que los equipos se hayan dañado ni que se hayan tornado obsoletos de un día para otro y ya no puedan dar más. No, el mal servicio se debe a una acción deliberada. Y no son estos señalamientos producto de la mala fe la ojeriza que le pudiera tener a este señor, .nada de eso. Es que existen fuertes indicios que confirman plenamente lo que estamos afirmando.
Por ejemplo, uno o dos meses después de haberse encargado el señor Pérez de la presidencia de Hidrolago -en sustitución de otro follón-, el ministro del ramo, creo que del ambiente, cuyo nombre lamentablemente no recuerdo, le anunció a los maracuchos y maracuchas que a partir de ese momento el suministro del agua se iba a efectuar según el esquema de 36X36; es decir, 36 horas con agua y 36 sin ella. Y efectivamente, un día después del anuncio el agua empezó a fluir, con algunas horas de retraso, pero en términos generales conforme al esquema anunciado.
Y uno no puede menos que preguntarse: ¿en qué se basó el ministro para hacer tan auspicioso y reconfortante anuncio? ¿Sería acaso porque le salió del forro, simplemente porque le dio la gana, sin basarse en nada que garantizara el cumplimiento de lo que estaba ofreciendo, o porque en realidad las instalaciones del acueducto estaban en condiciones de cumplir con lo anunciado? Yo creo en la palabra del ministro, porque no lo creo tan irresponsable como para hacer un ofrecimiento que no se podía cumplir, y porque además situaciones posteriores le han dado la razón.
Pues bien, se empezó a cumplir el nuevo régimen de suministro, y la gente, entusiasmada, empezó a salir de cuanto envase, pote, perol o botella de refresco sirviera para almacenar el preciado líquido. Y el entusiasmo no sólo obedecía a la frecuencia con la que estaba llegando ese elemento vital, sino también porque al dejar de utilizar esos peroles se recuperaban espacios en las casas que los mismos habían invadido. Y en realidad, el hecho fue tan extraordinario, que por lo menos a mí me permitió darme durante algunos meses unos cuanto regaderazos, cosa que durante muchos mese no había podido hacer. Sin embargo, alegría de tísico, porque a los pocos meses de estar disfrutando de esta maravilla, empezó de nuevo el calvario para la gente. Y no sólo porque enviaban el agua con mucho retraso sino también porque la enviaban con muy poca presión, al punto de que lo que salía por las llaves era apenas un chorrito tan escuálido, tan enteco, que era absolutamente insuficiente para satisfacer las necesidades más elementales. De manera, que de nuevo a la totuma y al pote.
¿A qué se puede deber esto? –se preguntaba la gente, no sólo angustiada, sino también sorprendida, pues el servicio de repente se había deteriorado tanto, que sólo el colapso del sistema podría explicarlo. ¿Qué cosa pudo haber ocurrido –insistían- para que una cosa que hasta ayer mismo venía funcionando de manera tan eficiente ¿pueda haber colapsado tan repentinamente, se preguntaban una y otra vez, sin poder encontrar una respuesta satisfactoria.
Así estaba la gente, sufriendo la carencia de un elemento sin el cual es imposible vivir, cuando un día ocurrió algo inesperado, algo tan insólito que le hizo pensar a muchos que se trataba de un milagro. Eso ocurrió un día después de la publicación de mi último artículo en Aporrea dedicado al tema. Y el asunto fue tan sorprendente, porque no sólo no duró unas pocas horas como venía ocurriendo ni porque tampoco era un chisguete, sino porque el fenómeno duró, aunque parezca mentiras, tres días consecutivos y con una fueraza tal, que la gente, jubilosa, hasta había llegado a pensar que el problema del agua ya se había solucionado definitivamente.
Pero se equivocaba, porque después del tercer día con agua vino, sin previo aviso, una ausencia de la misma que duró cinco días. Y de nuevo la gente, no ocultando su amarga frustración, volvió a preguntarse acerca de lo que estaba pasando. Y eso, porque no entendía, y con razón, cómo era posible que después de haber demostrado el acueducto su capacidad para enviar agua abundante y por bastante tiempo, como lo hizo durante los tres días mencionados, vengan ahora con eso, no joda. Y a partir de allí, la situación se ha tornado tan crítica, que ya no es sólo el raquítico chisguete que no moja ni empapa, sino que a además de eso cuando viene lo hace por horas. Como en estos instantes, por ejemplo, que después de tres días y medio sin agua, se envió por tres horas el hilito y ya se acaba de ir y quien sabe hasta cuando… quizás hasta otros cinco días más.
