El diario de Oscar Heck – el 31 de agosto del 2024

El día de ayer, el 30 de agosto, el día del tremendo apagón nacional, me desperté repentinamente poco después de las 4:30 AM cuando se fue la luz.

Me desperté desesperado, con muchísima calor, sudando como un cochino y picado por zancudos, y después, todavía sin luz, me medio dormí sudando y rascándome hasta como las 9 AM. Casi no dormí y tuve que cambiar la sábana porque estaba totalmente mojada, y pensé, no tengo suficiente agua ni jabón ni cloro para lavarla, entonces la guindé afuera al sol y al viento (que casi no hay por estos lados) esperando que así se lavara sola.

A las 10 AM, ya no soportaba más el calor en mi taller (37 grados) y estaba sin ventilador porque la luz todavía no había llegado, entonces me fui a caminar a la playa donde desafortunadamente no había nada de viento para refrescarnos, entonces, me tomé una cerveza fría (algunos negocios tenían cerveza fría y otros la servían con hielo debido a la falta de refrigeración) y hablé con un montón de gente con el fin de sentir el ambiente durante este apagón nacional.

Todos querían --- metafóricamente hablando --- caerle a golpes a toda la gente del gobierno por el apagón y por andar otra vez con la misma desgastada mentira de siempre, de que el apagón fue causado por un sabotaje, sí Luis.

La gente estaba furiosa, y eso se olía y se sentía en el aire, y también se oía, con todas las groserías del mundo.

La cosa es que, ya nadie --- que tuviera media capacidad de razonar --- le cree nada al actual presidente de Venezuela, ni a su gente, así me lo expresaba la gente en la playa, y repito, me lo expresaban con tremenda rabia, una rabia que ciertamente los maduristas, muy equivocadamente, llamarían odio (ver más abajo), como siempre calificando cualquier comentario o expresión en contra del actual presidente de Venezuela y su gente, como odio, aun si fuera perfectamente justificado.

Le gente me decía (parafraseado):

"Esos HDPs, son ellos quienes manejan el sistema eléctrico, nadie más, y eso del sabotaje es pura mentira, como siempre, puras mentiras, y todos lo sabemos. ¡Ya van 11 años de apagones!, ya nadie le cree nada a esos HDPs, siempre andan con el mismo cuento, ¿nos toman por pendejos?, esos HDPs tienen que salir de Miraflores, tenemos que sacarlos a todos de allí. Veremos lo que va a pasar en enero cuando intenten juramentarlo como presidente, eso no lo vamos a aceptar, no lo vamos a permitir, es entonces que se armará el peo. HDPs."

Eso es más o menos lo que la gente me expresaba ayer en la playa, y me imagino que el mismo escenario se repetía a nivel nacional y en todos los rincones del país, como una gigantesca obra teatral sincronizada a la frecuencia de la tremenda rabia colectiva que existe hoy en contra del actual presidente de Venezuela y su gente.

Bueno ….

Después de un tiempo hablando con la gente en la playa, sudando como un cochino ya que no había ni una pisca de viento, como les dije arriba, decidí de ir a pescar para que las olas me cayeran encima, para refrescarme (no me baño en el mar porque le tengo terror, o mejor dicho, mucho respeto, es que, he visto a varias personas ahogarse aquí y en Canadá también), entonces me devolví al taller para preparar mi carnada, y me fui a pescar sobre las rocas del rompeolas.

El mar estaba furioso, otra vez lleno de rabia, entonces solo pude pescar un pez del tamaño de una sardina que me comí más tarde después que la luz volviera a las 4:30 PM.

Sí señor, estuvimos 12 horas sin luz, otra vez.

De todas maneras …

Todo el tiempo que estaba pescando frente al furioso mar y pensando en los comentarios de la gente que estaba igualmente furiosa como el mar, estaba pensando en el significado de la palabra, rabia, vis-a-vis la palabra, odio.

Pensé …

¿Qué es la rabia?

¿Cómo se distingue entre la rabia y el odio?

¿O será que la rabia y el odio serían dos lados de la misma moneda, o, la misma cosa así como los maduristas siguieren cuando acusan a los demás de odio cuando tal vez sería rabia?

Entonces se me ocurrió de redactar una definición de la palabra odio tal como sería definida por los maduristas en base a mis observaciones, entre ellos (los maduristas) el actual presidente de Venezuela, sus vicepresidentes, sus ministros, el presidente de la asamblea nacional y la mayoría de los diputados, la mayoría de los gobernadores, la mayoría de los miembros del PSUV y de Somos Venezuela, y la mayoría de sus seguidores y operadores, incluso los escritores que los apoyan aquí en Aporrea, quienes sin excepción parecieran coincidir en la misma definición.

ODIO: Cualquier expresión de rabia, angustia, desesperación, ansiedad, e impotencia expresada hacia la autoridad.

O sea, los maduristas usarían (usan) esta definición del odio, con la palabra autoridad incluida (cuando no debería ser, ver más abajo), como arma para atacar a cualquiera que exprese rabia, angustia, desesperación, ansiedad, e impotencia vis-a-vis el actual presidente de Venezuela y su gente (la autoridad), cuando en realidad esos mismos sentimientos en otros escenarios individuales por ejemplo, podrían ser dirigidos a cualquiera.

