Zuliano y maracaibero coherente no debió haber votado

No cabe duda de que la coherencia es una gran virtud, y por demás, es algo muy apreciado por todos. Ser coherente, significa que el pensar, el hablar y el actuar guardan la misma línea. Lo que se piensa se expresa de viva voz o por escrito y, a la vez, se actúa, se obra, se lleva a la materialización. En el Zulia en general, y en lo particular en Maracaibo, durante las campañas electorales para los cargos de Gobernador y Alcalde respectivamente, los candidatos que a la postre resultaron victoriosos hicieron, como es costumbre, una serie de promesas al soberano. Ya a casi cuatro años de aquel entonces, podemos afirmar quienes habitamos estas tierras, que tales promesas fueron, en su mayoría, incumplidas. Nuevamente los políticos nos mintieron (aquí tampoco hay diferencia entre oposición y oficialismo).

El Zulia es un absoluto desastre. Los servicios públicos (si es que podemos llamarlos así), son mucho más que caóticos; la falta de autoridad para hacer respetar las leyes es dantesca, el abuso de los cuerpos policiales y militares es kafkiano; la corrupción a todo nivel es rampante. El zuliano "vive" desasistido desde todos los ángulos, ni qué decir de los niveles de delincuencia en la región por más que se maquillen cifras. Un claro ejemplo de que el Zulia, y en específico Maracaibo, es tierra de nadie, lo constituye el horrible bachaqueo de gasolina, y la obvia connivencia de los cuerpos de seguridad para con este delito (entre delincuentes se entienden). Sepan los lectores (que a causa del bloqueo gubernamental a esta página cada vez son más exiguos) que basta con pasar por la zona de la plaza de toros de Maracaibo, e incluso desde la urbanización "La Pícola", hasta más allá del elevado de "Humanidades", para ver decenas, centenas de personas vendiendo a la vista de todos la gasolina que necesitamos. Estos "vendedores" son tan descarados, que llegan al extremo de pararse casi en la mitad de las calles y circunvalaciones a vender el carburante. Si usted compra gasolina y se la encuentran en el vehículo almacenada en potes, pimpinas, etc., los "agentes del orden" se la decomisan, a menos que llegue a un "acuerdo" con ellos ($$$); pero, estos héroes ven impasibles cómo todos venden la gasolina en las calles (claro, es que el negocio está en que le vendan a los ciudadanos desesperados la gasolina para luego ellos detenerlos y matraquearlos para no quitársela).

Por otro lado, Maracaibo es un chiquero. Montañas de basura inundan toda la ciudad, de tal manera que nosotros, sus ciudadanos, estamos expuestos a todo tipo de enfermedades, además de padecer del deterioro del ornato que ello provoca. Literalmente, en Maracaibo vivimos en la basura. El problema del agua que, quién puede negarlo, cada vez empeora más y más en época de pandemia, y los muy corrientes apagones y "bajones" eléctricos, hacen que la vida verdaderamente digna y humana aquí no sea posible. Recuerdo la apertura de una "Oficina de asuntos eléctricos" por parte de la gobernación del estado, nada, quedó en la nada, y, si no me equivoco, ya ni siquiera existe.

Si creemos en que la mentira degrada, que la manipulación es un vicio tremendo, que la corrupción es deleznable, que la falta de autoridad es imperdonable y que la desatención al pueblo deslegitima a sus gobernantes, entonces debemos expresarlo y actuar conforme a ello, por tanto, no había candidatura que pudiese presentar el PSUV que mereciera nuestro voto. Ambos gobernantes (el gobernador Prieto, y el alcalde Casanova, son del PSUV). Por cualquier candidato que se votara en las recientes elecciones del PSUV iba a ser más de lo mismo, todos están en la misma línea. Por ende, votar hubiera sido incoherente, una alcahuetería, a menos que votáramos en blanco (como en el libro de José Saramago "Ensayo sobre la lucidez"), aunque ignoro si esto se podía hacer, o votar nulo, si es que también esto se podía hacer.

Esta es la realidad, y no, no todo es culpa de los gringos y su criminal bloqueo. La parte del pueblo que se considera coherente en el Zulia y en Maracaibo, no debió votar ayer. Sin embargo, al momento de escribir estas líneas, ya el PSUV dio los resultados y adivinen qué, los candidatos a la gobernación del Zulia y a la alcaldía de Maracaibo son sus actuales titulares. Lo hicieron tan bien que los premiaron.



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José Miguel González Villalobos

Abogado, Magíster Scientiarum en Derecho Procesal Civil, Cristiano, Bilingüe, con baja tolerancia a la estupidez. Entrenador personal.

 miguelvillalobos9@hotmail.com      @jomigovi

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