Y uno tampoco puede dejar de extrañarse, de preguntarse, ¿coño, como es posible que una vaina como esta esté ocurriendo, que una ciudad como Maracaibo, con una población de más del millón de habitantes esté sometida a una situación tan terrible como la que está viviendo, y lo inconcebible: que la tragedia se deba a la carencia del vital líquido? Pero lo que más alarma es que estemos atravesando por esta terrible emergencia nadie se dé por enterado. Pareciera, francamente, que quitarle el agua a una población tan numerosa como la maracucha sea lo más natural del mundo. De allí que se denuncie, se denuncie y se vuelva a denunciar y no pase nada, nada, nada. Nadie responde, a nadie le llama la atención ese desesperado clamor de todo un pueblo que pide agua, agua, agua. Y no llama la atención, porque diera la impresión de que la filosofía que existe al respecto es que cada quien se las arregle como mejor pueda.
Este artículo lo redactamos el 12 de este mes. No lo enviamos para su publicación a Aporrea porque hace más de un mes la pandilla de delincuentes dirigidas por el gobernador electo, se robaron los cables de CANTV y desde entonces estamos sin teléfono, sin Internet y sin puntos de venta y sin un coño, es decir, totalmente incomunicados. Al término de ese artículo, o sea, el día 12, ya teníamos dos días sin agua, que se han prolongado hasta hoy 19 cuando hemos decidido acudir a un Cyber y enviar la denuncia que, por supuesto nadie, le hará caso. Es decir, más de 10 días sin agua.yY yo quiero que alguien me explique cómo carajo se puede vivir sin agua. ¿No esto una violación de los derechos humanos?
NOTA: Este artículo fue redactado, como dikdjimos an teriormente, el 12 del corriente mes de octubre. Sin embargo, en vista de que el vandalismos perpetrado por una pandilla de delincuentes al servicio de la oposición contra unos cables de la CANTV dejó incomunicada esta urbanización, no pudimos enviarlo oportunamente. Ahora lo hacemos cuando Hidrolago estuvo enviando agua todo el día 10 y buena parte del 11 sin interrupciones y con una presión más o menos aceptable. ¿Qué prueba esto? Qué lo dicho anteriormente en relación con las interrupciones prolongadas del servicio y los escuálidos chisguetes no se justificaban. Por lo que algo raro debe estar ocurriendo en esa empresa.
Y en cuanto a la incomunicación total en la que ha quedado la Urbanización Urdaneta de Maracaibo después de que una pandilla de delincuentes al servicio de la oposición vandalizaran unos cables de la CANTV, debemos recordarle a esta empresa que el teléfono, así como el Internet y los puntos de venta, no son hoy en día un lujo sino una imperiosa e inaplazable necesidad que debe ser satisfecha a la mayor brevedad posible. Son más de seis mil peronas que están sometidas a esta enojosa situación..
Desde que ese hecho delictivo ocurrió hasta el día de hoy, ha transcurrido casi un mes. Razón por la cual la gete -unas seis mil personas-, ya comienzan a impacientarse, pues nadie sabe, porque la empresa no informa nada, cuando esos servicios podrán ser restituidos. No debía llevar mucho tiempo para que esa restitución se efectúe, porque después de todo no fueron muchos los metros de cable que los delincuentes se llevaron, si acaso unos 20 0 30 metros, los que fueron transportados, según testigos, por una sola persona. De haber sido más, una sola persona no hubiera podido con ellos.
El gobernador electo, Juan Pablo Guanipa, alias perro de agua, ofreció unas declaraciones a Panorama en las que dijo que él no iba a la gobernación para hacer obras sino para tratar de derrocar al presidente Maduro. Como se ve, unas declaraciones bastante importantes. Y sin embargo, ninguno de los dirigentes del gobierno en la capital ni ninguno de sus medios de comunicación se han hecho eco de las mismas. Lo cual indica que aquello de que Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra sigue más vigente que nunca. Por eso es que tampoco le hacen caso a las reiteradas denuncias que hacemos acerca del grave problema del agua en Maracaibo. Pero están equivocados, porque el Zulia es la región electoral más importante de Venezuela.