Por ejemplo, estoy seguro que cuando los maduristas sienten rabia, angustia, desesperación, ansiedad, e impotencia vis-a-vis alguna persona que habría cometido ofensas contra ellos o contra sus familiares y amigos, ellos no lo llamaría odio porque ellos, como nosotros, podrían justificar esos sentimientos en base a las ofensas que habrían sido cometidas en contra de ellos; exactamente los mismos sentimientos expresados por la mayoría de los venezolanos y las venezolanas hacia el actual presidente de Venezuela y su gente (ver más abajo), y por las mismas razones.

De eso, estoy absolutamente seguro, de que los maduristas también tendrían exactamente los mismos sentimientos cuando les toca, ya que la rabia, la angustia, la desesperación, la ansiedad y la impotencia son reacciones humanas normales que han existido desde siempre y que nadie puede escapar, nadie, particularmente cuando uno se siente abusado, engañado y aplastado, vulnerable y amedrantado o amenazado por otra persona.

Por ejemplo, si un vecino le robará a usted todos sus muebles, su carro, y su dinero, y correría a su pareja y a sus hijos de la casa, y digamos que no habría nada que hacer al respecto porque el ladrón sería el hijo del jefe de la policía, o algo así, ¿usted no sentiría algo de rabia, angustia, desesperación, ansiedad, e impotencia por dentro?

Ciertamente que sí, sino usted no sería un ser humano normal.

Hay gente que, frente a tal tipo de situación, se refugia en Dios, pero eso no hace que desaparezcan automáticamente esos sentimientos de rabia, angustia, desesperación, ansiedad, e impotencia.

¿Verdad?

Eso se demora tiempo, pero si el acosador sigue amenazándolo a uno, bueno, esos sentimientos jamás se desaparecerán, y de hecho, probablemente aumentarán en intensidad.

Ven, la verdadera verdad es que desde que el ser humano existe sobre este planeta, todos nosotros, con la excepción de los psicópatas y la gente con trastornos mentales, reaccionamos de la misma o parecida manera (es algo genético) frente a las ofensas que son cometidas en contra de nosotros y en contra de nuestros familiares y amigos, donde generalmente reaccionamos con rabia, angustia, desesperación, ansiedad, e impotencia, y donde reaccionamos aún más fuerte cuando quienes cometen esas ofensas contra nosotros serían autoridades que detuvieran el poder sobre nosotros, particularmente cuando tendrían el poder para callarnos, aplastarnos, encarcelarnos, torturarnos, y asesinarnos. En ese caso, esos sentimientos se amplificarían, aunque tal vez no lo expresemos abiertamente, así como ocurrió ayer en la playa donde algunos se expresaban abiertamente en contra del actual presidente de Venezuela y su gente, y otros se expresaban silenciosamente a través de su mirada y sus gestos.

Pero eso no es odio, esa es una reacción perfectamente natural de autoprotección, genética, desde siempre.

¿No es así?

Creo que sí.

Entonces …

¿Qué ofensas habría el actual presidente de Venezuela y su gente cometido en contra de nosotros para justificar nuestros cada-día-en-aumento sentimientos de rabia, angustia, desesperación, ansiedad, e impotencia?

Bueno, ellos han cometido muchas ofensas contra nosotros, como por ejemplo (en un contexto colectivo):

1- nos han robado nuestros salarios, jubilaciones, y pensiones, lanzándonos a la miseria

2- nos han quitado la comida de nuestras bocas y de las bocas de nuestros niños, dejándonos crónicamente desnutridos y a nuestro hijos con trastornos mentales irreparables

3- nos han dejado morir desatendidos y maltratados como animales en los hospitales del Estado, matándonos de angustia y tristeza por dentro

4- nos han lanzado a la calle como perros, para comer de los basureros

5- nos han encarcelado arbitrariamente como si fuéramos delincuentes

6- nos han torturado en sus cárceles

7- nos han obligado a abandonar nuestros hogares e irnos del país

8- nos han quitado la luz

9- nos han quitado el agua

10- nos han quitado los medicamentos

11- nos han quitado nuestra dignidad, nuestra esperanza, y nuestras vidas.

Y hay muchísimas más ofensas que el actual presidente de Venezuela y su gente han cometido en contra de nosotros, en contra de nuestros familiares y amigos, y todas esas ofensas generan los correspondientes sentimiento de rabia, angustia, desesperación, ansiedad e impotencia, los cuales son silenciosamente o abiertamente expresados (como ayer en la playa) por la gran mayoría de nuestra población.

Son sentimientos perfectamente justificados.

O sea, no se trata de odio.

Y aunque se tratara de sentimiento perfectamente justificados y naturales, es allí precisamente donde los maduristas, con sus mentes y corazones torcidos, y desde los más altos niveles del gobierno hasta los escritores maduristas aquí en Aporrea, aprovechan de manera irracional y despiadada de nuestros legítimos sentimientos para acusarnos a los venezolanos y venezolanas ¡ofendidos por ellos en primer lugar!, de odio.

Así lo entendí ayer después de haber ido a la playa y a la pesca.

Mañana voy de pesca otra vez,

oscar@oscarheck.com



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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